MADRID. La Comunitat Valenciana ha llegado a Fitur 2018 con los deberes hechos. La meta era impulsar la segmentación por producto y, en esta ocasión, sí que se ha visto reflejado en el conjunto de la región.
Costa Blanca, Castellón, Alicante & City, Benidorm, Valencia Turisme y Turismo Valencia se han mantenido como marcas, pero en esta ocasión han pasado mucho más desapercibidas, dejando el protagonismo a las experiencias.
El programa CreaTurisme, de la Agència Valenciana del Turisme, ha sido el responsable de que esta división sea tan clara. Mediterráneo activo y deportivo, para impulsar el turismo de aventura, el náutico, el submarinismo, BTT, cicloturismo, senderismo y turismo ecuestre y Mediterráneo de Turismo Natural y Rural, para englobar el agroturismo, el birdwatching, los parques naturales, el ecoturismo y el el oleoturismo.
Mediterráneo Gastronómico y saludable, con propuestas de enoturismo,oleoturismo, Pescaturismo, así como planes de salud y bienestar y Mediterráneo Cultural, con Itinerarios, Rutas y Redes Culturales con el fin de fomentar el desarrollo de la Ruta de la Seda, Ruta del Grial, Territorio Borgia, Camins de Dinosaures, Red de Centros de Arte Contemporàneo y la Ruta Modernista.
Con esta división, la Comunitat Valenciana ha decido apostar por las experiencias, desarrollando una plataforma junto con una app móvil que permitirán reservar actividades por toda la autonomía enmarcadas en las categorías anteriores.
Además, la Comunitat Valenciana ha decidido tener stand propio en otros dos productos que empiezan a coger fuerza y que Fitur ha decidido destacar. Por un lado el stand LGTBI, donde mantienen un stand propio por segundo año consecutivo. También ha sido la única autonomía en tener un apartado propio en el área de festivales, además de ser premiada con el galardón de Spain Life Music por fomentar el turismo musical.
En definitiva, los empresarios destacan una percepción mucho más clara del producto a vender por parte la Comunitat a los turistas con la que esperan no solo incrementar el número de cabezas a contar, sino el gasto con el fin de aumentar la calidad del destino.
