ALICANTE. Net de Gerrers es una firma gestora de inversiones alternativas capitaneada por Eduard Navarro, un valenciano que ha pasado la mayor parte de su vida en Estados Unidos y que desde hace seis reside en València. Está orientada a la identificación de oportunidades en capital, infraestructuras, bienes inmuebles y activos de generación de rentas.
Net de Gerrers actúa como vehículo de inversión de capital estadounidense hacia el mundo de habla hispana. Hoy, ofrece también a sus clientes, locales o internacionales, un puente hacia proyectos de inversión de alto valor para los territorios, como puede ser el proyecto Puerto del Sol de Novelda, el puerto seco del Corredor Mediterráneo, que debe dar servicio a la salida de mercancías desde la zona del Vinalopó. Este tipo de inversiones relevantes para el territorio son identificadas por una amplia red de colaboradores y son lideradas por un equipo con una extensa experiencia sobre el terreno y un profundo conocimiento sectorial. Para Net de Gerrers es fundamental mantener los centros de decisión en el territorio y emplear la experiencia del equipo para gestionar su cartera de inversión, fusionando disciplinas, culturas y prácticas de gestión para obtener ventajas competitivas e impulsar los máximos rendimientos socioeconómicos.
¿Qué están buscando en estos momentos los fondos de inversión que se fijan en España?
El mundo económico habla de la eficiencia de información. Por ejemplo, en la Bolsa, hay legiones de analistas que todo lo miden en tiempo real. La realidad es que ahora no se da ese mercado eficiente de información. Net de Gerrers trabaja en mercados más alternativos y nuestra labor es hacer esa información eficiente dentro de nuestra vertiente de crecimiento. ¿Dónde están esas posibilidades de crecimiento? Fundamentalmente, en el sector inmobiliario y en las renovables por una sencilla razón: hay una posibilidad de desplegar capitales muy grande. En ambos casos, las operaciones son muy parecidas. La dificultad es que el fondo debe colocar mucho dinero y conseguir rentabilidad, que es lo que le exigen sus inversores. El otro espacio de un fondo son las transacciones grandes, como lo que acabamos de ver con CVC en La Liga de Fútbol. Son operaciones puntuales, pero con mucho volumen.
"En el sector inmobiliario y en las renovables es donde se puede crecer: hay una posibilidad de desplegar capitales muy grande. En ambos casos, las operaciones son muy parecidas"
La dificultad en un país como España es que el tejido económico son pymes muy locales, familiares y con movimientos horizontales; entonces, las oportunidades surgen en muchos sectores industriales. Vemos oportunidades en Educación, en Movilidad Inteligente, en Energía, también en los medios de comunicación o en el e-commerce. Hay un abanico amplio de posibilidades que a día de hoy no están atendidas por el capital riesgo. Hay más posibilidades de crecer de lo que se están fijando los fondos.
¿Da la sensación de que las oportunidades de inversión en el mercado inmobiliario se están agotando? Ya no están las oportunidades que surgieron tras la crisis de 2008, cada vez hay menos suelo finalista…
Nosotros estamos volviendo al sector inmobiliario. Es un sector muy local, con muchas particularidades locales. Las oportunidades dependen mucho de los lugares, los sitios, las ciudades. Hay que tener en cuenta que la crisis limpió mucho el sector de las promociones y cada vez hay menos empresas que se dedican a ello. La información sobre el mercado inmobiliario es muy localizada.
¿Hay demanda para invertir en el sector de las start-ups?
