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VALÈNCIA. Más de 800.000 estudiantes valencianos de centros públicos y concertados arrancarán este lunes el próximo curso escolar 2024-25, un año lectivo en el que las matriculaciones de Formación Profesional han vuelto a experimentar un notable incremento y las de Bachillerato, otra de las etapas formativas postobligatorias, se han mantenido en niveles muy similares a los de ejercicios anteriores según informó esta semana el conseller de Educación, José Antonio Rovira.
Estas cifras evidencian así pues que cada vez más alumnos deciden continuar con sus estudios al terminar la Educación Secundaria Obligatoria (ESO), como demuestra también el hecho de que el abandono temprano de la formación, entendido como el porcentaje de personas de entre 18 y 24 años que deja de estudiar sin haber superado al menos el Bachillerato o una FP de grado medio, se sitúa ahora en torno al 15% a pesar de que hace dos décadas se ubicaba de forma recurrente por encima del 30%.
De este modo, es más habitual encontrar a personas con títulos formativos no obligatorios entre las generaciones más jóvenes que entre las precedentes, lo que conduce a pensar que la edad es uno de los factores que condiciona el nivel de estudios alcanzado, junto a otros como la renta. De hecho, y en términos generales, son las localidades de la Comunitat Valenciana con mayor nivel de ingresos, ubicadas en muchos casos en entornos urbanos, las que presentan una mayor proporción de vecinos con una formación que va más allá de la ESO, a la vez que allí donde el tren de vida es más modesto suelen ser mayoría quienes han acabado como mucho la Secundaria.
Así se desprende de las cifras sobre el nivel de estudios de la población que recoge el Instituto Nacional de Estadística (INE) en su censo anual de la población, donde se observa que en 2022 un 50,2% de los habitantes de la Comunitat Valenciana que tenían más de 15 años había obtenido como mucho el graduado en la ESO o un equivalente. Una realidad que, no obstante, no se replica de igual manera en cada localidad de la autonomía, ya que en la capital y en su área metropolitana es habitual que más de la mitad de los vecinos haya completado estudios más allá de las etapas estrictamente obligatorias. En València, por ejemplo, ese porcentaje supera el 63%, mientras que en Paterna llega al 58% y en Moncada al 55%.
No es de extrañar, por tanto, que las tres comarcas que presentan más población con estudios no obligatorios cursados sean València, El Camp de Túria y l’Horta Nord. Allí es frecuente incluso encontrar personas que posean una titulación universitaria o de FP de grado superior, como sucede igualmente en el Camp de Morvedre, otra área también cercana a la capital de la Comunitat Valenciana y en cuya ciudad más relevante, Sagunto, un 57% de los mayores de 15 años tiene algún tipo de formación postobligatoria.
En este sentido, y además de las comarcas anteriores, solo en otras dos zonas valencianas habría más población con estudios completados más allá de la ESO que personas que como mucho habrían terminado la secundaria obligatoria. Son l’Alacantí y la Plana Alta, donde se ubican las otras dos capitales provinciales y también otros municipios de rentas superiores a la media, como Benicàssim, una localidad en la que el 71% de los mayores de 15 años ha superado como mínimo una FP de grado medio o el Bachillerato; o Mutxamel, donde ese porcentaje llega al 56%.
La influencia de la renta se hace todavía más evidente en el caso de las localidades que presentan los mayores porcentajes de personas con estudios postobligatorios superados. Así, el municipio de la autonomía valenciana con mayores ingresos medios por hogar según el INE, como es Rocafort, es también el que tiene mayor proporción de vecinos con estudios posteriores la ESO, con casi un 76%. Por encima del 70% se encuentran igualmente otras poblaciones de la provincia de Valencia con rentas muy elevadas, como San Antonio de Benagéber, Godella, l'Eliana o Canet d'en Berenguer.
En cambio, las tres localidades con menor porcentaje de vecinos con estudios más allá de la ESO se encuentran en la comarca de la Vega Baja, que es a su vez una de las zonas de la Comunitat Valenciana donde se concentran muchos municipios de muy bajas rentas. En Rojales, cuya media de edad es además de las más altas de esta zona, menos del 17% de los habitantes mayores de 15 años tiene una titulación superior a la ESO, un dato que la convierte en la población valenciana con el porcentaje más bajo. Le siguen, con una proporción que ronda el 23%, San Fulgencio y San Miguel de Salinas. Al mismo tiempo, en la provincia Valencia, localidades como Dos Aguas (24%) y Venta del Moro (28%) estarían entre las que tienen un porcentaje de vecinos más bajo con estudios postobligatorios superados, mientras que en Castellón figurarían Villahermosa del Río (24%) o la Serratella (26%).
Por su parte, y aunque el INE no ofrece datos por tramo de edad para cada localidad de la Comunitat Valenciana, en el conjunto de la autonomía se observa cómo el porcentaje de personas que sigue sus estudios una vez superada la etapa secundaria obligatoria se incrementa con creces conforme desciende la edad. De esta forma, y mientras que solo un 26% de la población valenciana de entre 70 y 79 años ha completado un nivel de enseñanza equivalente al menos al Bachillerato o la Formación Profesional de grado medio, entre los residentes más jóvenes, aquellos que tienen entre 20 y 29 años, la situación es justamente la opuesta.
La caída del porcentaje de población que ha superado como mucho la ESO o un nivel equivalente es además progresiva, y oscila del 90% que arrojan las franjas de edad más altas al 26% de los más jóvenes, pasando por el 60% de quienes tienen entre 60 y 69 años y el 38% de quienes se encuentran entre los 30 y los 39. Así pues, tres de cada cuatro habitantes valencianos menores de treinta años ya siguen con sus estudios más allá de las etapas obligatorias.