Malestar en el Consell por el 'bombardeo' de preguntas desde Les Corts

VALENCIA. El Gobierno valenciano está sujeto a la fiscalización de los grupos parlamentarios de Les Corts. Una tarea en la que se destacaron PSPV, Compromís y Esquerra Unida cuando estaban en la oposición durante legislaturas anteriores y con la que llegaron a incomodar notablemente al PP, llegando incluso a los tribunales por no facilitar determinada información.

Una de las fórmulas más utilizadas por los diputados es la de las preguntas escritas. En esta disciplina, se destacaron varios diputados que elevaron cientos -incluso miles- de cuestiones para que el Consell respondiera. Así, uno de los métodos utilizados consistía en calcar la misma pregunta pero variando solo el municipio o el año sobre el que se solicitaba la información. Por ejemplo, en vez de pedir referencias sobre las actuaciones en todas las localidades de la provincia o de la autonomía, se optaba por realizar una pregunta individual sobre cada municipio o año concreto.

Esta práctica, según explican fuentes parlamentarias, se aplicó porque el Consell del PP "aprovechaba si las preguntas no eran concretas para responder con generalidades o eludir ofrecer parte de la información". Además, este tipo de estrategia conllevaba un incremento del número de iniciativas por parte de los autores individuales de las mismas y del propio grupo, que permitía ofrecer unos resultados numéricos altos a la hora de hacer balance.

No obstante, esta práctica no ha dejado de realizarse con el cambio de Consell, algo que ha comenzado a causar cierto malestar en los actuales inquilinos del Gobierno valenciano. El motivo es la acumulación de trabajo para funcionarios y asesores parlamentarios que implica, no solo el número de preguntas a contestar, sino la individualización de las mismas. Una circunstancia que, aunque permita una respuesta única, obliga a manejar miles de cuestiones separadas y ralentiza el trabajo, según apuntan fuentes del Consell.

En este sentido, se producen otros factores coyunturales que, a juicio de las fuentes consultadas incrementan la problemática. Esta legislatura hay un mayor número de grupos parlamentarios, el personal ha descendido y, además, los partidos que gobiernan (PSPV y Compromís) realizan una labor más activa en este sentido de la que se acometía por los diputados del PP cuando su partido estaba gobernando.

Así, numerosos parlamentarios son los que superan ya las 500 iniciativas en Les Corts: en el caso del PP, el portavoz adjunto Rubén Ibáñez lleva 1.428, entre ellas, además de cientos de preguntas escritas, se incluye una cantidad ingente de solicitudes de documentación. Una estrategia que parece emular a la llevada por la oposición en la legislatura pasada, que terminó con denuncias contra el Consell por no responder a las cuestiones exigidas. También del PP, la parlamentaria popular María Bernal porta 558 iniciativas. Ambos son asiduos de la fórmula de la pregunta separada sobre un mismo tema.

Entre los grupos de gobierno (PSPV y Compromís), también hay diputados con números destacados que hacen uso de las preguntas separadas para un mismo tema, como en Compromís Isaura Navarro (1.890 iniciativas), Juan Ponce (1.497 iniciativas) -si bien en este caso con solicitudes de información sobre colegios y profesores de Religión-, Belén Bachero (1.219 iniciativas) o en el PSPV Ignacio Subías con 873 iniciativas.