VALÈNCIA. Los movimientos inmobiliarios en el centro de València han quedado en stand by como consecuencia de la crisis provocada por el coronavirus. Un impacto que ha tenido su reflejo en el segmento del retail, cuyo dinamismo hace unos meses ha pasado a una hibernación forzosa a la espera de conocer el futuro. El centro de la ciudad amanece cada día con una fotografía fija: persianas bajadas en la mayoría de locales de las principales arterias comerciales. Una situación que ha frenado la inversión y abre la puerta a un nuevo escenario en el retail del cap i casal.
El confinamiento de la sociedad española durante prácticamente dos meses, la contención de gasto por parte de las familias y un virus todavía sin vacuna van a abrir nuevos escenarios. La búsqueda de nuevos espacios en la ciudad se ha pausado y la mayoría de inquilinos negocian sus contratos con propietarios. Las nuevas aperturas aún tardarán en llegar, aunque desde el sector inmobiliario se apunta a que los inversores siguen analizando los productos, aunque con mucha precaución.
A la espera de que llegue esa "nueva normalidad", algunas certezas son claras: la situación económica obligará a varios comercios a no poder a volver a abrir sus puertas en sus actuales ubicaciones abocando a un cambio en la distribución. "Vamos a ver movimientos. Los comercios que tienen más pulmón se reubicarán en posiciones más prime y los que tenían rentas muy altas para su negocio se irán a una segunda línea", explica a este diario Yolanda Lozano, directora general de Olivares Consultores.
"El retail es uno de los sectores más afectados. Quedarán muchos espacios disponibles y pocas empresas con interés o capacidad para ocuparlos en el corto plazo", indica Verónica Piñón, directora de la división de Commercial de Engel & Völkers Valencia. Más optimista es en el medio plazo, donde cree que habrá una reactivación de los planes de las empresas cuyas operaciones se suspendieron por la emergencia y mucha gente empiece de nuevo a emprender.
También podría haber un resurgir de nuevos focos comerciales. Ya pasó hace unos años con la calle Ruzafa, en su tramo más próximo a Colón, y el Pasaje Doctor Serra que han resurgieron al calor de la multinacional Primark cuya irrupción ha sido determinante en la configuración del retail valenciano en los últimos años. Eso sí, las zonas premium se mantendrán como preferentes. "Hasta el momento, hemos identificado que esta situación se podría concentrar en zonas que estaban empezando a despegar como el Cabanyal", asegura Piñón.
El 'efecto coronavirus' también supondrá un reajuste de las rentas, principalmente de las más elevadas que podrían bajar hasta un 20%. Según explica Lozano, ya hubo un ajuste potente tras crisis la económica de 2008 y, por tanto, los valores están ya "muy ajustados y se mantendrán" en la mayoría de los casos. También Piñón coincide en señalar que la caída de las rentas de los alquileres será de en torno al 20%. "Estamos ante un mercado donde habrá quizás más oferta que demanda, y al ser los sectores de retail y turismo de los más afectados, esta tendencia probablemente se agudizará. Serán menos afectados aquellos inmuebles cuya ubicación y estado sean privilegiados y estratégicos", asegura la directora de la división de Commercial de Engel & Völkers.
A su juicio, para nuevos adquirientes puede haber buenas opciones de rentabilidad en el corto y medio plazo como resultado de la situación actual. "Habrá mejores precios de compra y en inmuebles bien seleccionados la rentabilidad podría llegar a ser superior, aunque las rentas también bajen, sobre todo en zonas prime y del centro de la ciudad", incide.
Actualmente, las zonas del high street siguen siendo las más elevadas en la ciudad. Esto es las calles Colón, Don Juan de Austria o Plaza del Ayuntamiento con valores que alcanzan los 100 euros por metro cuadrado al mes, mientras que vías adyacentes a estos focos se sitúan en valores que oscilan entre los 20-35 euros por metro cuadrado al mes. En cambio, comercios más de barrio se establecen en una franja entre los 10-15 euros por metro cuadrado al mes. Aunque existen excepciones. Y es que en algunos puntos estratégicos de la ciudad, como alguna de sus principales arterias comerciales, se han llegado a cerrar operaciones de locales bien posicionados y con una morfología muy determinada por 200 euros por metro cuadrado al mes.
De acuerdo con el informe 'Retail & Shopper en la era post Covid-19. Hispótesis sobre posibles escenarios' realizado por la consultora valenciana Coto Consulting, la presión a la baja de los precios para incentivar las compras ante un aumento del stock y el retroceso el consumo. En este sentido, el documento apunta a un continuo 'Black Friday' en lo que resta de año. "Habrá festivales de stock", predice.
Entre los factores que predominarán en los criterios de compra se encontrarán el precio y la seguridad. "La percepción social de los lugares públicos como focos de contagio propiciará que muchos clientes elijan el canal online para efectuar sus compras y así evitar acudir al punto físico. Atendiendo a las fuentes consultadas, es probable que se produzca un mayor incremento de compra en Internet y recogida en tienda, mayor investigación online previa al acudir al punto de venta, entre otras demandas, lo que conlleva a la necesidad de la fusión de canales", apunta.
En este sentido, se destaca la necesidad de potenciar la omnicanalidad. "No se tratará de una elección por parte del retailer sino que pasará de ser una decisión estratégica a una variable crítica para adaptarse a la demanda"; recoge el documento. Además, la previsión es que mejoren la optimización del manejo de existencias mediante la introducción de nuevos sistemas de predicción, cálculo y optimización del producto en stock para poder llevar a cabo una planificación inteligente del inventario que les permita rentabilizarlas ventas.
Respecto a los centros comerciales, las medidas de seguridad e higiene serán un factor diferenciador y de competitividad, tanto en espacios comunes como en tienda, controlando y limitando aforos, redefiniendo horarios comerciales, además de la desinfección continuada de espacios además de herramientas para la instalación de dispositivos que potencien la higienización continuada en la sala de ventas. "Los centros deberán convertirse en espacios más de conveniencia que de experiencia; ágiles, cómodos, seguros y de utilidad a su comunidad, para lo que habrá que buscar la reorientación de espacios comerciales en espacios de servicios a empresas, a clientes y a la comunidad", apunta.