VALENCIA. Los ojos de medio mundo mirarán hacia el Reino Unido el próximo 23 de junio, fecha en la que tendrá lugar el referéndum para votar si sigue o no en la Unión Europa. Es lo que se conoce como 'Brexit', una palabra derivada de la conjunción de 'British' y 'Exit' o 'salida británica'.
El órdago a la grande ya está lanzado y ahora solo queda esperar que sea un farol.... o una realidad. Por lo pronto, las encuestas vuelven a estar encabezadas por el más que inquietante 'sí', lo que caso de confirmarse impactaría también sobre la Comunitat Valenciana por aquello de las intensas relaciones entre ambas áreas geográficas.
Ni que decir tiene que la victoria del 'no' dejaría las cosas como están, pero el triunfo del 'sí' provocaría de entrada una fuerte depreciación de la libra esterlina y con ello daños colaterales sobre estas tierras. Por lo pronto el Banco de Inglaterra advierte que a la caída superior al 7% que acumula la libra esterlina frente al euro en los últimos meses (ver el gráfico adjunto) habría que añadirle otro 20%.
Pero, ¿por qué tan brusca caída de la libra esterlina frente al euro? Julien Pierre, economista jefe de Lazard Frères Gestion, apuntaba en este diario hace once días que "el Reino Unido registra una de las cuentas corrientes más elevadas entre los grandes países, y ese déficit se ha incrementado durante los últimos trimestres principalmente debido al efecto de la bajada del precio de las materias primas sobre los beneficios de las empresas de los sectores energético y minero".
Para financiar el déficit por cuenta corriente británico, apunta Pierre, "sólo puede financiarse si se atrae capitales procedentes del resto del mundo. El 'Brexit' reduciría el atractivo del Reino Unido, haciendo necesaria una depreciación significativa de la libra para reequilibrar la balanza de pagos". Lo cierto es que la depreciación de la libra esterlina, repercutiría directamente sobre cuatro aspectos básicos en cualquier economía que se precie: balanza comercial, turismo, empleo e inversiones.
Nunca antes la Comunitat Valenciana había exportado hacia el Reino Unido los 2.952 millones de euros al cierre del pasado año -el tercer registro por detrás de Alemania (3.687 millones) y Francia (3.479 millones)- , que todo apuntaba a que se iban a superar este año porque solo en los tres primeros años ya se habían alcanzado los 809,70 millones de euros, según los datos de la Secretaría de Estado de Comercio. Como tampoco antes se había visto semejante volumen de importaciones, con 1.366 millones a finales de 2015 y 414,46 millones a 31 de marzo pasado.
Según el informe de la Camára de Comercio de Valencia publicado ayer, los productos valencianos más afectados podrían ser los elementos de transportes y sus componentes, productos agroalimentarios (frescos o procesados), maquinaria mecánica y eléctrica, productos cerámicos y calzado.
La depreciación de la libra esterlina frente al euro encarecería los productos valencianos, por lo que serían menos competitivos en el mercado inglés. Pero la cosa no queda ahí porque habría un encarecimiento de las barreras arancelarias, incrementando trámites y costes a la hora de exportar a las islas. Por no hablar de que la caída de la renta implicaría una menor demanda de productos importados como bien apuntaba el informe de la Cámara de Comercio de Valencia.
La Comunitat Valenciana recibió el pasado año la visita de unos 2,7 millones de británicos - el 35% de los turistas extranjeros, según la Cámara de Comercio de Valencia-, con la particularidad de que casi dos tercios de los mismos, tal y como lo advierte la Agencia Valenciana del Turisme (AVT), suelen venir sin ningún paquete contratado, lo que dispersa sus gastos. Con datos del año 2014 de la AVT, el gasto por viaje en destino que realizó cada turista británico -excluyendo el coste del transporte hasta la Comunitat- fue de 630 euros, con una estancia media de 9 días.
Unos números que en caso de que gane el 'sí' en el 'Brexit' se reducirán -y mucho-, dado que los ciudadanos del Reino Unido perderán poder adquisitivo y ello derivará en un menor gasto de los turistas que vengan a algún punto de la Comunitat Valenciana y muy especialmente hacia Alicante, una de las zonas residenciales preferidas por los ingleses de todo el territorio nacional.
El referéndum del 'Brexit' llega en plena reactivación del ladrillo en la Comunitat Valenciana donde no pocos inversores británicos -principalmente fondos de inversión-llevan echando sus redes aquí. De hecho son los compradores internacionales más activos sobre el mercado de viviendas con casi el 16% en lo que a la región se refiere, según datos del Ministerio de Fomento.
El porcentaje irá a menos porque con la depreciación de la moneda inglesa el coste de venir y de invertir -ya no solo en inmuebles- será mayor. Cierto es que no pocos británicos tienen ya su segundo domicilio en algún punto de la Comunitat, muy especialmente en la provincia de Alicante con Benidorm como punta de lanza.
Por lo pronto ahí está el caso de la promotora inmobiliaria británica Taylor Wimpey. la segunda mayor del país, cuyas ventas en España crecieron el pasado año un 53% y con 270 viviendas en cartera a 31 de diciembre de 2015 frente a las 233 del cierre de 2014 y muchas de ellas en la Costa Blanca.
Reino Unido se ha convertido en uno de los destinos preferidos de los jóvenes valencianos a la hora de buscar un empleo por aquello de perfeccionar el idioma inglés. Actualmente hay en torno a unos 25.000, según datos del Registro del Consulado General de Londres.
El más que probable aumento de los visados y trabas para trabajar allí -siempre y cuando gane el 'sí'- mermaría considerablemente dicha cifra, lo que obligaría a muchos de ellos a volver; por no hablar de que los costes de tramitación para las empresas allí instaladas también serían mayores.
Las exportaciones españolas de bienes y servicios crecieron con fuerza tras la Gran Recesión aumentando su peso en el PIB hasta el 39% en 2023, 13 puntos más que en 2008.