VALENCIA. Había echado el cierre la bolsa española ayer, cuando la agencia internacional de medición de riesgos Standard & Poor's (S&P) mantenía el rating de la deuda a largo plazo del Banco Popular (POP) en 'B+' y con la perspectiva 'positiva'. De este modo seguía los pasos de Fitch, que la pasada semana también hizo lo propio -y con idéntico 'outlook'- en 'BB-'. Cierto es que ambas calificadoras siguen teniendo el rating del 'Popu' en el temido 'bono basura' o grado de especulación.
Mientras tanto la entidad presidida por Ángel Ron tomó ayer algo de aire en bolsa al lograr cerrar una sesión en positivo -tanto la acción como el derecho- por primera vez desde que anunciara su 'macroampliación' el jueves pasado. Pero eso sí bajo un ambiente de elevada volatilidad ante el fortísimo ritmo impuesto por los especuladores de turno muy especialmente sobre los derechos de la entidad madrileña. De hecho ayer del mínimo (0,161 euros) al máximo (0,246 euros) la horquilla alcanzó casi el 53%. Finalmente cerraron en los 0,224 euros.
No pocos de los tenedores de acciones del 'Popu', cuyo valor remontó un 3,14% hasta los 1,48 euros -tras fluctuar en una banda de casi el 7%-, no tienen claro todavía si acudir o no a dicha 'mega ampliación'. En este sentido conviene recordar que una decena de expertos valencianos ofrecieron este pasado sábado en este diario su visión sobre la misma. Hasta el próximo 10 de junio tienen para decidir si acuden o no.
Con el cierre de ayer, sumando el precio de la acción (1,48 euros) y el del derecho (0,224 euros), el Banco Popular se quedó muy cerca de los 1,732 euros a los que cerró el día del anuncio de que pedirá 2.500 millones de euros a sus accionistas -el mismo importe que hace tres años-, tras el descalabro del 26,80% del último jueves de mayo. Al día siguiente cayó un 8,20% y este pasado lunes un 9,75%.
El rebote de ayer -nunca hay que olvidar que hasta un gato muerto lanzado desde las alturas siempre rebota en el suelo- le ha permitido al 'Popu' los 6.200 millones de euros de capitalización en bolsa. Además, los 1,704 euros del cierre de este martes -sumando acción y derecho- representan un 11,5% por debajo de los 1,90 euros a los que los analistas de CaixaBank fijaron ayer su precio objetivo y, además, bajo la recomendación de 'compra'. Para estos expertos la ampliación del Banco Popular debería eliminar las dudas sobre la necesidad de provisiones y capital de la entidad.
Por su parte, los analistas de Citigroup se muestran neutrales con el 'Popu' y situaron su precio objetivo en 1,70 euros; mientras que los de Berenberg reducían su precio desde los 1,35 euros a los 1,15 euros. Algo más alto ven al banco los de Carax Alpha Value (1,24 euros), que no han tardado en pasar de recomendar 'comprar' a 'vender' porque entienden que la ampliación "no va a arreglar todos los problemas de la entidad". Habrá que esperar.