VALÈNCIA. La recomendación hecha por el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, para que se modificara el calendario de festivos y se convirtieran en lectivos los días previstos para las fiestas de Fallas y la Magdalena ha caído en saco roto. Los consejos escolares de València ciudad y de prácticamente todas las localidades importantes -algunas aún no han decidido- han mantenido sus vacaciones haciendo caso omiso de la posición del jefe del Consell, transmitida públicamente por primera vez en la rueda posterior a la Comisión Interdepartamental el pasado 25 de febrero.
Tampoco las universidades han seguido la recomendación de Puig y de la Conselleria de Sanidad, lo que supondrá que varios centenares de miles de personas estarán de vacaciones la semana de Fallas -en algunos casos, hasta nueve días- aunque no haya fiestas, pocos antes de la temida Semana Santa, que este año cae a finales de marzo.
Sólo en València ciudad, unas 250.000 personas -entre alumnos, profesores y otro personal vinculado a centros educativos- tendrán días libres entre el 15 y el 18 de marzo, además del festivo del 19. Tal y como informó este diario, la decisión resulta relevante por distintas cuestiones, empezando por cómo puede afectar que una masa ciudadana tan numerosa esté de vacaciones cuando el Consell debe decidir si relaja las restricciones a partir del lunes 15. En este sentido, la hostelería puede ser la más perjudicada si se retrasa la apertura del interior de los bares y restaurantes.
Una circunstancia que preocupa en Presidencia de la Generalitat, que tardó demasiado en intentar atajar el problema y, cuando lo hizo, prefirió evitar una imposición que le habría enfrentado a los sindicatos y a todo el personal docente.
La inexistencia de una posición clara y con la suficiente antelación de la Conselleria de Sanidad -ya sea por despiste o por temor de generar una tensión grave con la comunidad docente-, y el desmarque de Educación ante las competencias municipales en la decisión, han terminado con el desconcertante resultado de que prácticamente en toda la provincia de València habrá festivos falleros sin que se celebren las Fallas.
Un sinsentido, según la propia orden de la Generalitat que regula las vacaciones escolares, que establece que debe "existir coincidencia" entre los tres festivos locales solicitados por los consejos escolares municipales y las fiestas de la localidad, cosa que no ocurre este año al no haber Fallas.
El Consejo Escolar de València mantiene los festivos en Fallas
La decisión última, en todo caso, corresponde a los directores territoriales de la Conselleria de Educación. De hecho, varios alcaldes de l'Horta Sud solicitaron este miércoles al conseller de Educación, Vicent Marzà, que tomase él la decisión en lugar de dejarla en manos de los consejos escolares municipales. Tampoco la Conselleria de Sanidad que dirige la socialista Ana Barceló decidió mover ficha antes sobre esta cuestión pese a que el aplazamiento de las Fallas se conoce desde diciembre. Entre unos y otros, la casa sin barrer.
En este sentido, sorprende el contraste entre la contundencia del Consell a la hora de imponer medidas muy restrictivas de derechos, como el toque de queda, el cierre perimetral de la Comunitat Valenciana o el cierre total de establecimientos de hostelería o instalaciones deportivas con la inacción en la cuestión de las vacaciones de Fallas después de que Puig y Ana Barceló recomendaran suspenderlas. Se quedó en una mera recomendación que quedaba en manos se los consejos escolares y de las universidades.
Una de las últimas plazas en dirimirse fue, este mismo jueves, València ciudad. La propuesta de la concejal socialista y presidenta del Consejo Escolar, Maite Ibáñez, desvelada en Plaza Radio iba dirigida a trasladar los festivos y dejar solo el día 18 de marzo como no lectivo. La propuesta de mantener el calendario tal y como estaba -16, 17 y 18 sin clase- venció con claridad por 22 votos a 7.
De esta manera, en la capital se siguió la misma senda que ya habían marcado otros municipios de dejar los festivos según estaban programados. Fue el caso de Castellón -en este caso en relación a la Magdalena-, pero también de la gran mayoría de localidades que han celebrado una reunión de su consejo para abordar el asunto como Paterna, Algemesí, Gandia, Albal, Catarroja, Benetússer, Rafelbunyol, entre otros muchos.