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estreno de españa de 'fin de partie'

Les Arts pone un espejo frente al espectador de la mano de Kurtág y Beckett

27/10/2020 - 

VALÈNCIA. Fue en julio, durante la presentación de la nueva programación, cuando el director artístico de Les Arts, Jesús Iglesias Noriega, anunciaba el inminente estreno en España de Fin de partie como un “acontecimiento de primer nivel”, una cita a subrayar en el calendario cultural nacional. 29 de octubre. Mucho ha pasado desde entonces, pero la cita sigue intacta. “Es casi un milagro”, recalcó el director, que presentó ayer la pieza acompañado del director musical de la obra, Markus Stenz, y el director de escena, Pierre Audi. La obra, que se estrenó en 2018 en el Teatro alla Scala de Milán y que en 2019 recibió el premio Opera Award al mejor estreno mundial, llega a València en la que será su tercera parada, que llega antes de su desembarco en grandes metrópolis como Nueva York o París. Además. Lo hace, además, sin sufrir cambios con respecto a su montaje original, incluyendo al mismo reparto que la puso en marcha. Un “milagro” en tiempos de toque de queda al que, en esta ocasión, se suma la Orquestra de la Comunitat Valenciana, que hará sonar para el público valenciano una pieza cuya representación, también, es una reivindicación de la cultura en tiempos de ustedes ya saben qué.

Era el propio Iglesias el que ponía en valor la representación de Fin de partie, no solo como el éxito de crítica que es desde su estreno, sino como símbolo del camino que debe seguir el coliseo en estos tiempos de crisis, momento en el que -indicó- es fácil recurrir a títulos “manidos” y generar un “empobrecimiento” del repertorio. “Siempre nos piden que volvamos a lo tradicional, pero es en este momento cuando debemos hacer hincapié en continuar con la creación y las estéticas actuales”, aseveró Iglesias, que también aprovechó -especialmente tras el anuncio del toque de queda- para aclarar que no afectará a la programación de Les Arts y para defender la cultura segura más allá del hashtag, como “algo real”. Y es este contexto una parte importante de la pieza, una obra que parece derribar los muros del coliseo y actuar como un espejo que acaba poniendo sobre las tablas las inquietudes de los espectadores.

Foto: MIGUEL LORENZO.

La ópera de György Kurtág, considerado como uno de los compositores fundamentales en la historia de la música del siglo XX, adapta la pieza teatral de Samuel Beckett, en la que cuatros personajes, aislados socialmente, habitan una pequeña casa junto al mar, un encierro que les obliga a enfrentarse a sus manías, miedos e inseguridades. Interpretada por el bajo noruego Frode Olsen (Hamm), el barítono británico Leigh Melrose (Clov), la contralto británica Hilary Summers (Nell) y el tenor italiano Leonardo Cortellazzi (Nagg), el texto se enmarca en el ciclo sobre la resiliencia impulsado por el centro, una pieza que interpela a un espectador que se verá en ella reflejado. “Desde que la hicimos la primera vez ha adquirido nuevos significados”, declaró Pierre Audi durante la presentación. "Compartimos [con el momento actual] la espera y la ansiedad, aunque espero que en nuestro caso sea una expectación por un renacimiento”.

La obra, que próximamente se podrá ver en la Ópera de París o el Lincoln Center de Nueva York, habla de esa ansiedad por saber qué pasará tras la catástrofe, un relato cuya puesta en marcha ha sido bien especial, empezando por el trabajo de construcción de los personajes, un proceso realizado a partir de talleres de la mano de sus intérpretes originales. “Kurtág escribió la pieza para las personas que estarán aquí”, explicó el director de escena. De esta forma, los espectadores valencianos tendrán la experiencia “total” a partir de una partitura que es, de acuerdo con Stenz, "totalmente única y diferente" a cualquier otra que él conozca. “Esta pieza es puro teatro, pura música, pura emoción. Es fascinante cómo la música provee de colores, no solo a partir del texto, sino también del subtexto”. 

“Es una partitura extraordinaria, probablemente la partitura con más color de todas las que ha escrito. Lo que Kurtág ha hecho en este caso es coger una pieza muy íntima y ha dado colores para cada palabra del texto que cantan los personajes. Es una obra maestra, extremadamente imaginativa y muy directa, como el fluir de la conciencia”, recalca el director musical. Prometen una pieza única y, ciertamente, no podía ser de otra manera teniendo en cuenta cómo ha sido el proceso de gestación de la ópera, una adaptación que es la excepción que confirma la regla. Y es que Samuel Becket se había negado a transformar sus textos en óperas, pues defendía que sus escritos ya tenían cualidades musicales, generando un proyecto que no se trata de una transformación del texto original -como pudiera pasar con el Otello de Verdi- sino que respeta palabra por palabra una obra a la que la música acompaña y refuerza, dotando de una gran "emoción" a esos silencios que hoy resuenan, dentro y fuera del coliseo. 


* Fin de partie, además del estreno este jueves, 29 de octubre, se representará también los días 31 de octubre y 1 y 4 de noviembre.

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