VALÈNCIA. Mochisan, cafetería especializada en mochis artesanos, abre este martes su segundo local en València. Lo hace tras el éxito de su primer espacio en la calle Martí L'Humà, donde han conseguido que la ciudad se vuelque con el conocido dulce japonés en un local que iniciaba su actividad hace ya casi tres años. Ahora, tras la buena acogida, inauguran este espacio take away en la calle Callosa d’en Sarrià 2, donde además han puesto en marcha un obrador desde el que servirán a la hostelería de la ciudad y el área metropolitana. Así lo explican Andrea Valls y Dídac Martí, socios de Mochisan, quienes esperan que esta apertura forme parte de un proceso de expansión.
"Cuando abrimos, para nada imaginaba que iba a ser lo que fue. Tuvimos que cerrar incluso algún día para poder preparar más mochis y aunque, fue estresante, valió mucho la pena", recuerda Valls. Ahora, suma fuerzas con su nuevo socio, con quien estudió dirección de cocina y cuya visión es la de seguir haciendo un negocio de barrio. Cabe recordar que, este reconocido postre, confeccionado con masa de harina de arroz glutinoso y relleno con múltiples sabores, es más habitual consumirlo en su formato artesanal en tierras niponas. Sin embargo, no es tan fácil hacerse en València con un daifuku mochi casero frente a los congelados de los supermercados.
En Mochisan ofrecen una decena sabores como cheesecake, Oreo, pistacho, lotus o yuzu, aunque el más tradicional, relleno de anko (pasta de judía roja) lo dejan para los encargos. A este dulce se suman otros como los bento cakes -que se venderán en exclusiva en su nuevo local-, galletas de matcha o su exitosa yuzunada. "Vamos a centralizar en este obrador la producción y aunque tendremos más volumen, la filosofía es mantener la calidad del producto", explica Martí. Un espacio que abrirá de martes a sábado de 11 a 19 horas.
Con la puesta en marcha del obrador, Mochisan inicia su andadura en la hostelería y ya cuenta con sus primeros clientes, como el restaurante japonés Hotaru. "Hemos decidido aliarnos con clientes que nos gustan y que sabemos que tratarán bien el producto", apunta Martí. "Al final, es una elaboración artesana que no lleva conservantes, y no es algo que tú compres en una gran superficie y lo puedes mantener", recuerda Valls, quien se encargaba hasta el momento de todas las elaboraciones. "Si no se trata bien, al final el consumidor final no va a recibir lo que nosotros esperamos de nuestro producto".
Los dos socios saben que la confección de este postre, tan demandado entre los clientes, tiene una producción "engorrosa" en cocina, por lo que buscan facilitar la tarea a los hosteleros, que en muchos casos recurren a opciones industriales. "Al final, nosotros solo les dejamos el último paso, y eso les facilita mucho la tarea", señala Valls, quien ha elaborado incluso sabores específicos para algunos de esos restaurantes. "Hemos ido a buscar clientes muy referentes en la gastronomía valenciana", explica Martí.
Aunque Valls asegura que la clave es ir despacio y no abarcar más de lo que pueden llevar a cabo, el centralizar la producción es un paso previo para poder abrir más locales, tanto en València como en otras ciudades, aunque por ahora en un sueño que, si llega, lo hará con el tiempo. Madrid, Amsterdam o París está entre sus aspiraciones lejanas, aunque tienen claro que, con esta apertura, esperan una evolución "exponencial" de la producción de la compañía y continuar con su expansión.
Para Valls, como ya explicaba a Valencia Plaza, el mochi se podría comparar por fuera con una golosina por su masa elástica de arroz glutinoso, aunque señala que es más suave. "El relleno da mucho juego y por eso hago mi versión de los mochis con sabores occidentalizados en algún caso, como el de Oreo, pero hay mil maneras de hacerlos", señalaba. Tras esta apertura, el mochi sigue su expansión en la región, donde compañías como Noku Mochis o Helados Estiu también confeccionan sus elaboraciones para el mercado de la distribución.