ALICANTE. Es difícil que un libro capte tu atención desde su primer capítulo. Solo cinco páginas han bastado para que el alicantino, Álex J. Román me dejara con la intriga en la piel, con la voraz necesidad de continuar leyendo. Ese inglés misterioso llamado, Noam Lawler está definido a grandes rasgos en esas cinco primeras páginas; pero contienen lo necesario para seducirte. La novela, En el corazón de Heiligtum (Letradepalo) tiene apena 154 páginas; pero son más que suficientes para mantenerte en tensión.
“La idea para crear la historia que ocurre en la novela me surgió, como me suele pasar, en el trabajo”, comenta Román. “La apunté enseguida y más tarde la retomé para ir dándole forma durante meses hasta culminar en lo que es hoy, una novela de suspense y misterio”. Lawler, el protagonista de la trama llega a Berlín, otra de esas ciudades tan novelescas. “Lo de Berlín fue precisamente por un viaje a Berlín de cuatro días. En aquél entonces andaba dándole vueltas sobre dónde ubicarla y allí me di cuenta de que Alemania cumplía a la perfección los requisitos necesarios para convertirse en el escenario deseado”, dice el autor.
Antes de comenzar una novela, el escritor en general se curte en batallas más pequeñas, como los relatos cortos. Un ensayo que les aporta más recursos literarios y sobre todo, algo de personalidad en la narración. Álex hizo lo propio con un libro de relatos, El Guardián de las Sombras. “Considero que, efectivamente, es lo más aconsejable a mí parecer”, responde el alicantino. “El formato corto del relato permite practicar diferentes aspectos de la escritura en poco tiempo. Con esa idea empecé a escribirlos yo y aquello terminó por desembocar en la compilación de El guardián de las sombras y en un estilo definido de intriga y misterio. Resultó una experiencia fundamental para después afrontar mi primera novela”, admite.
Como siempre, hay referentes, algunos más obvios; otros más sutiles. “Desde niño, siempre me fijé en autores de fantasía como Tolkien, Rowling o ahora George R. R. Martin, entre otros, ya que eran las historias que mejor saciaban mi imaginación”, recuerda. Aunque es cierto que la novela se aleja algo de los parámetros que trabajan los autores citados, sus derroteros están más próximos a lo detectivesco. “Con los años, por supuesto, también me han inspirado en gran medida las novelas de misterio de Agatha Christie o Edgar Allan Poe. Siendo un claro admirador de esas historias llenas de secretos que no puedes soltar hasta el final”, señala.
Hablamos de la importancia del inicio de una historia, sobre todo en estos tiempos donde la inmediatez impide paladear bien un producto. Una época llena de estímulos audiovisuales. “Creo que lo primero y más importante es construir un ambiente que inspire intriga, inquietud e incluso oscuridad, y colocarlo en el escenario y contexto idóneos”, comenta sobre el inicio de la novela. “Después, una incógnita que resulte atractiva para los lectores con la suficiente fuerza que les haga querer conocer la respuesta hasta el punto de devorar todas las páginas de la novela sin casi percatarse de ello”.
Una de las cosas que más me ha sorprendido es que En el corazón de Heiligtum se pueda conseguir en tantos lugares de la ciudad, algo extraño en las autoediciones. “Principalmente, en mi trabajo, el Estanco de la calle Alemania, que es donde me van a encontrar a mí y pueden llevárselo dedicado y con un marcapáginas de regalo”, comenta. Como idea, poder comprar un libro, cuando sea, y que te lo pueda firmar el autor en ese momento, es una pasada. Un valor añadido. “También está disponible en la tienda de cómics Ateneo, en el Kiosko de Matilde junto al edificio Colmena en el barrio de San Blas y en el Kiosko que hay en Oscar Esplá”.
Después del confinamiento, momento donde el escritor desarrolló el libro, han vuelto las presentaciones, aunque por desgracia no veremos ninguna de En el corazón de Heiligtum. “Todavía no he hecho ninguna presentación este año”, comenta. “Creo que no es el mejor momento debido a la situación actual. Esperaré a que todo mejore un poco, y así hacerla sin limitaciones. Quizá el año que viene”.