VALÈNCIA. La huelga del profesorado asociado de la Universitat de València se mantiene. Así lo confirmaban este miércoles noche Isabel de la Cruz, una de las representantes del colectivo, tras la asamblea celebrada por la tarde. “No se ha desconvocado, aunque hay matices”, señalaba, sin entrar en más detalles. Esos matices pasan por la llegada de la nueva rectora. En cumplimiento de su compromiso adquirido, Mavi Mestre, acompañada del futuro vicerrector de Profesorado, Ernest Cano, se reunió por la mañana con los miembros del comité de huelga (Isabel De La Cruz, Vicent Monroig, Jordi Pérez, Teresa Samper y Iolanda Torró) para trasladarles el documento con las seis propuestas elaboradas por su candidatura y enviadas a la comunidad universitaria.
Entre ellas se halla equiparar el salario del profesorado asociado de la Universitat de València con el nivel de la Universitat d’Alacant, solución que pasa por la Conselleria de Educación que debe autorizarlo y aportar la financiación necesaria para ello. Asimismo se reclamará que se fije en el convenio colectivo del personal laboral de las universidades públicas valencianas una retribución creciente para el profesorado asociado; la creación de la figura de profesorado de sustitución a tiempo completo y con un salario adecuado; flexibilizar el programa de estabilización del profesorado asociado de la Universitat; buscar soluciones legales para que los contratos del profesorado asociado sean superiores a un año; y convocar plazas de profesorado ayudante doctor para reducir la contratación temporal.
La equiparación con Alicante es también una propuesta que ha manejado el rector de la Universitat Politécnica de València, Francisco Mora, ante la que más previsible huelga de su profesorado asociado. Los casi 700 profesores asociados del Poli están convocados este lunes a una asamblea general en la que decidirán definitivamente si van a la huelga indefinida. Por el momento la consulta interna ha arrojado un resultado muy preocupante para la institución, y es que más del 70% de los consultados han apoyado los paros. Así que, salvo sorpresa, los asociados de la Politécnica se unirán a los de la Universitat de València. Y tras ellos, si no cambian mucho las tornas, seguirán los de la Universitat Jaume I.
La extensión de las huelgas es un escenario con el que trabajan desde hace semanas los rectores de las universidades públicas valencianas, que miran ahora a la Conselleria de Educación y muy especialmente a su titular, Vicent Marzà, esperando alguna respuesta por su parte. Entre los rectores valencianos señalan que buena parte de la solución a este conflicto pasa por la avenida de Campanar, donde tiene su sede la Conselleria, y así lo hacen ver en privado y público. De hecho, aunque no se comparten algunas de las reivindicaciones del profesorado asociado, entre los rectores y sus equipos hay voces que sostienen que, aunque sea por una cuestión de prestigio, los actuales honorarios se hallan muy por debajo de los estándares. No se puede presumir de docencia de calidad cuando se pagan 20 euros la hora; y eso según los cálculos más optimistas, los de las propias universidades.
En pos de soluciones, la nueva rectora de la Universitat de València ha pedido por escrito a su antecesor y oficialmente aún rector, Esteban Morcillo, que inste por escrito al conseller de Educación “a convocar sin ninguna dilación la Mesa Negociadora del Convenio Colectivo del personal laboral de las universidades valencianas para que acabe de manera inmediata sus trabajos”; es decir, que se apruebe el convenio que está parado desde hace dos meses en los despachos de la Conselleria. Una vez hecho, apuntaban desde el equipo de la rectora, podrán contar con un marco legal “que incluye mejoras para todo el PDI [personal docente e investigador] contratado, también para profesorado asociado”.
La nueva rectora tiene un problema, y es que no puede convocar ningún órgano de negociación ni comisión técnica de trabajo hasta su nombramiento oficial, que puede demorarse meses. Por ello su futuro vicerrector Ernest Cano ha pedido ser invitado a la Mesa Negociadora que tendrá lugar el próximo día 9 de marzo para poder participar e implementar propuestas, al tiempo que se ha puesto en contacto con los representantes de las secciones sindicales presentes en la mesa negociadora para valorar su posición al respecto del proceso. Conscientes del “impacto negativo” que está teniendo la huelga entre el estudiantado, Mestre ha mostrado su disposición a dialogar y encontrar acuerdos “que se puedan traducir en una suspensión temporal de la huelga” mientras tiene lugar el proceso de negociación. Una petición que inicialmente no ha sido atendida.