En nuestro caso, no estamos ahí. Estamos en empresas que tengan una cierta trayectoria y un volumen más grande. Reconozco que en la Comunitat Valenciana hay start-ups interesantes que pueden ser atendidas por un fondo. Lo que realmente vemos es que, en España, hay muchas empresas que, hoy por hoy, no cuentan con la capacidad de financiación y no tienen herramientas para crecer. Esa es nuestra batalla. Y podemos estar en cualquier sector, como la educación, que tiene tecnología y, por tanto, es un sector que tiene margen de crecimiento. El sector de los medios de comunicación también tiene recorrido; en la logística, todo lo que es grandes almacenes, transporte marítimo, etc. El textil y la belleza… Hay un sinfín de sectores en los que se puede invertir. En la mayoría de los casos, son empresas que trabajan bien, pero nunca se han abierto a explorar un crecimiento o una diversificación de ingresos porque el acceso al capital es muy limitado y dificultoso. Las empresas tienden a valerse de sus fondos propios, algo muy diferente a lo que pasa en Estados Unidos, donde hay una gran capacidad financiera enorme. Allí, hay entidades en todos los ámbitos, y por tanto, mucha capacidad para financiarse. Si hay una buena idea, se recurre al capital. En España, hay buenas ideas, buenas oportunidades, pero falta capital; es decir, esas necesidades de capital no están atendidas. Y ese es el objetivo de Net de Gerrers.
"Nuestra propuesta es de desarrollo y ayuda al territorio. Arraigar las inversiones y mantener los puestos de decisión aquí cerca"
¿Por qué habéis apostado por un proyecto como el Puerto del Sol? ¿Qué os ha decidido a dar el paso?
-Nuestra propuesta es de desarrollo y ayuda al territorio. Arraigar las inversiones y mantener los puestos de decisión aquí cerca es uno de nuestros propósitos. El puerto seco de Novelda creo que, justamente, muestra una oportunidad de lo que queremos hacer. Al final, son empresarios locales que tienen una inquietud, unas ganas de hacer algo que realmente mejore las condiciones socioeconómicas de su entorno, y nosotros, en lo que podemos ayudar, es en vehiculizar esa capacidad. Por tanto, teniendo en cuenta que el Puerto del Sol es una infraestructura vital para el corredor mediterráneo, una infraestructura dentro del entorno de las cosas que nosotros hacemos, ha sido una decisión relativamente sencilla, si bien es una situación inusual por ejemplar. Esa es la razón principal.
¿En qué consistirá vuestro proyecto de inversión? ¿Qué gastos cubriríais?
-En el fondo, el puerto de Novelda tiene dos partes: una es la concesión de infraestructuras, que es a largo plazo y en la que, normalmente, hay una asociación público-privada para soportar el coste de toda la infraestructura; y una segunda parte es el PAI, el lugar donde pueden ubicarse las empresas que puedan hacer servir el puerto seco. Nuestra inversión radica normalmente en todos esos fondos propios necesarios para sacarlo adelante. Eso está en estudio, aún no está completo, pero sí que se trata de una parte inmobiliaria y de una parte de infraestructuras.
¿Eso significa que participaréis en las dos partes?
-Lo miramos de otra forma. Cuando viene alguien o tiene una necesidad, estudiamos las capacidades. Ahora bien, al ser un fondo con una mirada generalista, clasificamos las cosas. Normalmente, un inversor inmobiliario solo se queda ahí. Un inversor de infraestructuras solo se queda ahí. La oportunidad con nosotros es que, al tener varias ramas, las podemos usar todas a la vez. Como en este proyecto, se requiere una mirada a largo plazo, coincide normalmente con las voluntades de los empresarios y, en este caso, incluso, de las autoridades locales, que quieren mejorar su entorno.
En Net de Gerrers, trabajáis con un retorno económico para los empresarios-inversores y, a la vez, ponéis el foco en el impacto social. ¿En qué se traduce esto?
Tenemos dos vertientes. El retorno económico o financiero para los inversores es necesario. Al final, todo capital necesita una rentabilidad. Esto hace que sea sostenible. Ahora bien, hay muchas filosofías de la inversión. Algunas buscan oportunidades; nosotros miramos en una dirección más evolucionada en el desarrollo del sector financiero. De ahí es de donde salen ya capitales para crecimiento, que tienden a tener participaciones diferentes a la completa, una alineación con las empresas diferente a la oportunidad… La nuestra en particular consiste en conseguir retornos financieros eficientes para nuestros inversores, pero podemos lograr que esa inversión esté alineada con los empresarios o con las autoridades, los intereses generales o públicos que, al final, son hacer país. Eso es una innovación, aquí en València y, en general, en España. Nuestra mirada financiera es más territorial, y eso requiere que veamos los diferentes sectores que se pueden involucrar en la inversión; en este caso, el de las infraestructuras y el inmobiliario. Es decir, si podemos mejorar las condiciones de trabajo en Novelda, de las empresas que tienen que hacerlo servir y anclarlo dentro del territorio porque la sociedad local también participa, ya es una particularidad que nos diferencia del fondo típico.
