VALÈNCIA. Ha sido uno de los proyectos más queridos, de los más meditados, y sin embargo ha pasado casi desapercibido. El Govern de la Nau ha intentado devolver los árboles al primer plano del urbanismo en València, más allá de los parques y jardines, y ha diseñado toda una estrategia pensada para que ellos tomaran la ciudad.
En Padre Barranco, en Menéndez Pidal, en Maestro Rodrigo, en Guillem de Castro, en Cirilo Amorós… La Concejalía de Parques y Jardines de Pilar Soriano ha hecho que los árboles ocupen todos los distritos de València, sus calles, sus aceras, que formen parte del paisaje cotidiano y que lo extraño sea una calle sin árbol.
Consumiendo sus últimos días como regidora del Govern de la Nau, esta veterana de la política municipal explicaba este martes tarde, en un receso de la ejecutiva de Compromís, hasta que punto la plantación de árboles en València y, más concretamente, “llenar todos los alcorques que durante muchos años han estado vacíos” ha sido uno de los “proyectos estrella” de su Concejalía.
Un dato económico da fe de ello: la inversión ha superado los dos millones de euros. En total se plantarán 3.274 árboles con los que esperan “llenar de vida todos esos espacios”, explicaba Soriano. Una iniciativa “muy ambiciosa”, admitía, pero “que redunda en beneficio de todos y todas”. Y, sobre todo, que corrige una dinámica viciada, la de las últimas legislaturas en las que los alcorques vacíos se convirtieron en algo habitual. “Acabamos con años de olvido en esta materia porque queremos y merecemos una València más verde”, aseguraba.
Una València más verde es precisamente el nombre del plan, del que, por el momento, se ha ejecutado ya una cuarta parte después de los trabajos de obra civil iniciados el último mes de febrero. Estos consistieron en desfondar un total de 1.203 alcorques y ampliar 936 para optimizar el estado y el crecimiento correcto de los árboles.
Por ahora son 819 ejemplares que se han ubicado en 14 distritos de la ciudad: Campanar, la Saïdia, l’Olivereta, Patraix, Jesús, Quatre Carreres, Poblats Marítims, Camins al Grau, Algirós, Rascanya, Benicalap, Poblats del Nord, Poblats de l’Oest y Poblats del Sud. Pero, cuando acabe el plan se habrán cubierto los 19 distritos de la ciudad y todos los barrios. 3.274 árboles que se suman a los 900 que ya se habían plantado a lo largo de 2018 en otras intervenciones puntuales fuera del plan.
Árboles entre los que se encuentran las nuevas jacarandas de Menéndez Pidal, con sus flores violetas, que han sustituido a los arces. O los ginkgo asiáticos, una de las especies de árbol vivo más antigua, únicos en el mundo, que se han plantado en Jacinto Benavente. Árboles, en definitiva, que se convierten en nuevos vecinos de una València que quiere ser más ecológica.