Todavía estamos con la resaca de Fitur, que por cierto cada año se supera. Decenas de actos y reuniones para intentar sacar el máximo partido a unos días en los que exponemos nuestra provincia al resto de España y al mundo. Cerramos 2023 con muy buenas cifras y la previsión es que este las superemos. Somos una potencia turística por lo que podemos ofrecer y por nuestra evolución a nivel de excelencia y sostenibilidad.
Evidentemente, hemos de seguir por esa senda de calidad, para evitar el impacto ambiental y contribuir al progreso de nuestros pueblos gracias a la creación de empleo y la generación de riqueza. El turismo supone el 16% del PIB en la Comunidad Valenciana, es uno de nuestros motores económicos, pero es desigual. Por esta razón, la Diputación de Valencia ha ido este año a la Feria Internacional de Turismo de Madrid con el objetivo de equilibrar los flujos turísticos de la costa al interior.
Por una parte, se trata de aprovechar las visitas a la ciudad y a la costa para redirigirlas también a los pueblos de interior y conseguir ese reequilibrio. Por otra parte, ayudamos a mantener vivo el interior, generando puestos de trabajo. Hemos de tener en cuenta que más de 200 de los 266 municipios de la provincia tienen menos de 5.000 habitantes.
Así, la despoblación es el caballo de batalla al que todas las administraciones hemos de plantar cara, sobre todo la Diputación que es la administración inmediatamente superior y, como decimos, somos la casa de todos los pueblos. Por eso, la corporación provincial está actuando transversalmente desde las distintas áreas para frenar y revertir este problema. Lo estamos haciendo muy intensamente en el área de Carreteras que dirijo y también desde el área de Turismo. En este caso es el diputado Pedro Cuesta, junto con el eficaz equipo de Valencia Turisme, quien está llevando a cabo esta ardua tarea.
De hecho, este año se han presentado en Fitur distintos programas innovadores que van en esta línea. Destaca el programa Acciones de Cohesión en Destinos (ACD), que cuenta con un presupuesto de 5,8 millones de euros y comenzará a ejecutarse en 2024 con el objetivo de redistribuir los flujos turísticos desde el litoral hacia el interior, con el agua como eje vertebrador. Otros programas también novedosos dirigidos al mismo fin son, entre otros, el programa “Conoce la provincia de Valencia”, “De poble en poble”, y “Agermanaments Costa-Interior”. Igualmente, pero pensando en el ámbito profesional se pondrá en marcha “A menos de 60 minutos”.
Todos estos programas van encaminados a tender un puente entre la ciudad y las playas a nuestros pequeños pueblos, a nuestros parajes únicos y nuestra naturaleza mediterránea. Porque la provincia de Valencia es mucho más que la capital y nuestras increíbles playas, es también la Calderona, las Hoces del Cabriel, Bocairent, Xàtiva, Ontinyent, Anna, Chulilla, Chelva…y, permítanme, el pueblo donde tuve la suerte de nacer y vivir, Llíria. Somos Ciudad Creativa de la Música por la UNESCO, un distintivo que nos hemos ganado generación tras generación y que, les reconozco, me enorgullece profundamente.
Además, nuestros parajes singulares y los mausoleos romanos, el templo y las termas romanas, los baños árabes, la muralla medieval, la iglesia de la Sangre y el Museo Arqueológico merecen mucho la pena. He tomado mi municipio como ejemplo de la riqueza y diversidad que podemos encontrar en la provincia de Valencia y es solo una muestra porque nos haría falta más de una vida para recorrer y disfrutar de todos nuestros rincones históricos, artísticos y naturales. Eso sin olvidar nuestra gastronomía, nuestros vinos y nuestra oferta cultural.
En definitiva, como bien decía el lema de la Diputación de este año en Fitur, nuestra provincia es espectacular. Les animo a vivirla, a sentirla y a divertirse en ella. Cada excursión y cada escapada cuenta, no solo para nuestro deleite, sino también para la vertebración y el avance de nuestra tierra. Un progreso que ha de llegar igualmente a nuestros pueblos más pequeños, que se están viendo amenazados en los últimos años por la salida de sus habitantes ante la falta de oportunidades.
Para que así sea, hemos de frenar este éxodo porque muchas de esas personas nunca se irían a otro lugar, porque nuestros pueblos son parte de nuestra esencia y porque la vida rural es fundamental para el cuidado del medio ambiente. Sin duda, el turismo es un antídoto frente a la despoblación. En la Diputación de València tenemos claro el efecto positivo del turismo en nuestros pueblos y vamos a seguir trabajando en esa línea. Al mismo tiempo, todos podemos formar parte de la solución a este problema, es tan sencillo como visitar nuestro interior y contar lo espectacular que es. Redescubran la provincia de Valencia y cuéntenlo.