VALÈNCIA. Los núcleos de Campanar y Beniferri se convirtieron, a finales del siglo pasado y especialmente con el cambio de siglo, en uno de los ámbitos de València de mayor expansión urbana con el desarrollo de anchas avenidas y la construcción de densas promociones de vivienda. El crecimiento hacia el noroeste de la urbe, al calor del 'boom' inmobiliario, acabó fagocitando los históricos nodos de población pero dejó a su paso varios vacíos urbanísticos que todavía quedan por completar. El Plan Especial de Campanar que va a sacar a exposición pública el Ayuntamiento de València ya incluye, entre otros, los cambios necesarios para su culminación.
Uno de los más notorios, a la entrada del distrito, es visible desde Nuevo Centro, en la avenida Pío XII. Presidido por numerosas vallas publicitarias y convertido en aparcamiento improvisado en un tetris de fincas, se trata, según recoge el Plan Especial, de un sector "degradado que no se ha desarrollado debido a las altas cargas urbanísticas que suponía su desarrollo", pero su reordenación urbanística ya está en trámite desde que hace unos años la Inmobiliaria Guadalmedina, propietaria mayoritaria del suelo, impulsara un PAI que ya ha superado su exposición pública.
Con él, se pretende regenerar esta zona con el derribo (previa indemnización y realojo) de hasta ocho edificaciones que actualmente están fuera de ordenación y en un estado "deficiente". Todo ello despejará el terreno para ubicar dos zonas verdes de casi 3.000 metros cuadrados en total, 1.600 metros cuadrados de viales peatonales y cinco bloques de viviendas de hasta 11 plantas que podrán albergar hasta 133 viviendas en su conjunto.
Otro de los 'puntos negros' del distrito -así los llaman los redactores del Plan Especial- se conoce con el nombre de Acequia de Rascanya, situado en otro de los grandes ejes, la avenida Maestro Rodrigo. Aquí, el Plan General aprobado en 1988 preveía la creación de una gran zona verde, pero no un mecanismo de obtención de este suelo por parte del Ayuntamiento, así que hoy está ocupado por un lavadero y un concesionario de coches.
Se trata de otra "área degradada" que resta "calidad al espacio urbano de Campanar", dice el Plan, que propone para esta zona, ahora sí, el desarrollo de una gran zona verde de más de 12.000 metros cuadrados compaginada con parcelas de uso residencial y terciario que servirán para financiar otras dotaciones previstas en el barrio. La distribución de los nuevos edificios respetará, eso sí, el trazado primitivo de la acequia, y el jardín acogerá también un nuevo espacio dotacional "vinculado" a este espacio libre.
Para ello, se deberá aprobar un PAI y desde los Servicios Técnicos Municipales se ha indicado que la actuación debería incluir la obligación de ceder y urbanizar el conjunto del ámbito con un mínimo del 70% del suelo para dotaciones públicas. Así pues, se deja para el PAI la elaboración de la propuesta urbanística que "sea viable económicamente y más beneficiosa para el conjunto de la ciudadanía", pues habrá que dar solución a la actividad que ahora mismo hay en estas parcelas.
También en Maestro Rodrigo, avenida arriba en el cruce con General Avilés, y enfrente del edificio que protagonizó el gran incendio del pasado mes de febrero, permanece otra gran bolsa de suelo sin urbanizar. Se podría decir que aquí finaliza en el flanco norte el núcleo histórico de Campanar, caracterizado por edificaciones de dos plantas. El plan propone "finalizar la trama del núcleo histórico [...] respetando su condición de Bien de Relevancia Local" y para ello, se plantean edificaciones similares a las existentes, además de un equipamiento público acompañado de una zona verde.
El Plan recoge, por otra parte, un cambio que ya ha aprobado el Ayuntamiento, y que supondrá el derribo de unas naves industriales sin uso para la construcción de vivienda pública. En la calle Padre Barranco, cerca del polideportivo de San José, de la glorieta de la escultura de la Dama de Elche y en las proximidades del Nou Mestalla, se erigen las mencionadas naves que, desde el año 2008, están "pendientes de resolución". No fue hasta 2020 cuando el consistorio suscribió un convenio para la expropiación de estos inmuebles, y en 2023 acabó de tramitar la modificación urbanística, que ahora también figura en el Plan Especial.
El Ayuntamiento deberá acometer el derribo de 1.700 metros cuadrados de naves industriales, cuyo espacio servirá para ampliar la calle existente y para la construcción de "vivienda asistencial" en suelo municipal en una finca de nueva planta de 700 metros cuadrados de huella que podrá albergar ocho pisos, según los cálculos municipales. "La edificabilidad del equipamiento de vivienda asistencial no es lucrativa", señala el plan, que incluye también un pequeño retoque en la zona verde aledaña.
El Plan Especial de Campanar incluye también el núcleo histórico de Beniferri. Aquí, el Plan destaca que las zonas que se habían previsto limítrofes a la avenida de Cortes Valencianas, al otro lado del Palacio de Congresos, "no han sido obtenidas por el Ayuntamiento" por no existir previsión de un mecanismo de gestión. Esto, "además de una falta de dotaciones públicas al servicio de los vecinos de la zona", facilita que se haya creado una zona "paisajísticamente muy degradada".
Se cifran en hasta 5.000 los metros cuadrados de suelo que no se ha desarrollado y que es apto "para la edificación de viviendas de tipología unifamiliar" similar a las que hay en el resto del núcleo. Así pues, el Plan propone una nueva ordenación urbana que garantizaría la viabilidad económica de las intervenciones sobre los espacios libres de la avenida. "Se prevén usos residenciales y terciarios en tipología de bloque abierto" en el sureste así como viviendas unifamiliares en manzanas compactas en el borde del sector.