Entonces, ¿la inversión interesaría solo a empresas de la zona o también del resto del país?
Generalmente, la inversión, cuando es eficiente, puede interesar a cualquiera. Para atraer capital de otro sitio, no es que haya un interés especial para desarrollar el país o para mejorar las condiciones económicas. Esa es una mirada nuestra. En la medida en que esa mirada es compartida por gente local, pueden extraer una ayuda indirecta en sus empresas por participar. Es decir, las empresas más beneficiadas de la parte socioeconómica de un potencial inversor serán, seguramente, los inversores locales, porque ven cómo mejoran las condiciones de su localidad. Ahí la ventaja es que, al final, un empresario o un interesado en mejorar su pueblo o su sector, sea el que sea, normalmente no tiene herramientas para hacerlo porque no es su profesión. Nosotros, como empresarios financieros, nos dedicamos a medir bien los riesgos, a ver (dependiendo de estos) el retorno que es adecuado, cómo puede competir y ser atractivo para el mundo financiero y podemos vehiculizar y hacer realidad proyectos que, de otra forma, serían más complicados. El puerto seco de Novelda es justamente ese ejemplo.
Haréis, entonces, de tractor económico para el resto de empresas de Novelda y alrededores.
Sí. Hay muchos sectores en la zona que verán oportunidades adicionales en cuanto al transporte si tienen el puerto seco. En cierto modo, si hay un actor financiero que tiene esos intereses en cuenta y toma decisiones en torno a cómo puede haber sinergias entre una infraestructura y las necesidades de los empresarios, estos pueden ver muy mejorados sus intereses. En el fondo, una empresa, cuando tiene necesidad económica, ¿a quién busca más allá de su familia, su entorno, sus socios? O busca a la administración para que pueda aportar dinero si es una cuestión de bien común o mira a la banca, que ahora mismo es muy escasa en España. Por tanto, hay pocas formas de financiarse, y especialmente si no es una mejora particular, sino que tiene sentido para todos. Ahí es cuando nosotros servimos de vehículo. Es decir, sabemos paquetizarlo para hacerlo interesante para el mundo financiero al tiempo que llegar a tener los resultados que se buscan de manera común. Eso no tiene tanto precedente. Es una mirada muy particular, pero también más hispana, con más humanidad.
¿En qué punto se encuentra, por tanto, el proyecto de inversión?
-Nuestro propósito es racionalizar las cuestiones. Es verdad que, para que el proyecto vaya adelante, debe ser asignado el puerto seco. Es lo que se ha estado impulsando y gestionando desde el empresariado local (Carmencita, Levantina y otra gente que tiene ganas de que esto vaya adelante). Nosotros lo que hacemos es un análisis para ver los costes, el proceso y la rentabilidad, que ha de ser eficiente. Tener ese análisis completo nos permite trabajar con todos los actores, sean los propietarios, los inversores, la administración, y proveer de una solución completa. Es decir, no es solo designar el sitio. Hemos visto muchas veces que se crean proyectos y pasa muchísimo tiempo hasta que se ponen en marcha. Normalmente, es por esa falta del componente económico necesario. Nosotros ahora lo tenemos en estudio y estamos en ese proceso para, cuando acabe, comunicar que ya está estudiado, que ya sabemos lo que implica y que podemos producir una rentabilidad adecuada abriéndolo a los empresarios locales primero y, luego, aportando el resto de capital necesario, ya sea para la infraestructura o para la parte inmobiliaria, que es la que hace a esa infraestructura útil.