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análisis | las elecciones en los principales municipios valencianos

Mislata: cuándo la pregunta no es quién va a ganar las elecciones, sino por cuánto lo hará

17/05/2023 - 

VALÈNCIA. En Mislata la pregunta no es quién va a ganar las elecciones y conseguir la alcaldía; el interrogante a resolver consiste más bien en saber por cuánto vencerá el actual alcalde, Carlos Fernández Bielsa, que, a la vez, ejerce de secretario general provincial del PSPV.

El actual primer edil obtuvo su primer triunfo en 2011 con una ajustada mayoría absoluta y tras una etapa de gobiernos del PP con Manuel Corredera al frente que se inició con una moción de censura precisamente al otro alcalde socialista que ha tenido la localidad desde 1979, José Morales. No ha habido más máximos munícipes de Mislata en los últimos 44 años que los tres citados.

De aquella apurada mayoría absoluta de 11, Bielsa pasó en 2015 a un cómodo resultado de 14 concejales sobre un pleno de 21; y en 2019 dio un paso más hacia la cima de popularidad para alcanzar los 15 y dejar la oposición reducida a seis (tres del PP, y uno de Ciudadanos, Compromís y Vox).

Su perfil político entremezcla las reivindicaciones localistas, las ayudas sociales con unas fiestas patronales en las que no repara en gastos y que son ya referente en el área metropolitana, reuniones constantes con colectivos de toda índole y un férreo control del consistorio.

Victorias y escultor

Bielsa es tan querido en Mislata como respetado en la estructura del PSPV por sus mayorías incuestionables más que por resaltar por un carácter jovial. Sus victorias constituyen la mejor baza de su candidatura municipal, que cierra, como ya se ha convertido en tradición, el célebre escultor y pintor Miquel Navarro.

Volver a superar el 60% de los sufragios emitidos, como en 2019, le permitiría mostrar algo más que unas buenas credenciales para sentarse en el sillón presidencial de la Diputación de València. 

Un bajón –aunque conserve la mayoría absoluta-, en cambio, para él podría suponer un incómodo resbalón en función de cómo queden otros destacados alcaldes socialistas que también podrían aspirar a ese cetro institucional provincial.

Por si acaso, el presidente de la Generalitat y secretario general del PSPV, Ximo Puig, en la apertura de campaña autonómica socialista que tuvo lugar precisamente en la población que dirige Bielsa, ya le ungió, sutil aunque abiertamente, con frases como “Mislata es la imagen que queremos de la Comunidad Valenciana” o “dan ganas de quedarse a vivir en Mislata”.

El objetivo del PP

De cualquier modo, la victoria por goleada está en las manos de Bielsa y su equipo. El Partido Popular ha dado el encuentro prácticamente por perdido. Después de buscar infructuosamente candidatos adecuados hasta plantarse a pocas semanas de entregar las listas en la Junta Local del partido judicial de València, optó por lo fácil.

Escogió al concejal Fernando Gandia, muy vinculado al ámbito fallero, para relevar al televisivo comunicador Jaime López Bronchud, cabeza de lista en 2019 y que ya hace mucho tiempo que anunció que renunciaba a afrontar de nuevo semejante reto inconmensurable.

El objetivo de Gandía básicamente consiste en evitar una goleada electoral del calibre de la de hace cuatro años, cosechar algún edil más y sumar votos por Mislata para la pugna por la Diputación provincial, que se presenta reñida. No le piden más que dar la cara.

¿Y qué pasa con el resto?

En esa misma tesitura se hallan Compromís y Vox, ambos con un edil. La coalición compromisaria ha aglutinado a Podem e incluso a Recortes Zero. La liderará la arquitecta Silvia Maiques, que releva a su compañero Javier Gil. Fue la única que concurrió a las primarias de la coalición para enfrentarse a Bielsa.

Por su parte, Álvaro Galán repite por Vox. Curtido en este mandato como el edil posiblemente más beligerante con el alcalde, tratará de aumentar la representación de su formación y así no sentirse tan solo en la oposición.

José María González Murgui, veterano de la política local que precisamente participó en aquella moción de censura que desbancó a Morales y dio la alcaldía a Bielsa (fue primer teniente de alcalde como portavoz de Unión Valenciana en el nuevo gobierno), concurre de nuevo por Ciudadanos. Ya lo hizo en 2015 y 2019. En ambos casos consiguió representación; la suya. En este 2023 el apagón de la marca convierte su misión en más complicada.

Completan el septeto de partidos que se presentan Esquerra Unida, que opta con Guillermo Sepúlveda en una localidad que históricamente no se le ha dado mal y en la que en los tiempos de Morales llegó a destacar como la más aguerrida oposición al PSPV, y el Frente Obrero, con el químico Pablo Sanz de cabeza de lista y la proclamada intención de “dar guerra y desenmascarar a Bielsa”.

Personalidad propia

Poca historia más teóricamente tiene la contienda electoral en Mislata, un municipio que destaca por su elevada densidad de población, que supera los 20.000 habitantes por kilómetro cuadrado. El hecho de hallarse atenazado entre València, el Parque de Cabecera que prolonga el jardín del Túria y la autovía V-30 lo convierte casi en un islote de la capital, con la que llega a compartir calles.

No obstante, o quizás por eso, Mislata siempre ha defendido una personalidad propia y singular, la de una ciudad que quiere ser considerada bastante más que la prolongación de la metrópoli.

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