VALÈNCIA. Una de las instituciones que el PP perdió en las elecciones de 2015 fue la Diputación de Valencia. La formación popular sacó 12 representantes, una cifra insuficiente para contrarrestar el pacto entre PSPV, Compromís, Esquerra Unida y València en Comú que se conformó en la corporación provincial.
Tras la caída de Alfonso Rus por la Operación Taula, el partido que lidera Isabel Bonig apoyó como portavoz de la institución a Mari Carmen Contelles y favoreció el paso de algunos jóvenes con el objetivo de ofrecer un aire de renovación en la entidad. Una de las caras nuevas fue el concejal Modesto Martínez (Alboraya, 1988), que venía de ganarse la vida en el sector privado, primero en una empresa de gestión de actividades deportivas y después en la misma área como autónomo. Así, dejó a un lado su actividad profesional para ser el diputado provincial más joven del grupo y ahora, ha sido designado presidente del Comité Organizador del Congreso de Nuevas Generaciones de la Comunitat que tendrá lugar el próximo 5 de mayo, en la Facultad de Educación de Alicante.
-¿Cómo llega a la política?
-Siempre he sido "politiquero". Soy activo y guerrillero y ya de joven estaba como representante en el Consejo Escolar y cosas similares. Cuando crecí me vinieron a buscar de algunos partidos en el pueblo pero nunca me quise vincular. Finalmente hice amistad con un concejal del PP y, como el proyecto me gustaba, me animé a principios de 2011.
-Prueba de que usted ha sido siempre activo es que también ha estado fuertemente vinculado al mundo del asociacionismo, como por ejemplo con su vinculación al mundo taurino...
-Sí. Yo fui presidente de la Federación de Peñas de Bous al Carrer de la Comunitat Valenciana del 2011 al 2015. Me lo dejé cuando entré en un cargo político. La afición la tengo de toda la vida. Siempre digo que político dejaré de serlo algún día, aficionado a los toros seré siempre.
-Usted alcanzó un puesto, sin tener un perfil de dirigente juvenil de larga trayectoria, por el que otros compañeros pelean mucho...
-Bueno... yo no he pedido nada en política. En su día me llamaron y fue una satisfacción porque me encanta la política local. En la Diputación puedes compartir experiencias de lo que haces en tu municipio o captar proyectos de otros que puedes aplicar al tuyo. Es una gran experiencia.
-Se acerca el congreso de Nuevas Generaciones de la Comunitat, ¿cuál va a ser el funcionamiento del cónclave?
-Tanto Isabel Bonig como Juan Carlos Caballero, presidente de NNGG, siempre han defendido la fórmula 'un militante, un voto' y aquí se lleva a la práctica también para que pueda participar todo el mundo. Aunque solo se ha presentado un candidato, el propio Caballero, estamos contentos con la respuesta de la militancia de cara a abordar un congreso de ideas. Por el momento, hay cerca de 350 inscritos y hemos ampliado el plazo porque hay más gente que quiere apuntarse. Esperamos un cónclave que evidencie que NNGG es la organización juvenil más importante de la Comunitat.
-El PPCV ha atravesado momentos difíciles, ¿qué balance hace del mandato de Caballero en estos años? ¿ha notado un descenso de la participación?
-Han sido años convulsos y hay gente que se ha desvinculado no solo de este movimiento, sino también de otros. La gestión de Juan Carlos ha tenido tres puntos especialmente meritorios que ofrece garantías de futuro: ha tenido la capacidad de unir tras una larga época sin congresos en NNGG, ha sabido anteponer el proyecto a los personalismos y ha estado acertado en defender los intereses de los jóvenes. Han sido tiempos convulsos, pero NNGG siempre ha estado dando el callo y diría que la rama valenciana es la más activa del país.
-¿Y no cree que a veces la falta a NNGG un espíritu más autocrítico, combativo o reivindicativo? Se supone que estas organizaciones, por ejemplo esto se dice mucho en Juventudes Socialistas, deben ir más allá del partido...
-Bueno, yo no quiero hablar de otras organizaciones, pero creo que la diferencia es que nosotros sí nos plantamos cuando nos tenemos que plantar. Igual otros hablan, pero nosotros nos plantamos. Eso sí, sabemos lavar los trapos sucios en casa y resolver estos debates de puertas para adentro. Nosotros hemos tenido convenciones como la que hicimos en Alcoi donde se habló de 'un militante, un voto', de medidas de participación, regeneración... que luego se llevaron a cabo. Creo que puede decirse que el PPCV, e Isabel Bonig especialmente, escucha a Nuevas Generaciones.
