VALENCIA (VP). Sandra Mínguez, diputada de Podemos en Les Corts que el viernes fue destituida de forma inesperada como secretaria de Organización del partido en Valencia -ella misma dijo haber conocido la decisión por Telegram- se ha manifestado a favor de realizar una consulta vinculante a la militancia para decidir la posible entrada de la formación morada al Consell.
Mínguez ha lanzado su propuesta mediante un comunicado en el que valora su destitución como secretaria de Organización autonómica de Podem en el que asegura que, una vez pasadas las elecciones generales, se abre una "nueva fase" en la que los problemas deben abordarse con una "solución integral" y no mediante "destituciones nominales".
"Ante esta nueva etapa, uno de los debates fundamentales será abordar el mejor proyecto para este ciclo, de qué forma ser más útiles para la sociedad valenciana. Dentro de ese proyecto, será fundamental analizar y debatir cómo garantizar el cumplimiento del Acord del Botànic", valora la diputada.
En ese punto, y en relación a la posible entrada de Podemos en el Consell manifestada en los últimos días por su líder autonómico, Antonio Montiel, Mínguez recuerda que sería el primer gobierno autonómico al que entraría la formación de los círculos y considera que se trata de un asunto que debería decidirse en una consulta interna.
"La diferencia se encuentra entre quienes creemos necesario resolver ese dilema con una estrategia integral, fruto de un debate colectivo en los órganos formales y la militancia, que se resuelva mediante una consulta vinculante a todas las personas inscritas; y quienes ya anuncian condiciones suficientes para esa entrada sin que su posición sea producto de un proceso de reflexión colectiva", reflexiona la exsecretaria de Organización de Podemos en la Comunitat.
La postura contrasta con la defendida esta misma semana por Montiel, quien el jueves, apenas unas horas antes de anunciar la fulminante destitución de Mínguez, defendía que ya se dan las condiciones para entrar en el Consell.
La diputada añade que el debate y el disenso "no son síntomas de deslealtad" sino un reflejo de la "democracia interna de un partido y son además necesarios para su progreso".
Considera, además, que Podemos tiene por delante "grandes retos", ante los que asegura mantener una convicción personal para "continuar con el compromiso intacto con el que empezamos en el círculo de València en febrero de 2014".