Supo desde niña que seguiría los pasos de su abuelo y de su padre, el conocido empresario Federico Félix. Asumió hace dos décadas la dirección de Helados Estiu y le dio la vuelta para poder competir en un sector dominado por las multinacionales. Incluso en tiempos de covid, la firma sigue creciendo y prepara su expansión en el extranjero
VALÈNCIA.- María José Félix (València, 1969) siempre ha tenido claro que el mundo empresarial era lo suyo. Desde su adolescencia se preguntaba cómo acabaría compaginando su vida personal con la profesional y, ahora, lo hace rodeada de helados. Un trabajo que le apasiona, elaborando un producto que gusta al 80% de los mortales. Consejera delegada de Helados Estiu, se encuentra al frente de una de las compañías más consolidadas del tejido industrial valenciano y cuyo horizonte solo atisba crecimiento.
La firma, que cerró 2019 con una facturación de 61 millones de euros, es desde 2002 proveedora especialista de helados para Mercadona, con la que recientemente ha entrado en el mercado portugués. Ahora, la compañía ha iniciado su camino aparte con un proceso de internacionalización de sus ya famosos mochis, dulce japonés por excelencia.
Aunque de semblante aparentemente serio, a Félix solo hay que hacerle la primera pregunta para que aflore su pasión por hacer empresa (y por los helados). «Soy la que más come de toda la fábrica», reconoce. ¿Su favorito? El bombón almendrado. «Me encanta el helado de dentro, el chocolate, las almendras. Cuando los ponen me como dos», confiesa. La empresaria, que cogió las riendas de la compañía en 1998, siempre tuvo claro que era necesario enfocar la producción hacia el canal de la distribución, dejando poco a poco de lado la venta en hostelería.
Ahora, enfocada en la venta en supermercados, la empresa cuenta con una fábrica en Riba-roja de Túria en la que ya se ha quedado corta de espacio. Con un volumen de fabricación de 28 millones de litros anuales, invertirá veinte millones más en la adecuación de una nave en Cheste, donde pondrá en marcha nuevas líneas de fabricación que den salida a un esperado incremento de las ventas por el aterrizaje de productos de la compañía fuera de las fronteras nacionales. Su plantilla, que ronda las ciento setenta personas, llega a picos de trescientas en temporada alta de producción.
* Lea el artículo completo en el número de octubre de la revista Plaza
El celo de un coleccionista ha permitido recuperar cerca de 125 documentos (la mayor parte desconocidos o inéditos) de Blasco Ibáñez. Lo más importante: dos relatos de los que podrían ser dos novelas que nunca acabó. Además, analizamos cómo viven la pandemia la juventud, entrevistamos a la diseñadora valenciana Marta Arroyo, repasamos la trayectoria del coreógrafo ... ¡y muchos temas más!