Las mejores tarta veganas de València

VALÈNCIA. Lo he oído muchas veces: las tartas veganas no están buenas. La verdad es que yo al principio decía lo mismo. Eran veganas, pero también sin azúcar y sin gluten. 3 en uno. Muchas tenían muy poco sabor o se desmigaban antes de que llegasen a tu boca y si era la primera vez que las probabas, te llevabas un gran chafón. ¿Serían así para siempre? Quizá algunos de vosotros hayáis vivido esta experiencia y no habéis querido probar ni una más, pero ten fe, las hay brutales.

No te voy a hablar de las tartas que puedes encargar, de eso ya te hablé hace tiempo. Hoy te voy a hablar de bocados dulces en momentos concretos. De irte a desayunar un trozo de tarta, de cambiar de restaurante después de comer por la tarta, o lo que es mejor, de ir a cualquier hora, en un momento de capricho absoluto, para calmar tus ansias por el azúcar. 

Sustituir los lácteos y que quede bueno, es relativamente fácil. Con las bebida de almendras, coco o soja, se consiguen maravillas. Lo difícil viene cuando se trata de sustituir el huevo, aquí el reto se pone complicado. Unos optan por usar semillas de chía o de lino para que cuaje, otros aquafaba (líquido de cocer las legumbres) y en otros casos plátano machacado o compota de manzana. Y a esto tenemos que añadir la técnica a la hora de prepararlo, porque no cualquiera vale. Varios locales de la ciudad han ganado el reto.

Empezamos por las tartas de Dempanadas, un restaurantes ubicado en la calle Cuenca, especializado en empanadas, pero que no se queda atrás con los dulces. El día que fui a probar la comida toqué el cielo de los postres. Preparan varias tartas caseras veganas, como la clásica carrot cake, lemon pie, muffins, de queso y arándanos, de chocolate... Pero el premio a la mejor (y no es que las demás no estén bien, porque lo están) se lo lleva el banoffee. Y yo, ilusa, creía que no me gustaban los postres con plátano, hasta que probé este, qué maravilla. El plan estrella: ir a por una empanada y tomarte luego la tarta. 

En segundo lugar, no pueden no ser nombradas las tartas de Jardín Urbano. A vegano que preguntes, te mandará allí. Es un restaurante ubicado en Ruzafa, completamente vegano y muy acogedor. Tienen una carta extensa tanto de salado como de dulces, aunque yo aquí soy fan de lo segundo. No suelo ir a comer pero sí a rematar con el postre. 

Ya conocía de sus postres cuando probé la tarta de queso con base de galleta en Aloha Vegan Delights. El día que la probé decidí que esa y no otra, sería mi futura tarta de cumpleaños, no podía parar de comer y disfrutar. 

Pues resulta que la preparan en Jardín Urbano, así que un día paseando por Ruzafa se me ocurrió entrar a por dos pedacitos de dulce para compartir, buscando claro, una trozo de la de queso. Pero ese día no la tenían, así que después de elegir entre todas las de su vitrina, por fin tomamos una decisión. Venga. La de chocolate de textura gelatinosa y bien densa con galleta y la de oreo, yo que nunca fui muy de chocolate, ahí estaba, antes esas dos. Daba por hecho que la de chocolate sería la mejor, porque me flipa el chocolate puro y nunca fui muy de Oreo, pero para mi sorpresa... ¡La de Oreo era una locura! Que por cierto, para los que no lo sepáis, las galletas Oreo son (casi) veganas, ya que pueden contener trazas de leche. Pero sí, esa crema blanca no es leche. Yo tampoco podía creelo. 

Y llegamos a mis últimas joyas de la corona, y digo últimas porque son varias. Hace poco os hablaba de Cake Project, la nueva pastelería “plant based” de Valencia, además apta para celíacos y con opciones crudiveganas. Cuentan los sabios en materia que la nueva tarta de zanahoria (horneada) es la mejor entre sus opcioneS,  pero yo me quedo con las tartas multicolor llenas de vida que le hacen el día bonito a cualquiera.