entrevista al CEO de Startupxplore

Javier Megias: «Las grandes empresas deberían ser clientes de las startups»

El CEO de Startupxplore opina sobre el emprendimiento en la Comunitat y explica el modelo de financiación sindicada que sólo su ‘startup’ aplica en España

3/10/2016 - 

VALENCIA. En España es difícil encontrar consultores en empresas emergentes (startups) con tanta experiencia como el valenciano Javier Megias. Ingeniero informático, pasó de trabajar en un puesto de alta dirección de una multinacional a dedicarse al mundo de las empresas tecnológicas desde el año 2000. En 2014 decidió poner en marcha su propio proyecto con Startupxplore, una plataforma que introduce por primera vez en España la inversión sindicada, rondas lideradas por un inversor reconocido a las que se puede unir cualquier persona a partir de 1.000 euros. Desde que empezaron en agosto han cerrado 1,7 millones de inversión para startups como Comprea, Jugo, Wazypark o Groopify, siendo la plataforma de inversión con más transacciones en España.

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— ¿Se ha relajado en España el emprendimiento este último año?

— Es más una percepción que desastre, todo parecía que iba a ser un infierno, y de repente aparece la ronda de Cabify y alguna más grande y parece que todo está bien. El problema es el volumen. De los casi 600 millones invertidos el año pasado, 400 eran en rondas muy grandes.

—«Hemos bajado nuestro ritmo de inversión, y algún mensaje ya hay en eso», decía José Martin Cabiedes en una conferencia recientemente. ¿Cuál es el mensaje?

— Me molestaría contradecir a José, porque es uno de mis inversores, pero yo no estoy completamente de acuerdo. Sí que es cierto que están pasando tres cosas. Y es que hay muchos emprendedores que se han venido arriba y dan unas valoraciones muy altas a sus empresas lo que dificulta la inversión. También es verdad que en Estados Unidos está bajando por la dificultad de vender los unicornios [startups no cotizadas por encima de los 1.000 millones de valoración], lo que ha generado una cierta prudencia. Pero se acaban de cerrar nuevos fondos en España y en Europa está pasando lo contrario que en Estados Unidos, se van multiplicando las rondas. Si se miran las principales inversiones que se hicieron el año pasado, uno de los destinos más importantes fue España.

—Algún business angel se lamenta porque los fondos de inversión no vienen a Valencia.

—Los fondos no tienen patria. Está muy bien que tengamos aquí algunos para la primera etapa, para arrancar, pero la mayoría de la gente invierte desde Madrid y Barcelona. Hay un grupo que no es muy conocido que se llama Pinama y ha invertido en varias startups valencianas. Los fondos buscan buenas empresas y ahora que Valencia ya se conoce no creo que haya problema.

— Resaltamos todo el tiempo bondades de Valencia para ser el Silicon Valley valenciano. ¿Qué tiene?

— Por un lado es cada vez más difícil encontrar empleo de calidad en Valencia. Después, para la gente es un sitio genial para emprender y está funcionando muy bien para atraer a compañías de fuera. Las aceleradoras no sólo son buenas para hacer mejor a compañías valencianas, sino que están trayendo a compañías del resto de España que les gusta estar aquí y se quedan. Comprea son madrileños y su sede operacional está en Valencia porque están enamorados de la ciudad. Y además, los costes. Los de las oficinas son de risa comparados con Madrid y Barcelona, y además la calidad de vida es buena. Buen tiempo, todo cerca, ¿cómo no van a venir aquí?

«A LA ADMINISTRACIÓN SÓLO LE PIDO QUE NO MOLESTE. NO TIENE SENTIDO QUE EL FUNDADOR DE UNA STARTUP PAGUE AUTÓNOMOS»

—¿A qué sector startup le ves más futuro en los próximos meses? Parece que se oye el tema de seguros.

— El fintech [tecnología para las finanzas] muchos lo siguen viendo como una moda, pero el tema es que es uno de los pocos sectores que tiene un peso brutal en la economía y todavía no ha sido disrumpido. Dentro de eso, la parte de lending y de pagos es la que está tremendamente desarrollada, pero en la parte de inversión y de seguros queda un espacio grande para crecer y va desde inversión en productos y compañías hasta el sector de seguros, ahora llamado insurtech.

