VALÈNCIA. Vestirse de novia sigue siendo un momento especial en la vida de muchas mujeres que, cada vez más, optan por ataviarse con prendas exclusivas que definan su personalidad y las empoderen. Ahí es donde busca posicionarse Laboulais, un atelier fundado por la valenciana Verónica Navarro donde busca unir la esencia mediterránea y francesa con el fin de encontrar el vestido perfecto para cada clienta.
Un proyecto que emprende de manera personal tras a absorber los conocimientos de referentes como Francis Montesinos o Carlos Haro, lo que le ha permitido acumular experiencia en el terreno de la alta costura. Navarro explica que siempre le había gustado la moda, pero pensaba que València no era lugar para encontrar trabajo de ello. Esto le motivó a empezar estudios de Interiorismo que dejó dos años después tras emprender el camino que realmente le apasionaba. "Hubo una vacante en la tienda de Francis Montesinos", recuerda. "Entré de ayudante del diseñador jefe y como asistente de Francis, un poco de todo".
Acabó con la agenda de novias bajo el brazo y siendo la asistente en las pruebas. "Francis ha sido súper generoso, me ha enseñado todo lo que sabe. He estado casi seis años con él y yo lo siento como mi maestro", asegura. Navarro llegó incluso a organizar pasarelas de Cibeles, una misión que empezó e 2014 con la colección 'Silk on the road' tras la marcha del jefe de Diseño por cuestiones personales. "Fue entonces cuando empecé a hacerme cargo de la producción de Cibeles y del departamento de alta costura de la novia", recuerda.
Sin embargo, por cuestiones familiares tuvo que dejar la compañía y, en su vuelta al mercado laboral, empezó a madurar un proyecto donde sacar partido a su experiencia acumulada en el sector nupcial y a su pasión por la moda. Para ello, cogió el apellido de su abuela materna -Laboulais- y lo convirtió en marca. Con origen francés y de profesión modista, pensó que su abuela tenía toda la esencia personal para definir sus diseños, que busca aunar con el mediterráneo. "Mi padre es del Cabanyal, ha sido pescador de afición y es muy marinero. Para mí el mar es imprescindible", reconoce.
A esta combinación se une la decisión de utilizar únicamente tejidos nobles como la seda. "Muchos trajes se hacen con poliéster y a la vista no sabes diferenciarlo de seda, pero lo bonito es que tú sepas que llevas un material noble y que es algo auténtico", recalca. Para empezar, Navarro ha decidido poner en marcha un atelier en la calle Gran Vía de València vinculado al lujo y la exclusividad que permita a las clientas probarse patrones e inspirarse. "La idea es que sean tejidos ricos, nobles, un patronaje exquisito y un corte impecable", señala Navarro. El rango de precios se mueve aproximadamente entre los 2.500 y los 6.000 euros.
Sin embargo, su ambición va mucho más allá y es que en su hoja de ruta está realizar el próximo año una producción industrial. Para ello, cuenta con un socio inversor, Net de Gerrers, a quien le expuso los datos favorables del mercado. Y es que España es el principal productor de moda nupcial en el mundo y un referente en el sector. "La intención es hacer una producción industrial de fiesta y novia que empezaremos a vender online, una canal poco explotado en el sector de vestidos de novia", destaca.