VALÈNCIA. (EP) La Federación de Asociaciones de Vecinos de València ha exigido al Ayuntamiento que se cumplan las ordenanzas en materia de terrazas y ha mostrado su oposición a que estas se amplíen en zonas saturadas. Igualmente, ha pedido que se repongan los bancos que se han retirado en Ciutat Vella y en El Palmar para ampliar mesas y sillas de establecimientos de hostelería, según ha indicado la entidad en un comunicado.
Este martes el colectivo ha trasladado a la concejala de Espacio Público, Lucía Beamud, sus prioridades respecto al uso del espacio público que se hace "principalmente" desde "el sector del ocio y la restauración".
La Federación de Asociaciones de Vecinos ha destacado que su objetivo es "velar para que en todos los barrios haya mobiliario, iluminación y zonas verdes suficientes y en buenas condiciones", así como lugares "donde se garantice la convivencia y una diversidad de usos en el espacio público no necesariamente comerciales".
La entidad ha considerado que "además de la movilidad hay que hacer posible que las calles sean lugares de encuentro y de buena vecindad" y ha apuntado que "es una barbaridad que se retiren bancos de las aceras para ampliar terrazas".
El colectivo vecinal ha señalado que así ha ocurrido en el centro e la ciudad y en El Palmar. "Hemos exigido su reposición inmediata", ha afirmado la presidenta de la federación, María José Broseta, que ha comentado que "las quejas por las molestias del ruido del ocio no cesan en la ciudad" y ha precisado que "si en algún punto están bajando es por circunstancias estacionales (periodos de exámenes)".
La Federación de Asociaciones de Vecinos ha expuesto que "las zonas tensionadas por la saturación de terrazas siguen igual", con "incumplimiento generalizado de las ordenanzas" y la policía que "no actúa de oficio ante los abusos" y que "obliga a los vecinos a que sean ellos los que formulen las quejas y denuncias".
Tras ello, ha manifestado que "la prueba es que una nueva ZAS --Zona Acústicamente Saturada-- está en curso --solicitada por los vecinos de la plaza de Honduras y de Ciutat Jardí--", que "no se consulta con ninguna asociación de vecinos dónde deben colocarse los sonómetros" y que no se responde "a las propuestas de reducción del espació público o de limitación de nuevos locales".
"Es necesario reducir la ocupación del espacio público en los barrios afectados, decretar moratorias de apertura mientras los indicadores detecten la existencia de conflictos y niveles de ruido. Hemos propuesto que en el orden del día de la Junta de Gobierno se debata un plan para el cumplimiento de la ordenanza sobre dominio público", ha explicado Broseta.
La responsable vecinal ha agregado que "las medidas actuales son parciales, insuficientes y no tienen en cuenta las propuestas de las asociaciones vecinales". "Nos hemos interesado por los planes de inspección anunciados este verano y hemos reiterado que queremos mesas de trabajo en todos los barrios con problemas de ruido contando con los residentes", ha subrayado.
Broseta ha opinado que "hablar de ampliación de terrazas sin encauzar esos conflictos no es sensato". "Sin gobernanza no puede haber ampliación", ha insistido, tras lo que ha matizado que "fuera de las zonas saturadas por supuesto que podría hablarse de ampliación y de formas flexibles y compatibles con otros usos de ocupación de la vía pública".
María José Broseta ha precisado que "el conflicto, evidentemente, no está en todos los barrios de València" y ha reiterado que "sin buena gobernanza lo único que se conseguirá es extender el problema". Asimismo, ha aseverado que los vecinos apuestan por "construir una nueva normalidad, recuperar la calle como espacio de convivencia y no de conflicto".
