VALÈNCIA. (EFE). La candidata del PP a la alcaldía de València, María José Catalá, ha afirmado sobre la posibilidad de ir en las listas autonómicas que "es bueno" que la ciudad "tenga un representante en Les Corts", y ha recordado que otras veces se han dado "situaciones excepcionales" y se ha compatibilizado puestos en ambas instituciones.
Catalá se ha pronunciado así en una rueda de prensa en la que ha hecho balance de su primer mes de precampaña, en la que ha asegurado que la primera medida que asumiría, y "con más gusto", sería destituir al concejal de Movilidad, Giuseppe Grezzi, por los problemas que ha generado en el tráfico de la ciudad.
Ha insistido en que el hecho de que figure o no también en las listas autonómicas es una negociación entre la dirección regional y la nacional del partido, y ha explicado que cuando esta última le planteó ser la candidata les pidió "confianza absoluta, y todo lo que ello conlleva".
Catalá ha señalado que tienen datos internos que les hacen pensar que el PP puede tener una "situación propicia para alcanzar el Gobierno de la ciudad", donde no obtendrían la mayoría absoluta y necesitarían una coalición con otros partidos, y se sentiría "mucho más a gusto con todos los que conforman el bloque de centro derecha".
Respecto a la personas que le acompañarán en la lista municipal, ha explicado que espera que después de Fallas pueda dar a conocer "si no todo" parte de un equipo en el que combinará experiencia y renovación, pues "no todo el mundo será nuevo o independiente", y donde buscará que reflejen su forma de hacer política.
Sobre los actuales concejales de València, ha destacado que las líneas sobre los imputados solo se aplican al PP, pues por ejemplo Pere Fuset está imputado y va a optar a las primarias de Compromís, y ha opinado que Eusebio Monzó ha hecho "muy buen trabajo" en el Ayuntamiento y espera que cuando declare el 14 de marzo quede "absuelto de cualquier sospecha".
La candidata popular ha señalado que en estos treinta días ha asumido compromisos "muy importantes" que van a transformar la política actual de la ciudad, y ha insistido en que la principal problemática de los valencianos es el tráfico y "la crispación" de un Gobierno municipal que, lejos se solucionar problemas, los ha creado.
Catalá ha explicado que han presentado más de 50 alegaciones a la ordenanza de Movilidad, dirigidas a cambiar una ciudad pensada en la "dictadura de la bicicleta" pero no para ser accesible al peatón o a las personas con diversidad funcional, en las que plantean que se vuelva a aparcar en el carril bus por la noche o "revertir" algunos de esos carriles, como en Antiguo Reino.
Ha asegurado que en este mes ha dado 270.000 pasos por la ciudad, ha acudido a más de 80 actos y reuniones, ha recorrido 230 kilómetros por los barrios, y ha asumido compromisos como recuperar el distrito único educativo, reducir los tiempos para dar licencias de obra y actividad o "eliminar el catalanismo" en las fiestas.