VALÈNCIA. El Centre del Carme va camino de cumplir un año de transición. Fue el pasado mes de noviembre cuando, con Vicente Barrera (Vox) entonces al frente de la Conselleria de Cultura, se cesaba al hasta entonces gerente, José Luis Pérez Pont. Este cambio abría un camino cargado de incógnitas para el organismo, pues fue precisamente su anterior gerente quien, durante el gobierno del Botànic, lideró la transformación del espacio en un centro de cultura contemporánea. Los dos pilares de la programación fueron, en gran medida, un sistema de convocatorias públicas así como las crecientes alianzas con eventos externos, que resultó en un éxito de asistencia de público.
Con todo, la sede del Consorci de Museus vuelve a situarse, si no en la casilla de salida, en un punto de inflexión, a la espera de desarrollar un nuevo proyecto que no se ha llegado a aterrizar. Y es que, aunque sí que parece que se mantendrá el espíritu contemporáneo del proyecto, todavía se tiene que concretar la visión a largo plazo, una mirada que debe llegar de la mano de un director artístico que, de momento, no existe. “La idea del proyecto es darle libertad tanto al nuevo gerente como al director artístico que está por entrar para que ellos hagan una programación […] Estamos abiertos a que se presente cualquier proyecto, sea en la línea que existe actualmente o sea en una línea diferente”, expresaba en noviembre el entonces conseller, Vicente Barrera, un puesto que desde hace unos días ocupa José Antonio Rovira tras la salida de Vox del gobierno autonómico.
En este sentido, hay que tener en cuenta que todavía está pendiente el inicio del concurso de selección del nuevo director artístico. Si bien en diciembre la Conselleria seleccionó de manera directa interna a Nicolás Bugeda para ocupar la gerencia del Centre del Carme, la plaza de dirección artística está vacante, labores que están llevando a cabo desde el año pasado los trabajadores del centro. Desde entonces se ha ido funcionando con las propuestas artísticas que ya venían programadas de la etapa anterior, así como otras tantas de nuevo cuño que han engrosado la programación en este año. Y entre tanta incógnita, una que cada vez resulta más evidente es el cambio en la relación con los eventos externos, claves en la etapa anterior.
Y es que si en este año se ha mantenido algunas propuestas como el ciclo de cine de verano, que tendrá lugar en agosto, o un reformulado proyecto de conferencias en torno al sector audiovisual, no son pocos los eventos que en los últimos años se habían vinculado al centro cultural y que lo han abandonado por distintas circunstancias. Quizá la salida más llamativa es la de los conciertos, que ocupaban antaño gran parte de la programación del museo con colaboraciones con distintos festivales y citas musicales de la ciudad. La falta de licencia, tal y como explicaron desde la propia Conselleria de Cultura en diciembre, provocaba un frenazo en las citas musicales.
Esto obligó a cancelar in extremis los Conciertos desde la cama programados en el Centre del Carme, un ciclo producido por el Consorci de Museus junto al colectivo Cero en Conducta. Pero no solo. También, por ejemplo, ha salido del centro cultural el festival Vihsibles, una celebración festiva y reivindicativa a partir del trabajo del Comité Antisida de València (ComitéVLC). El proyecto, que nació en 2018 tras conseguir el reconocimiento del Consorci de Museus en la convocatoria Altaveu para proyectos de Innovación Social, celebró su séptima edición hace apenas unas semanas fuera del museo.
En el caso de los eventos musicales, la cuestión de la licencia ha sido clave para la reducción del volumen de citas, pero no es el único caso. Esta misma semana se conocía que el festival Russafa Escènica, que el próximo mes de septiembre dará el pistoletazo de salida a su edición número 14, no encontrará acomodo en el Centre del Carme, que desde hace años ha sido uno de sus aliados. “Sin ninguna explicación por parte de la nueva dirección ni oportunidad, a pesar de los numerosos intentos de contacto por parte del equipo del festival, ha roto una colaboración que empezó hace seis años. Y ni siquiera les han dado la oportunidad de presentar en persona el proyecto de la presente edición”, explican los organizadores del festival, que se muestran “decepcionados” por el trato recibido siendo una propuesta que “dinamiza, genera públicos y estimula la creatividad”. Preguntados por este diario, desde el Consorci de Museus optaron por no valorar el comunicado.
Otra de las citas destacadas del circuito cultural valenciano que este año no tendrá lugar en el Centre del Carme es el festival y feria del libro ilustrado Baba Kamo. Desde su nacimiento en 2018 ha encontrado acomodo en el CCCC que, además de la feria, acogía un proyecto expositivo vinculado al proyecto, una relación que acaba este curso, en el que se ha anunciado la suspensión de su edición de 2024. “Por una parte nos encontramos con una reducción significativa de los fondos necesarios para el presupuesto del proyecto, lo que supone una falta de recursos a la hora de llevarlo a cabo de manera solvente. A esto se añade la incertidumbre de hoy en día por parte del Centre del Carme -hogar y parte fundamental del festival durante estos seis años- respecto a la cesión del espacio y la subvención de la actividad”, explicaban en un comunicado reciente los organizadores de Baba Kamo.