VALÈNCIA. En la sociedad de las tarjetas de crédito, del pago a través de nuestro teléfono móvil, de los microcréditos para el viaje de verano y de los juegos de azar impulsados por la administración pública, insistir en la importancia de la educación financiera se convierte en un acto socialmente revolucionario. Si a esto sumamos la elevada bancarización o la cambiante regulación fiscal, es fácil que nos entre vértigo. Parece que todo nos invita a rendirnos.
Pero el sentido común nos dice que alejándonos del ruido del mercado podemos definir maneras de actuar que nos sean útiles para minimizar la posibilidad de equivocarnos sea cual sea el escenario del momento. En eso consiste el siguiente test que recoge algunas de las principales preguntas a tener en cuenta para gestionar nuestras finanzas personales. No hay respuesta correcta o incorrecta, su objetivo es hacernos reflexionar:
- Sobre mi posición financiera, ¿cuál es mi patrimonio, mis ingresos y mis gastos? Una servilleta es suficiente si lo tenemos claro.
- ¿En qué etapa de la vida estoy? Podemos estar en una etapa de acumulación en la que aumentan nuestros ingresos sin aumentar las deudas; en una en la que nuestra capacidad de ingresos es alta pero también aumentamos las deudas; una en la que tanto las deudas como la capacidad de generar ingresos son bajas, etc.
- Sobre mi capacidad de tomar decisiones, ¿conozco el funcionamiento y las consecuencias de los productos en los que invierto? Podemos preguntar a los asesores, consultar en foros de internet o leer libros que nos ayuden a entender. La clave es ser curioso, ser constante y contrastar las fuentes.
- ¿Con qué periodicidad tengo acceso a la información relevante para seguir la evolución de mis inversiones? Por ejemplo a los datos fundamentales en una empresa cotizada (balance y cuentas de resultados), el equipo de dirección o el modelo de negocio; en un bono la calidad crediticia del emisor, la condición d eemisión y la evolución de los tipos de interés; en un fondo de inversión el estilo del gestor, sus resultados a 3 y 5 años... En una empresa cotizada los datos fundamentales (balance y cuenta de resultados), el equipo de dirección o el modelo de negocio; en un bono la calidad crediticia del emisor, la condición de emisión y la evolución de los tipos de interés; en un fondo de inversión el estilo del gestor, sus resultados a 3 y 5 años, etc.
- Quien me ofrece el activo donde invertir, ¿gana cuando yo gano o aunque a mí me vaya mal éste sigue ganando? Algunas entidades basan su negocio en colocar producto a comisión para grandes gestoras y bancos internacionales sin importar la rentabilidad final del inversor particular.
- Sobre mis gastos financieros, ¿conozco todas las comisiones que se aplican al activo donde pongo mi dinero y se corresponden con el trabajo aportado por el profesional? Marcas de agua, comisión de compraventa, de cancelación, de depósito, de éxito, etc.
- ¿Conozco y comparto los criterios de análisis y selección de los activos que me ofrecen? Debemos conocer si el gestor de nuestro fondo cambia o cuáles son los criterios por los que se considera que una acción o un bono se incorpora a una cartera para poder contrastar la información y hacer un correcto seguimiento.
- ¿Los activos que me ofrecen encajan con el horizonte temporal en el que preveo disponer de mi dinero? Por ejemplo el sentido común nos dice que a corto plazo deberíamos invertir en depósitos o renta fija de calidad, a medio plazo en productos mixtos, a largo plazo en productos de renta variable, inmobiliarios, etc.
- Sobre el riesgo, ¿llamo riesgo a la volatilidad del activo o a la posibilidad de pérdida irreversible? Y más importante, ¿con qué nivel de riesgo voy a ser capaz de dormir tranquilo?
- Cuando comparo diferentes activos, ¿lo hago para los mismos periodos de tiempo y entre aquéllos con características similares? Tanto si lo hacemos nosotros mismos como si es un agente o asesor quien nos muestra la información es realmente importante comparar churras con churras y merinas con merinas.
En definitiva, el proceso que emprendemos como inversores particulares es un viaje a Ítaca que esperamos sea largo, lleno de aventuras y conocimientos. En el que descubramos nuevos lugares que nuestros ojos hoy ignoran y en el que podremos aprender de los que llevan más tiempo que nosotros navegando. Sin olvidar que a la isla de cultura financiera a la que llegaremos será tan rica como nosotros lo seamos.
Miquel Boix es director comercial de Buy & Hold Gestión de Activos