VALENCIA. El servicio de taxi en Valencia está bajo mínimos tras la decisión del Consell de imponer también en agosto el descanso semanal obligatorio. Así lo denuncia Ismael Arráez, presidente de la Asociación Gremial Provincial de Auto Taxis de Valencia, que critica que la medida ha reducido la flota diaria de taxis en la ciudad en alrededor de 300 unidades.
La jornada semanal de descanso, obligatoria durante todo el año, no se imponía hasta la fecha en agosto, puesto que en dicho mes se concentran las vacaciones de todos los conductores. Los vehículos pares descansan una quincena, quedando la restante para los impares, de modo que durante todo el mes el servicio se reduce justo a la mitad -de 2.900 taxis a 1.450-.
Debido a esta circunstancia, los taxistas disponían hasta ahora de la posibilidad de trabajar durante 15 días seguidos en agosto, pero la dirección general de Obras Públicas, Transporte y Movilidad, en manos de Carlos Domingo, optó por imponer también el descanso en dicho mes "para garantizar el descanso de los taxistas así como la conciliación de la vida laboral y familiar".
Según el departamento, esta medida, que se implantó con el objetivo de evitar "riesgo para la conducción debido a cansancio acumulado", "fue propuesta por los propios taxistas y se abordó en el Consejo del Taxi".
Arráez, por contra, critica que se trata de una propuesta que proviene en exclusiva de la Federación Sindical del Taxi y "sobre la que no se han medido sus consecuencias". "Se ha reducido la flota a unos 1.150 taxis diarios que son insuficientes para atender la demanda de la ciudad en agosto, un mes en el que cada vez es mayor el turismo en la ciudad", lamenta.
"Prueba de ello -argumenta Arráez- son las colas que se están generando esta semana frente a la terminal de pasajeros de Transmediterranea o la Estación de Autobuses, o escenas inéditas como paradas de taxi vacías en lugares habituales de servicio como la Plaza del Ayuntamiento o el Hospital Doctor Peset".