VALENCIA. La familia Montoro cerró este miércoles la compra del 50% del complejo Aqua Multiespacio que se encontraba en manos de Iberdrola, según confirmaron a este diario fuentes oficiales de la eléctrica. Lo hizo a través de las sociedades Blanal Inversores, Invesmon3 Ziel y Azzofinanz -controladas, respectivamente, por los hermanos Mónica, Noemí y Miguel Montoro Soriano-.
La operación, como adelantó Valencia Plaza el pasado 10 de abril, ronda los 90 millones de euros, cantidad que la convierte en, probablemente, la mayor operación inmobiliaria de los últimos años de la ciudad de Valencia. No obstante, la transacción está abocada a una tensa batalla judicial en la que Bankia y la familia Ferrando lucharán hasta el final para tumbarla.
La guerra abierta entre los Montoro y el tándem Bankia-Ferrando viene de lejos. Los tres son socios en Navisa, sociedad que posee el 50% restante del complejo comercial y hotelero y en la que los Montoro cuentan con la mayoría -y, por lo tanto, con el voto de la mercantil-. Así, en la última junta de accionistas de Oceanic Center -la matriz que aglutina la propiedad de los inmuebles de Aqua- la operación fue aprobada sin contratiempo alguno.
Sin embargo, lo último que querían Bankia y la familia Ferrando era verse en el escenario de absoluta minoría respecto a los Montoro en el que ahora se encuentran. Pese a que porcentualmente su peso en Oceanic Center sigue siendo el mismo, el dominio total de los Montoro los relega a la irrelevancia y les priva de rentabilizar su participación. Así, ante tal horizonte, la entidad financiera -que tiene el mandato de Europa de deshacerse de sus participaciones inmobiliarias- está maniobrando de forma astuta para entorpecer la operación.
Su contraataque se escenificó el pasado miércoles en la junta de accionistas de Navisa. El tándem Bankia-Ferrando manifestó su voluntad de que el comprador de la parte de Iberdrola sea la propia Navisa haciendo uso de su derecho de adquisición preferente -para impedir que lo sean los Montoro en solitario y poder sacar tajada en el futuro de una hipotética venta-. La alianza de los minoristas apuntaló esta propuesta presentando un plan de financiación de la operación en la que participarían varias entidades bancarias.
Sin embargo, los Montoro tumbaron esta iniciativa haciendo uso de su mayoría en Navisa, una decisión que para Bankia -según traslada la entidad bancaria preguntada por Valencia Plaza- "pone de manifiesto un claro conflicto de intereses por parte de la familia Montoro, que se niega a ejercer el legítimo derecho a la adquisición preferente a través de Navisa mientras permite que tres sociedades de su grupo se la queden en solitario".
Ante tal panorama, "Bankia va a seguir defendiendo sus intereses"-afirma-, si bien la entidad no concreta todavía la fórmula que escogerá para hacerlo. Sin embargo, aunque no inicie por este asunto un procedimiento judicial, en realidad la actual compraventa ya ha nacido judicializada. El banco recuerda que ya llevaron a los tribunales la junta de accionistas del año pasado, "en la que sacaron del consejo a los Ferrando para coparlo de miembros de la familia Montoro".
He aquí el talón de Aquiles de los nuevos dueños. Si la justicia fallara contra lo ocurrido en esa junta y, en consecuencia, contra las decisiones de Navisa que han permitido la compra de los Montoro, todo el proceso de venta rubricado este miércoles podría verse en entredicho. De este modo, tras vencer en las juntas y en la notaría, a los Montoro les espera ahora la final de los tribunales para hacerse definitivamente con el 50% de Iberdrola en Aqua Multiespacio.