La escuela infantil de Caxton College asume la esencia metodológica que recientemente permitió a este colegio británico obtener el prestigioso sello de calidad internacional BSO
VALÈNCIA. Las aulas infantiles siguen un elaborado modelo educativo que ha permitido a este colegio de Puçol ser uno de los pocos centros escolares en España que ostenta el certificado British School Overseas concedido por la Inspección británica. Una de las peculiaridades de su sistema docente consiste en que, los alumnos de entre 1 y 3 años, se inician en el currículum británico asimilando, la lengua inglesa bajo la atenta mirada de profesores nativos. Además, el dinamismo y la creatividad de su programa pedagógico, junto con un profesorado que interactúa a diario con los padres para informarles con precisión de la vida escolar de sus hijos, son algunos de los puntos fuertes de esta propuesta innovadora.
Las clases están diseñadas para que el niño comience, desde el primer día de clase, a desarrollar sus capacidades cognitivas y sociales en un ambiente de juego. Y lo más destacado es que lo hace con la cercanía y la familiaridad de un hogar.
Las aulas se dividen en múltiples rincones lúdicos orientados, cada uno de ellos, a un objetivo de aprendizaje concreto. “Los niños de edades tan tempranas tienen mucha curiosidad por explorar y descubrir su entorno. Por eso, es importante que les demos autonomía y se sientan libres para ir de una zona a otra del aula y, a través del juego creativo y el apoyo de los profesores, adquieran nuevas habilidades”, asegura Ana Algaba, coordinadora de educación infantil de primer ciclo en Caxton College.
A través de estas áreas didácticas, “estimulamos la imaginación de los niños mediante juegos simbólicos, materiales naturales, lecturas creativas, role plays, métodos de relajación, etc., para que aprendan sin darse cuenta”, comenta la profesora Algaba.
Al ser los niños los que voluntariamente escogen lo que quieren hacer en cada momento, este sistema es muy motivador y, por ello, el aprendizaje es más significativo. “Sí que llevamos un control para comprobar que todos los niños pasen por las distintas áreas de aprendizaje a lo largo de la semana, de forma que se vayan cumpliendo los objetivos que nos hemos marcado. Si no es así, los vamos guiando para que estos espacios les sean atractivos y vayan progresando”, matiza Algaba desde una de sus aulas.
Otro de los factores diferenciales de este modelo educativo es que la naturaleza que los alumnos encuentran en los patios de recreo se convierte en una extensión del aula. De este modo, disfrutan también de zonas de aprendizaje al aire libre. Así, en un entorno natural, adquieren conocimientos, entre otras cosas, sobre cómo crecen los alimentos en un huerto ecológico que a diario observan y cuidan con sus profesoras. Este contacto ecológico les motiva, por ejemplo, a probar más variedad de alimentos y a inculcarles hábitos de comida saludables.
Este sistema educativo infantil respeta el ritmo de cada niño. Las clases se personalizan en función de sus necesidades, y de hecho las profesoras no diseñan una programación anual sino que la preparan semanalmente en función de cómo evolucionan los alumnos, “siguiendo la metodología de María Montessori pero sin dejar de lado las aportaciones de Howard Gardner sobre inteligencia emocional”, comenta Amparo Gil, directora de Caxton College.
Por otra parte, en cada clase hay una profesora española y otra nativa inglesa, de forma que los niños practican a diario vocabulario en los dos idiomas mientras siguen el currículum británico. Esto es muy positivo puesto que se les facilita la transición al siguiente ciclo educativo. Asimismo, es muy efectivo que escuchen y practiquen inglés en el momento que mayor plasticidad tiene su cerebro para el aprendizaje.
“Una de las cuestiones que más preocupa a los padres en estas edades es el cuidado que el niño va a recibir en el colegio”, asegura Algaba desde Caxton College. Por esa razón, es muy importante el número de profesores y asistentes que haya por clase, así como el número reducido de alumnos al que tengan que atender. “En nuestro caso, somos dos profesoras por aula y una persona de apoyo. Además contamos con diferentes asistentes para atender el momento de la siesta, el del comedor, el aseo de los materiales del aula y la gestión administrativa. De esta forma, las profesoras disponemos de más tiempo para dedicar a los alumnos”, aclara Algaba.
Además del cuidado y atención que reciben los alumnos a todos los niveles, este centro educativo fomenta a diario, de una manera muy especial, la relación con los padres. Las profesoras entregan y reciben a los niños directamente, hablan el tiempo que sea preciso para atender dudas, necesidades y, sobre todo, para que vean que su hijo es feliz en el colegio. Además, por medio de una app personalizada de evaluación continua y una agenda escolar, los padres interactúan con el profesor a diario. “De este modo, los padres nos perciben como un colegio muy familiar y cercano, como una burbuja protegida dentro del colegio donde todo ocurre con la serenidad que merece la educación de alumnos tan pequeños”, confirma Algaba desde uno de los rincones de lectura del aula.
Por último, cabe destacar que el sello de calidad BSO (British School Overseas) que reconoce la excelencia educativa a Caxton College representa la esencia del sistema británico por lo que su escuela infantil recoge en sus aulas ese testigo de refinamiento formativo.