consideran "imprescindible" actuar sobre las zonas de más alto valor paisajístico

Los ingenieros agrónomos urgen a intervenir en La Granadella para mejorar el paisaje en un año

14/09/2016 - 

VALENCIA. (EUROPA PRESS). El Colegio de Ingenieros Agrónomos de Levante (COIAL) considera "imprescindible" actuar sobre las zonas de más alto valor paisajístico calcinadas por el incendio de Jávea, dos espacios que suman juntos una superficie de nueve hectáreas, y cuyo estado después del fuego "no sólo ha provocado un grave impacto ambiental, sino que, además, lo puede provocar económico por dejar de ser un polo de atracción turística de calidad". 

(VER VÍDEO DE LOS EFECTOS DEL INCENDIO EL JÁVEA)

La entidad colegial ha destacado en un comunicado que, según los expertos, "existe la tecnología para que, con una adecuada planificación, ejecución y mantenimiento, los resultados empiecen a ser visibles desde el primer año".

El primero de estos parajes es el entorno del Barranc de Martorell, que da acceso a la Cala Granadella. Según sus primeras estimaciones, la creación de espacios públicos, implementación de equipamientos y los sistemas de vegetación podría rondar 1,2 millones de euros.

El segundo sería el entorno del Castell de la Granadella y Tossal de Chapa, una zona de gran exposición visual que constituye el fondo escénico de la cala de la Granadella. Los ingenieros agrónomos proponen una primera fase basada en una regeneración "extensiva", que resulta de "bajo coste" y con resultados "rápidamente visibles", además de una mejora de las infraestructuras ambientales. Esta actuación podría ascender a 1,6 millones de euros.

En ambos casos, y si se acometen los trabajos "de inmediato", los ingenieros agrónomos estiman que los resultados "podrían comenzar a verse a partir del primer año, coincidiendo con el próximo período estival, lo que minimizaría la huella del fuego en estas valiosas zonas". Para el resto del terreno siniestrado, el COIAL apuesta por una intervención "convencional", similar a las que se llevan a cabo en la mayoría de zonas afectadas por un incendio forestal.

El Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Levante también ha analizado la tipología de algunas de las zonas que han sido presa de las llamas. "Definir el carácter, la función o un programa para el suelo rústico es una asignatura pendiente en la Comunitat Valenciana que legislaciones como la LOTUP tratan de corregir a través de los estudios de paisaje o la infraestructura verde, con resultado desigual", aseguran desde la entidad.

Cortes de Pallás

La institución colegial lamenta que no es la primera vez que advierten de ello. "Ya lo dijimos en 2012, tras el gran incendio de Cortes de Pallás: los ayuntamientos dedican los recursos técnicos para dar un tratamiento correcto al medio urbano y planificar lo que de una forma inminente se va a convertir en urbano, pero salvo en contadas excepciones, no tienen técnicos que se dediquen a gestionar el espacio no urbanizable, es decir, básicamente el espacio agrario y forestal del municipio", apuntan.

Asimismo, añaden que los Planes Generales y la Ordenanzas municipales "no comprenden aspectos fundamentales para el medio natural (suelo no urbanizable) ni para la gestión de la infraestructura verde del propio espacio urbanizado".

También destacan la importancia del encaje territorial y la integración paisajística ya que el territorio "es un mosaico creado por diferentes modos de utilización del medio" y apuntan que las terrazas agrícolas, los cultivos tradicionales o las tipologías constructivas tradicionales "son sugerencias que pueden mejorar la armonización de nuevos crecimientos en el paisaje".

Además, sobre los espacios agrarios abandonados, los ingenieros agrónomos señalan que "cuando estamos ante casos singulares especialmente peligrosos, como pueden ser espacios de altísimo valor paisajístico o ecológico, tenemos que plantearnos muy seriamente qué hacemos".

Por poner un ejemplo, han dicho, es "como si los edificios que rodean a la Catedral de Valencia estuvieran en ruinas. En los núcleos urbanos sí se invierten recursos técnicos y económicos para mejorar los entornos de alto valor arquitectónico. En cambio, no se da importancia a los entornos de alto valor ambiental y paisajístico hasta que, desgraciadamente, tienen lugar desastres como el que nos ocupa".

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