Las reuniones del BCE y BoJ, el PIB estadounidense y, entre otros, datos de actividad empresarial en la Eurozona serán las principales referencias
MADRID. En una semana más corta de lo habitual debido a las vacaciones en EE UU, con pocas o ninguna noticia de interés económico, los mercados de divisas se centraron en la política. Esto no favoreció al dólar, ya que se hizo cada vez más claro que no se alcanzaría un acuerdo en el Senado para mantener un Gobierno Federal en funcionamiento más allá del viernes. Sin embargo, el euro no se benefició mucho de la debilidad del dólar y terminó la semana cerca de sus niveles iniciales.
Los mejores resultados fueron los de la libra esterlina, frente al resto de divisas del G10 excepto el dólar australiano, y el peso mexicano, la principal moneda con mejores resultados. El primero se vio impulsado por informes, cada vez más positivos, de las negociaciones del Brexit, mientras que el segundo se benefició de que la administración Trump no esté más cerca de terminar con el TLCAN.
En esta semana conoceremos bastantes datos. Habrá reuniones del Banco de Japón, el martes, y del BCE, el jueves. Además, recibiremos las encuestas flash de actividad empresarial PMI de la zona euro y el PIB del cuarto trimestre de EE UU. La política también debería proporcionar volatilidad a ambos lados del Atlántico, mientras esperamos noticias sobre un acuerdo para reabrir el Gobierno Federal de EE UU y también sobre el posible anuncio de un nuevo Gobierno en Alemania.
La semana pasada fue más tranquila en cuanto a noticias de la zona euro. El euro cotizó en un rango muy estrecho frente al dólar estadounidense, ya que las noticias negativas del cierre del Gobierno Federal de EE UU más o menos compensaron la falta de avances en las conversaciones del Gobierno de Gran Coalición en Alemania.
Ahora, nos adentramos en una semana crítica para el euro. El Consejo de Gobierno del BCE se reunirá el jueves y será la primera oportunidad para un comunicado institucional oficial sobre el alza del euro en 2018. Si bien los índices de actividad comercial (PMI) deberían confirmar la fortaleza de la economía de la zona euro, la fortaleza de la moneda no hará nada para ayudar a llevar la inflación hacia el objetivo del BCE. Las cifras de diciembre supusieron otra significativa desilusión, con la inflación subyacente por debajo del 1% y sin signos de una tendencia al alza. En cualquier caso, esperamos una volatilidad significativa en torno al anuncio y la rueda de prensa el jueves por la tarde.
El consenso bajista que se había tejido contra la libra en 2017 continúa deshilachándose. Los mercados están cada vez más seguros de que el peor de los escenarios por el cual se habían fijado precios no es tan probable. Las declaraciones del presidente francés Macron sugiriendo que un acuerdo 'a medida' es deseable y posible deberían confirmar este punto de vista. Por otro lado, las débiles cifras de ventas minoristas de diciembre el viernes enfriaron un poco el rally de la libra. Esperamos los datos sobre el mercado laboral esta semana y las cifras del PIB para confirmar o denegar el mensaje negativo de esas cifras de ventas minoristas.
La publicación económica clave de esta semana, la primera estimación de crecimiento del PIB del cuarto trimestre, no se publicará hasta el viernes. Por lo tanto, el mercado pasará la semana siguiendo los acontecimientos políticos en torno al cierre del Gobierno Federal. Las cifras del PIB, sin embargo, deberían proporcionar una sorpresa positiva, muy superior al 3% gracias a un fuerte consumo e inversión. Pensamos que las buenas noticias en este frente y cualquier resolución del enfrentamiento político podrían alimentar, al menos, un repunte de tendencia contraria a corto plazo en el dólar, dadas las apuestas alcistas de los inversores sobre el euro
Enrique Díaz-Álvarez es director de Riesgos de Ebury
El analista recopila lo más destacado de las últimas referencias macro e informes económicos publicados referentes al Viejo Continente