VALÈNCIA. (EP). Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea han acordado la posibilidad de crear centros de migrantes dentro de la UE "sobre una base voluntaria" desde los cuales se podrá reubicar a los beneficiarios de asilo en los países miembros que así lo acuerden --también de manera voluntaria-- y se devolverá a los migrantes económicos a sus países de origen.
"Los líderes de los Veintiocho han llegado a un acuerdo sobre las conclusiones del Consejo europeo, incluida la cuestión de migración", ha asegurado en su cuenta de Twitter el presidente del Consejo europeo, Donald Tusk, a las 4.34 horas de este viernes.
La canciller alemana, Angela Merkel, ha calificado como "una buena señal" el hecho de que los líderes hayan conseguido consensuar un documento conjunto tras "un debate intenso sobre uno de los temas más complicados de la Unión Europea". Sin embargo, ha señalado que todavía queda mucho trabajo por delante para "acercar las diferentes posiciones".
Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, ha destacado que el acuerdo es "una buena noticia para Francia" y ha subrayado que el pacto se ha alcanzado gracias al "trabajo conjunto" y a la "cooperación europea". Del mismo modo, ha asegurado que un escenario de soluciones nacionales no hubiera sido "ni eficaz ni sostenible".
La propuesta para la creación de estos centros "controlados" en territorio comunitario ha sido impulsada por Francia e Italia y prevé que sirvan para distinguir entre migrantes económicos sin permiso para viajar a la UE, que serán devueltos a su país de origen, y posibles refugiados, que se reubicarían en los países miembros sobre la base de acuerdos "voluntarios" de acogida para solicitantes de asilo.
"Ha sido una negociación larga pero Italia ya no está sola, como habíamos pedido. El primer punto de las conclusiones afirma que quien llega a Italia llega a Europa", ha dicho el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, a su salida de la cumbre de líderes, quien ha insistido en que el acuerdo ha sido posible gracias al compromiso de los Veintocho con su país y al "reparto de responsabilidades".
Italia ha supeditado cualquier tipo de acuerdo final a un consenso en el apartado migratorio y la reunión se ha alargado durante más de trece horas de negociación en las que los líderes han tratado de buscar un compromiso común para hacer frente al reto.
Otro de los puntos clave del texto de conclusiones es la mención a un "nuevo enfoque" sobre los desembarcos de migrantes rescatados en el mar que contempla los centros de migrantes fuera de la UE.
Así, los líderes han llamado al Consejo y la Comisión a que "exploren el concepto de plataformas regionales de desembarco en cooperación con terceros países así como con el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM)", en las que también se distinguiría entre migrantes económicos y refugiados.
Los jefes de Estado y de gobierno se han mostrado unidos en la necesidad de cooperar más intensamente con los países de tránsito y de origen para paliar las causas primarias de la migración, y para ello han acordado destinar 500 millones de euros adicionales para el Fondo Fiduciario para África y han desbloqueado los 3.000 millones del segundo tramo del acuerdo UE-Turquía sobre refugiados.
A pesar de que las cifras de llegadas de migrantes se han reducido en las rutas del Mediterráneo central y oriental, han aumentado en el mar de Alborán en los últimos meses, por lo que los Veintiocho se han comprometido a "apoyar financieramente y de otras maneras" los esfuerzos de España y Marruecos "para prevenir la inmigración ilegal".
El refuerzo de las fronteras exteriores de la UE, así como el apoyo continuado a la agencia europea de guardacostas Frontex, forman parte del acuerdo de los líderes para hacer frente a los flujos migratorios, que también hace mención a la necesidad de que los países miembros prevengan los movimientos secundarios de migrantes.
Los líderes europeos han conseguido asimismo el visto bueno de los países del Este, liderados por Hungría, incluyendo en el documento que la reubicación de refugiados será voluntaria y que la reforma del sistema común de asilo, y en concreto el reglamento de Dublín, deberá cerrarse "tan pronto como sea posible y por consenso".
"Es un muy buen compromiso, hemos conseguido lo que asumimos que tenía que conseguirse: hay una referencia a reubicaciones voluntarias y Dublín se tendrá que cerrar por consenso. Estamos muy satisfechos con esto", ha resumido el primer ministro polaco Mateusz Morawiecki.
Las agencias de Naciones Unidas y las ONG han dado una tibia reacción al acuerdo de mínimos suscrito por los líderes europeos para crear centros de migrantes dentro de la UE y fomentar el reparto de refugiados, con una satisfacción comedida en el mejor de los casos a la espera de ver cómo se concreta un plan basado en la buena voluntad.