— En Valencia la salud tiene un gran tirón en las startups. ¿Por qué?

— Tenemos mucho caldo de cultivo. La Fe es brutal, tenemos un polo de inversión activo e incluso emprendedores de segunda hornada como Damià Tormo invirtiendo. Pero seguramente, La Fe más la apuesta de la Generalitat en tecnología y salud es lo que ha movido este sector.

— Startupxplore es tu primer proyecto como emprendedor, ¿te has arrepentido en algún momento?

— Me arrepiento periódicamente, cada semana dos veces. Yo creo que el emprendedor que está motivado al 100% todo el tiempo o está viviendo demasiado bien o está mintiendo. Es tremendamente difícil. La frase es: «Si sientes que todo está bajo control es que estás yendo demasiado despacio». Para mí la clave es pensar a largo plazo lo que queremos hacer y el impacto que vamos a tener en la sociedad. No te motiva pensar por cuánto lo vas a vender, sino que gente a quien le cuesta levantar dinero de fondos porque tiene menos experiencia pueda llegar a rondas y dar empleo.

— ¿Qué perfil tiene el inversor que entra en las rondas sindicadas?

— Por un lado empresarios y directivos que se quieren acercar al mundo de la inversión en startups. Muchos de ellos con foco muy financiero, pero otros buscan acercarse a la innovación de un tipo de sector. Un segundo perfil, para nuestra sorpresa, son los inversores experimentados. Gente que podría ser lead investors, que asegura que el proceso de invertir en startups es muy pesado. Entonces, si se lo damos nosotros, se evita analizarlas, negociar la valoración, hacer un pacto de socios, notarios, la operación, ir a hablar con ellos trimestralmente. Con nosotros, hasta la entrada en la inversión, todo, se hace con clics. El tercer perfil son emprendedores que invierten cantidades pequeñas para diversificar. Lo más llamativo es que en las últimas operaciones están viniendo muchos inversores extranjeros movidos por encontrar a un lead investor conocido. Y es que quien encabeza la ronda se encarga de la valoración de la startup y de asumir al menos un 20% de la operación.

— ¿Qué debería hacer la administración para facilitar la creación de startups?

Que no molesten. No tiene ningún sentido que el fundador de una startup tenga que pagar 300 euros de autónomo. Otro gran error es el tema de la contratación. Creen que queremos despedir barato y lo que queremos es contratar barato. Quiero bonificaciones el primer año de contratación de cada empleado. Luego, el gran desafío de las startups es el talento. En todos los países se utilizan las stock options pero son un problema para el emprendedor. A esto se suma la desgravación fiscal de la inversión para el capital privado. Las exenciones fiscales son un 20% y me parece poco comparado con sitios como Reino Unido. Tú inviertes en una compañía y te desgravas el 50%, y si pierdes el dinero, el otro 50%.

— Empresarios valencianos como los Serratosa, con Grupo Zriser, se están animando a invertir en startups.

— Cada vez hay más family office, grupos que les gestionan el patrimonio a las familias, que se han dado cuenta de que al final es muy obvio desde el punto de vista de inversiones. Hay que tener inversiones en muy poco riesgo, poco riesgo, y riesgo con alto potencial de retorno. Pero algunas de estas familias se han equivocado en su inversión, en la que habían metido 150.000. Sin embargo, en vez de pensar que se han equivocado dicen que las startups son un timo.

— ¿Es adecuada la relación de las grandes empresas con las startups?

— El sector del emprendimiento es un bicho raro y el sector corporativo en España lo mira con una sensación de «tengo que hacer algo con esto» y montan un concurso para acercarse. Pero para mí se equivocan en el enfoque porque lo hacen más como una iniciativa de relaciones públicas y marketing o incluso de responsabilidad social corporativa. Pero es que no piensan que para su innovación puede ser oro puro. Yo creo que la gran diferencia de España con el resto de ecosistemas desarrollados no es que haya más o menos inversión, sino que el sector corporativo está totalmente alejado del mundo startup. Hay como una serie de pasos, y el más importante y con el que aquí nos resistimos, es que las grandes y medianas compañías actúen como sus clientes. Tienen servicios innovadores a precios razonables y eso es muy bueno para las grandes compañías y para las startups.

(Este artículo se publicó originalmente en el número de junio de la revista Plaza)

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