VALÈNCIA. Las termas de Caracalla constituyen uno de los legados más conocidos preservados en el tiempo de la afición de los romanos por disfrutar de esos baños que alternaban frío, calor y, principalmente, mucho trato social del que surgían acuerdos o alimentaba disputas. No se trata de las únicas. Con menos fama que las ubicadas en Roma y con una incipiente promoción, emergen las de Llíria, las de la partida de Mura.
Las impulsó Marco Cornelio Nigrino, afamado general nacido en el año 40 en la antigua Edeta y actual Llíria, que llegó a ser gobernador de Moesia y de Syria, dos provincias -especialmente la segunda- claves en el suministro y la estrategia de la Roma republicana e imperial. Y no alcanzó el máximo escalafón en sus cursus honorum porque el por entonces emperador, Nerva, se inclinó por otro hispano, en este caso de Itálica, Marco Ulpio Trajano, para su sucesión. Nigrino se quedó en el penúltimo escalón.
"Llegó a celebrar dos triunfos en Roma. Su sueño consistió en construir unas termas grandes en Edeta, por entonces un enclave fundamental en el Imperio Romano por su prestigio. No obstante, Nerva apoyó a Trajano y a Nigrino le hicieron una damnatio memoriae (borrar su nombre y gestas de cualquier representación o documento). De haber mandado en Roma, sus termas hubieran sido imperiales", apunta Xavi Vidal, arqueólogo y director del Museo Arqueológico de Llíria.
Si las célebres termas de Caracalla (apodo por aclamación de sus tropas para aludir al nombre real de Marco Aurelio Antonino) datan de principios del siglo III, se mantuvieron en el tiempo aunque perdieron su uso inicial y la tarea principal de recuperación empezó en el siglo XIX, las de Llíria, ubicadas en la partida de Mura y conocidas con esta última denominación, tienen un reconocimiento más tardío y comarcal. Esto pese a que se construyeron en el año 80, más de 130 antes que las de Caracalla, que abarcan una mayor extensión.
Santiago Darder, arquitecto hidráulico y termal especializado en la conducción del agua y uno de los grandes protagonistas de esta rehabilitación, recalca que "consiguió (Nigrino) que fueran las termas más grandes de la provincia, con su hospitia, palestra… alrededor del templo ocular", a lo que Vidal añade que "se trata de uno de los primeros lugares donde se documentó vidrio de ventana a continuación de Pompeya. Son termas casi de emperador, aunque Nigrino no llegara a serlo".
Ambos han participado esta semana en una conferencia en el Ateneo Mercantil de València titulada 'La arquitectura hidráulica y termal en Llíria', dentro de un ciclo organizado por el Colegio de Arquitectos Técnicos sobre 'joyas del patrimonio valenciano'.
Lo han hecho con el fin de dar a conocer unas instalaciones que en una ciudad como Llíria, repleta de vestigios históricos como el Real Monasterio de San Miguel, sus baños árabes, la muralla medieval o el poblado ibérico de la Monravana, todavía no han adquirido el fulgor que, por su historia, les corresponde.
Quizás se deba a su reciente y casual (como en tantas ocasiones) descubrimiento. "En 1971 se produjo una donación de terrenos privados para una biblioteca pública. En ese lugar se localizó un posible mausoleo visigodo. Luego, en 1989, en unas obras de rehabilitación del entorno para edificar, hallamos elementos que pensamos que pertenecían a una villa roma", relata el arqueólogo local.
"En 1994 el Ayuntamiento y la asociación de vecinos actuaron conjuntamente. En 1998 ya estaba definido el entramado de las termas. En 2012 una gran intervención de la Generalitat permitió recuperar la estructura de las termas masculinas (abarcan unos 2.500 metros cuadrados) y gran parte de las femeninas", añade Vidal, para especificar que su gran reto actual consiste "en cubrirlas para evitar su degeneración por elementos meteorológicos como la lluvia".
Desde el Consistorio recalcan que llevan años promocionando las termas, aunque pretenden dar un mayor impulso a su "puesta en valor". La recepción de fondos europeos para este fin podría contribuir a agilizar la instalación de esa cubierta a la que alude el arqueólogo municipal.
En esa promoción destacan los actos y conferencias en la población por el 30 aniversario de la primera intervención, que tendrán lugar en septiembre. "Todo lo que se puede invertir se queda corto en estos 3.900 metros de termas, con parte masculina y femenina", explica Reme Tordera, concejal de Patrimonio Histórico de Llíria.
"En nuestro término municipal piedra que mueves algo aparece. Se puede hacer un recorrido, por medio de sus restos, de todas las civilizaciones que ha habido. Por ejemplo, colegio que se está planificando contará en su interior con lo que queda de dos viviendas de la época romana", añade la edila edetana.
Mientras, y retomando la historia de las termas, una visita guiada abierta al público en general mostrará sus elementos clave este sábado, a las 11. Forma parte de los recorridos con cicerone de los últimos sábados de mes por el patrimonio secular de Llíria organizados por la Oficina de Turismo. De manera particular estos vestigios termales también pueden contemplarse in situ de 10 a 12 horas de martes a viernes.