VALÈNCIA. El triunfo de Pablo Casado en el congreso nacional del PP ha elevado el nerviosismo en la carrera abierta por la candidatura a la Alcaldía de València. Uno de los nombres que se había descartado hace meses era el del diputado y presidente de la Gestora, Luis Santamaría, al no convencer a la presidenta regional, Isabel Bonig, cuya apuesta se ha dirigido hacia el actual portavoz local, Eusebio Monzó.
No obstante, el claro posicionamiento de Santamaría con Casado en el proceso -y el triunfo de este- le ha legitimado para volver a ser tenido en cuenta en las quinielas. Más aún cuando su respaldo vino acompañado de números positivos: así, el aspirante ganó con una distancia considerable a sus oponentes en la capital, evidenciando el control orgánico de Luis Santamaría en el Cap i Casal.
Al margen de esto, tal y como publicó en junio Valencia Plaza, algunos de los que se posicionaron de inmediato con Casado dado que les une una lóngeva relación de amistad fueron otros valencianos como el ex jefe de Gabinete de José María Aznar, Germán Alcayde, o el miembro de la gestora de València ciudad, Javier Montero. Por otro lado, ambos mantienen muy buena sintonía con Luis Santamaría y, de hecho, este mismo viernes comieron juntos según señalaron fuentes populares.
Unas conexiones que, aunque no resultan ni mucho menos definitivas a la hora de decidir una cuestión tan esencial como la candidatura a la Alcaldía de València, permiten al aspirante sumar enteros para tener una mejor posición de cara a este reto. Unos vínculos a los que hay que sumar el buen entendimiento de Santamaría con la diputada nacional Belén Hoyo, quien apoyó desde el minuto uno a Casado y que ha sido ascendida al grupo de dirección en el Congreso.
Una de las cuestiones llamativas de los últimos días ha sido el encaje por parte de la dirección del PPCV que lidera Isabel Bonig del resultado triunfante de Casado. Así, cabe recordar que el grueso de la cúpula valenciana apoyó a Soraya Sáenz de Santamaría y la digestión de la victoria del diputado está siendo más pesada de lo esperado para algunos.
Así, la posición inamovible de Bonig respecto a su candidato para la ciudad de València, Eusebio Monzó, antes de que se haya abordado siquiera la cuestión, ha llegado a Génova y no ha agradado. De hecho, algunas fuentes del partido vinculan a ello la integración de Vicente Betoret -con mala relación con la líder del PPCV- dentro de la cúpula nacional del PP; algo con lo que la propia Bonig mostró su disensión con Casado tras el Comité Nacional del jueves.
Una relación poco fluida que no invita a la complicidad en una decisión en la que Génova tiene la última palabra y para la que algunos no descartan definitivamente al portavoz europeo y exconseller Esteban González Pons.