"Respaldaremos cualquier resultado que lleve a un enfoque más colaborativo y armonizado de las políticas de asilo y que tenga como prioridad salvar vidas en el mar", ha declarado un portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Charlie Yaxley, durante una comparecencia ante los medios en Ginebra.
El portavoz de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Leonard Doyle, ha advertido de que "cualquier solución tiene que ser europea", en un llamamiento a la colaboración que pasa por que cualquier futuro "centro de procesamiento" no quede al margen de la UE, según la agencia Reuters.
"Estos centros deberían estar en Europea", ha señalado, al recordar que la falta de seguridad y de una administración civil efectiva imposibilitaría la creación de este tipo de instalaciones en Libia, como ha llegado a proponer esta semana el ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, durante una visita oficial al país norteafricano.
ACNUR y la OIM habían presentado esta semana a los líderes europeos una propuesta en la que precisamente planteaban la necesidad de pactar "mecanismos de desembarco predecibles y responsables", apelando a la "responsabilidad compartida" y al respeto de la dignidad y la seguridad de quienes intentan alcanzar por mar las costas del sur de Europa.
Solo este año, unos 45.000 migrantes han arribado a las costas del sur de Europa y al menos 972 han perdido la vida en el intento, según datos de la OIM. Este viernes, la Guardia Costera de Libia ha informado del posible ahogamiento de unas cien personas tras el naufragio de la embarcación en la que viajaban.
El plan pactado de madrugada por los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea esboza la creación, "sobre una base voluntaria", de centros de migrantes dentro de la UE desde los cuales se podrá reubicar a los beneficiarios de asilo en los países miembros que así lo acuerden --también de manera voluntaria--. Los migrantes económicos serán devueltos a sus países de origen.
ACNUR y la OIM habían propuesto un apoyo para los países responsables del "desembarco" y que quienes lleguen a estas instalaciones tengan derecho a moverse a otro Estado miembro de la UE, estableciendo como prioridad la reunificación familiar y el respeto de todas las garantías y derechos.
Otro de los puntos clave del texto de conclusiones es la mención a un "nuevo enfoque" sobre los desembarcos de migrantes rescatados en el mar que contempla los centros de migrantes fuera de la UE. Así, los líderes han llamado al Consejo y la Comisión a que "exploren el concepto de plataformas regionales de desembarco en cooperación con terceros países" y con ACNUR y la OIM.
"Los Estados miembro de la UE están abdicando de sus responsabilidades de salvar vidas y condenando deliberádamente a las personas vulnerables a estar atrapadas en Libia o a morir en el mar", ha denunciado la jefa de emergencias de Médicos Sin Fronteras, Karline Kleijer, que ha recordado "la violencia extrema y los abusos" en el país norteafricano.
MSF ha pedido "algo de decencia" a los gobiernos europeos para que tengan ejn cuenta el "sufrimiento humano" que hay detrás de las cifras. "Pueden empezar por implicarse en la búsqueda y el rescate y facilitar el rápido desembarco en lugares seguros, lo cual no significa Libia", ha sentenciado Kleijer.
En su opinión, utilizar a las ONG como "chivo expiatorio" de las críticas solo sirve para "distraer" la atención de los "problemas reales" de la UE: "falta de solidaridad y un sistema de asilo fallido".
La responsable del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) para Europa, Afshan Khan, ha exhortado a los países de la UE a actuar "coordinados, unidos y a tiempo para salvar las vidas de los niños refugiados y migrantes antes de llegar a Europa, así como a abordar la incertidumbre e inseguridad que soportan a su llegada".
En este sentido, ha apuntado que, si bien es necesario que la UE y la Unión Africana colaboren para atajar las causas subyacentes a las migraciones, un mecanismo europeo que permita un desembarco "bien gestionado y predecible" podría salvar vidas, "aligerar" los procedimientos de asilo y mejorar el acceso de los migrantes tanto a los servicios esenciales como a las garantías jurídicas.
"Los centros de desembarco deben ser instalaciones abiertas que proporcionen una primera acogida, una tramitación rápida y un acceso fácil y efectivo a una reubicación rápida de los niños y sus familias en otros lugares adecuados", ha subrayado Khan, cuya agencia se dedica específicamente a la protección de la infancia.
UNICEF ha aprovechado para recordar que "los niños nunca deberían ser detenidos debido a su estatus migratorio o el de sus padres" y que, en el caso de los menores no acompañados, "deberían ser asignados inmediatamente a un tutor y reunidos con sus familias cuando proceda. "El interés superior de cada niño debe ser la prioridad", ha apostillado Khan.