VALENCIA. Fomentar una gestión más transparente, aumentar el arraigo en el entorno social y territorial y reformar las funciones del Consejo Rector y el Consejo Asesor para alcanzar la “democratización” de su funcionamiento. Estas son las principales novedades que presenta el anteproyecto de Ley del Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM), que aprobó ayer el Consell y que sustituirá a la norma que creó el museo, aún vigente, treinta años después de su puesta en marcha, una norma que busca, en definitiva, aplicar más "filtros y máxima fiscalización" para evitar casos como la investigación a la exdirectora del museo, Consuelo Císcar, investigada por presuntas irregularidades en la gestión del centro de artes.
La nueva ley bebe de aquellas que rigen espacios como el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid o el Museu d'Art Contemporani de Barcelona (MACBA), aunque con un modelo propio que busca reducir la intervención externa. El objetivo es generar un museo "más dinámico" y "vuelva a ser un referente nacional" a partir de un texto que fija la estructura organizativa de la institución y órganos rectores, con el presidente del IVAM, que ostenta su representación; el Consejo Rector, como órgano superior de gobierno del IVAM, con facultades de dirección, control y supervisión de las actuaciones del Instituto; el Consejo Asesor, como órgano con funciones consultivas en cuestiones como la programación del Instituto, la adquisición de obras o la aceptación de donaciones y cesiones al IVAM, y el director gerente, a quien corresponde la dirección y la gestión ordinaria del Instituto, quien tendrá la condición de alto cargo y su nombramiento y cese se efectuará por decreto del Consejo.
En el apartado del régimen presupuestario y control económico-financiero, se ajustará a la regulación establecida para las entidades de derecho público, incluyendo mecanismos de fiscalización y transparencia. Por ejemplo, quedan bajo el visto bueno del Consejo Rector: la autorización de los convenios y protocolos y también es necesaria la autorización del Consejo Rector de los contratos superiores a 500.000 euros. El presidente del IVAM, que será la persona titular de la Conselleria con competencia en materia de cultura, además de presidir el Consejo Rector, autorizará operaciones económicas como disposición del crédito, autorizaciones de gasto, reconocimiento de obligaciones y ordenación de pagos. Además, el auditor interno del IVAM acudirá a las reuniones del Consejo Rector. Los miembros del Consejo Asesor, con funciones consultivas sobre programación y adquisición de obras de arte, aceptación de donaciones o cesiones, se deberán conformar siguiendo el Código de Buenas Prácticas en la Cultura Valenciana.
"Ponemos más filtros para impedir que pasen situaciones como las que se han vivido en el museo, pero al final es la persona la que no que hacer este tipo de actuaciones", indicó Marzà durante la rueda de prensa del Consell, quien ha subrayado que cualquier persona sospechosa de mala actuación será "cesada". Precisamente, la ley también establece la figura de director honorario del IVAM, nombramiento que podrá concederse, por acuerdo de la mayoría del Consejo Rector, a los ex-directores del Instituto y que tendrá un carácter honorífico, sin retribución económica, como reconocimiento de la gestión realizada al frente del museo. En este punto, el titular del departamento de Cultura puntualizó que el otorgamiento de esta distinción se realizará "de forma unilateral" y se revisará en caso de que la persona que lo ostente esté imputada o investigada.
De igual manera, la nueva Ley del IVAM regula también aspectos básicos en la organización de la entidad, como los recursos económicos, incluyendo tanto los derivados de consignaciones presupuestarias de la Generalitat como de otras vías como ingresos por las actividades de gestión y explotación o los ingresos por patrocinio o mecenazgo; el régimen patrimonial, con la consideración del patrimonio del IVAM como patrimonio de dominio público de la Generalitat; el régimen de contratación, regulado, por su condición de Administración pública, por las normas previstas para estos tipos de entes, y el régimen del personal, determinando que el personal propio tendrá la condición de personal laboral y se regirá, en su relación con el Instituto, por el derecho laboral.
La creación de esta nueva ley supone la derogación de la que hasta ahora regía el Instituto, que fechaba del 30 de diciembre de 1986, y dota al museo de herramientas necesarias “adaptadas al siglo XXI”. Aquella misma ley creó el Instituto Valenciano de Artes Escénicas, Cinematografía y Música, que en 1994 se convirtió en CulturArts.
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