-No sé si puede decirse que el PPCV y también NNGG hayan sido reivindicativos en cuestiones como la financiación en los últimos tiempos. Por ejemplo, ni partido ni organización estuvieron en la manifestación contra la infrafinanciación o ahora los PGE de 2018 no son las mejores cuentas para la Comunitat...
-No podemos caer en las trampas y falacias de la izquierda. Tenemos que defender las cosas consecuentemente: nuestra postura ha sido clara en este aspecto. Estamos en contra del sistema financiación que aprobó el PSOE y del que uno de los artífices en su día fue el propio Ximo Puig. Los socialistas, los mayores en este caso, hablan mucho pero luego no plantan cara.
-¿Preocupa en NNGG el ascenso de Ciudadanos, que parece nutrirse además de mucho voto joven de centro derecha pese a no tener organización juvenil?
-Siempre digo que los de NNGG no seguimos modas. El mejor garante de los intereses de los jóvenes es el PP porque ofrece estabilidad y un futuro, que es lo que queremos. Además, no comparto que la mayoría de voto joven se vaya a Ciudadanos o, en el caso de la izquierda, se vaya a Podemos.
-¿No hay una crisis de las organizaciones juveniles, dado que estas fuerzas emergentes no poseen y sí parecen tener predicamento en este sector?
-Creo que no les interesa, ni a Ciudadanos ni a Podemos, tener una voz joven y fuerte. Los jóvenes en las organizaciones son reivindicativos y tener un colectivo fuerte de esas características no les conviene posiblemente porque es más difícil de manejar. Al final, los jóvenes son indomables.
-¿Cómo ve las políticas relacionadas con la juventud en la Diputación de Valencia?
-El PP creó la Dipu te Beca, una iniciativa dirigida a épocas estivales para estudiantes que se daba a través de los ayuntamientos. Cuando llega el cuatripartito estas becas se ven reducida al 50%: nuestro grupo presentó una enmienda a los presupuestos para que se potenciaran o al menos se mantuvieran, pero no ha sido así. Es cierto que generaron unas becas de posgrado, pero el montante final de los sucesivos presupuestos no se compensa y desde 2016 a 2018 ha habido una reducción en las becas de 3,7 millones de euros a 2,2 millones. Estamos en total desacuerdo porque el programa del PP funcionaba bien: al final los jóvenes de los municipios tenían la ocasión de trabajar en verano, quedarse, acumular experiencia laboral...
-El PP de la Diputación está siendo incisivo en la fiscalización. Por ejemplo, ha llevado a los tribunales el posible fraccionamiento de contratos en el departamento de Xavi Rius. ¿Van a seguir en esta línea?
-Estos asuntos los lleva Contelles, pero la línea de trabajo de fiscalización es esa y yo me enorgullezco. Yo no soy de la vieja ni de la nueva política, soy de la buena política: trabajar por los municipios, ser leal a la institución y realizar esa tarea de fiscalización.
-¿Debe dimitir Xavi Rius o el presidente de la Diputación, Jorge Rodríguez, tomar alguna determinación?
-Lo que está habiendo es un tancredismo impresionante. Nadie se quiere mover. Lo que digo es que se ciñan a lo que nos pedían a nosotros: si esto lo hubiera hecho alguien del PP estaría lapidado en plaza pública.
-Mirando los números en la Diputación, ¿qué debe hacer el PP para recuperar el timón en 2019?
-Sin duda lo más importante es València y el área metropolitana, además de los partidos judiciales donde se juega un solo diputado.
-Como Ontinyent, ¿se le puede ganar al presidente de la Diputación, Jorge Rodríguez, en su feudo?
-Es complicado pero no imposible ni mucho menos. Es un área donde el PP ha gobernado en muchos municipios y se ha hecho buena labor.
-¿Le preocupa como diputado provincial y referente en NNGG que no se celebrara el congreso provincial? ¿No temen que se acuse el desgaste de no celebrar este proceso y, por consiguiente, los comarcales y locales?
-Yo pienso que el congreso se tenía que haber hecho y acatar el resultado que se hubiera dado como adultos que somos. Pero bueno, las cosas vinieron como vinieron y no hay que pensar en lo que pudo ser, sino en 2019 y en trabajar para que el PP vuelva a las instituciones.
-¿Pero no es complicado mantener la ilusión y la tensión en las comarcas sin una renovación orgánica?
-Sí, a veces resulta complicado, pero pienso que en política se gana por dos causas: una por la ilusión que generas y otra por el miedo que generan los que gobiernan o los que vienen. El PP es la única fuerza que, a mi modo de ver, puede generar ilusión y, al mismo tiempo, advertir sobre los peligros que traen gobiernos cuatripartitos como el de la Diputación.