VALÈNCIA. Quino y Mafalda se comprenden en el mismo trazo, y ahora comparten espacio en el Edificio del Reloj, en la exposición Quino. Mafalda y mucho más. La muestra hace un recorrido por la vida y trabajo de Quino, a través de más de 200 viñetas y haciendo un repaso a través de la vida del artista argentino. En la inauguración han estado presentes Carolina Lavado y María Lavado, sobrinas del autor, quienes han compartido una visión más íntima del dibujante en la que es la primera exposición que se hace en España después de su muerte. Para ambas esta exposición ha dejado muy claro un factor clave sobre su trabajo, que su análisis universal trasciende en el tiempo y que cuenta con una lectura totalmente válida en la actualidad: “Su discurso sobre la igualdad social, la posición de la mujer, la política y el cuidado del mundo sigue siendo totalmente válida. Tiene un trazo universal”, ha concretado Carolina.
Este trazo universal fue el que le hizo dar su salto a la fama. Quino comenzó trabajando creando mensajes universales para prensa, sin embargo conforme su relato se volvió más crítico y puntero se fue trasladando hacia un ámbito privado, generando así sus primeras viñetas que generaban debate sobre cuestiones como filosofía, injusticias y feminismo. Para María Lavado una de las claves de que este relato transcurra en el tiempo es que su tío era una persona extremadamente observadora que “se sentaba a escribir en medio de un bar o café y se inspiraba observando lo que sucedía a su alrededor”. En el año 1964 nació el personaje de Mafalda y lo hizo junto a sus padres y sus amigos quienes en sus viñetas contextualizaban su pequeña pero madura reflexión sobre el mundo. En este momento la carrera de Quino como dibujante humorístico dio un giro completo, sus viñetas se tradujeron a más de 40 idiomas, todo ello gracias a que el lenguaje de Mafalda, una niña directa y tenaz, tocaba todo tipo de discursos traspasando las barreras culturales.
Para Juan García, comisario de la exposición, una de las claves del dibujo del argentino es que se trataba de un trazo amable pero sincero, que relataba de forma fiel lo que sucedía en la sociedad: “50 años después muchas de estas viñetas siguen siendo vigentes, eso refleja que su lucha contra las injusticias debe seguir reivindicándose”. Junto a la comisaria Ester Medán han querido reflejar parte de esta lucha en pequeñas secciones de la exposición, como por ejemplo en la que se reflejan los diez principios de la Declaración de los Derechos de la Infancia, recogiendo las viñetas clave que los ilustran. García considera que Quino pudo tratar estos temas a través de un “humor político” que a pesar de estar enfocado para adultos permitió a los más jóvenes acercarse a cuestiones relacionadas con la justicia y la igualdad, llegando a ponerse como ejemplo en centros escolares.
A través de más de 200 viñetas el relato de Quino sigue leyéndose y reivindicándose a día de hoy, ambos comisarios de la exposición coinciden en que la tarea más ardua para montar la exposición fue hacer una selección tan “escueta” entre todo el trabajo del autor. Aseguran que esta selección se ha realizado por parte de todo el equipo de Valenciaport teniendo en cuenta factores personales como por ejemplo las lecturas que hacían sobre las viñetas según ciertos momentos de sus vidas y contemplando cuales les marcaron más. Junto a esta selección está también el legado de Quino, en el que marca las que él mismo consideró como sus 10 mejores viñetas, que suponían una traducción ilustrada de su crítica social. Y para cerrar el círculo de las lecturas y homenajes al autor al final de la exposición se puede observar un muro homenaje con las viñetas que surgieron después de su fallecimiento en septiembre del 2020, de la mano de autores como Forbes, Ortifus y Peridis.
Además de las viñetas, los carteles publicitarios y las publicaciones del autor la exposición cuenta con un espacio habilitado para invidentes en el que hay varias publicaciones de Mafalda en braile. También cabe destacar que todo el recorrido cuenta con códigos QR que acompañan la exposición con una audioguía explicando detalles de la vida de Quino y de su proceso creativo. Y siguiendo con el lenguaje universal del viñetista la muestra se adapta a los niños, ofreciendo un espacio en el que pueden colorear y pintar viñetas de Mafalda y sus amigos que serán expuestas también en un pequeño muro. Para María Lavado la representación de este espacio para los más jóvenes es fundamental, ya que son ellos quienes deben acercarse al autor con curiosidad y voluntad de comprenderlo: "Nuestro tío adoraba a los niños, y ellos le idolatraban. Muchos de ellos no entendían sus viñetas y aún así le pedían autógrafos por la calle. Creo que es un excelente reflejo de lo que consiguió con su personaje, llegar a todo el mundo sin ningún tipo de barrera".
