VALÈNCIA. Toda buena nevera que se precie tiene que contar con una puerta en condiciones, dos cajones -como mínimo-, varias baldas y un sistema de ventilación que funcione como toca. También con un buen filtro por el que transpire todo, que ayude a que el aire fluya y que los olores no se estanquen. Un soplo de aire fresco que da vitalidad a un electrodoméstico lleno de vida, de luz -al menos cuando se abre- y de aromas. Comprendiendo esta filosofía de los objetos hay filtros sin nevera, pero no neveras sin filtro y por ello la galería valenciana Lanevera ha decidido dar vida a su nuevo y más que necesario espacio: Filtre, que abre sus puertas en Patraix el próximo sábado 22 de febrero.
Lo hace a manos de los “técnicos especialistas” Jussi Folch y Vicente Aguado, quienes han generado este nuevo espacio de “visbilidad, difusión y creación artística” para que Lanevera, el espacio principal, pueda respirar un poco y centrarse de pleno en la serigrafía. Tal y como lo explica Folch, este proyecto es el que sustituye a Lanevera Gallery y con él buscan crear un espacio que funcione como galería anexa el proyecto: “Lanevera tiene muchos componentes y Filtre es uno de ellos, queremos que sirva para acoger todo tipo de actividades que tenga un punto didáctico y que sirva para albergar exposiciones que tengan que ver con la serigrafía y las artes gráficas”.
Comprendiendo esta nueva “sede” como un lugar de experimentación, Folch explica también que se plantean poder hacer charlas, exposiciones y presentaciones y poder dejar Lanevera para el trabajo más manual y de estudio. Este cambio de nombre y de imagen les sirve también para “representarse” al mundo con un nuevo concepto que esperan que se comprenda como un nuevo punto en la ciudad: “Ha costado que se entienda el concepto de Lanevera Gallery junto a Lanevera Ediciones así que queremos cambiarle el nombre, el diseño y generar un nuevo punto en la ciudad”, explica uno de los gerentes del espacio.

- -
Con un nombre que es en sí mismo una declaración de intenciones Filtre abre sus puertas de la mano del artista valenciano Adrià Miko, quien introduce en el Centro Expositivo de Lanevera sus piezas de animales asalvajados entre colores y con gran formato en ¿Alguien me puede decir que ya soy lo que quiero ser?. Con esta exposición -y bajo la presión de algo nuevo que renace- Miko reflexiona sobre la reafirmación, el tejido social y artístico y su reino animal que refleja la batalla entre “lo personal impuesto y lo personal escogido y autoconstruido”.
Jugando con la broma inglesa de los triggers -en inglés disparador o desencadenante- Miko pinta en óleo tigres, gatos y todo tipo de felinos que tienen ramalazos que se pueden activar en cualquier momento “para despertar nuestra conciencia”. Lo hace con una muestra que busca el reconocimiento de su propia identidad y que pone el foco en la “autofefinición a través de la pintura”. Con esto, Miko reta a Filtre a ventilar una nevera llena de animales que deberían estar en la sabana y que se quedan congelados a través de sus cuadros, que ayudan a comprender la nueva etapa de este despiece artístico del espacio valenciano.