La entidad manifiesta un repunte tras la crisis
MADRID, (EFE). El Monte de Piedad de Madrid resurge tras la crisis financiera y el cierre del crédito, que supuso una oportunidad en España para este tipo de entidades, una alternativa para aquellos que necesitaran liquidez a través de un pequeño préstamo y pudieran dejar en prenda alguna antigua alhaja.
Ahora, a pesar de la recuperación económica, el Monte de Piedad de la Fundación Montemadrid, germen de la extinta Caja Madrid, y el primero de Europa, afianza una tímida expansión regional que le lleva a abrir poco a poco nuevos espacios más allá de su sede tradicional en la capital.
El primero de ellos en la localidad madrileña de Móstoles, seguido de un segundo en Alicante, al que se sumará el próximo jueves, 4 de febrero, una sede en Córdoba, la primera en Andalucía. El motivo de la nueva apertura es que la ciudad andaluza "desde hace años no cuenta con ningún montepío", que permita "acercar la pequeña financiación al mayor número posible de personas", el principal objetivo por el que nació hace más de 300 años esta organización sin ánimo de lucro.
En la actualidad, el Monte de Piedad de Madrid cuenta con más de 60.000 clientes en toda España y realiza más de 150.000 operaciones al año con las que satisface "necesidades puntuales de financiación" mediante créditos con un interés de entre el 5 % y el 8,25 %. Los clientes reciben más o menos liquidez en función del valor de las alhajas depositadas en el Monte, "siempre con la confianza de recuperar las joyas una vez que se ha devuelto la cantidad solicitada", o de lo contrario, pasado un tiempo salen a subasta.
Tras años en los que han permanecido en un segundo plano a la sombra de las entonces poderosas cajas de ahorros, ha sido durante la crisis cuando estas entidades han comenzado a reivindicar su papel en la sociedad, poniendo a disposición de los usuarios liquidez inmediata en momentos complicados para su bolsillo. Y es que los Montes de Piedad ofrecen efectivo que muchos clientes destinan para la matrícula de la universidad, el arreglo del coche, la lavadora u otros gastos inesperados que requieren de efectivo en el momento, a cambio de entregar, temporalmente, cualquier joya que se tiene en casa.
Sin embargo, estas instituciones cuentan con algunos competidores conocidos como "compro oro", que aprovechan para ofrecer dinero inmediato sin intereses a los consumidores que acuden a pedir el préstamo a los Montes de Piedad. La diferencia es que aquellos que se decantan por esta opción saben que nunca más podrán recuperar las joyas vendidas a estos compradores y que han recibido por ellas menos dinero de lo que realmente valen, ya que ello varía en función del precio del oro.
Para la Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA), los Montes de Piedad se desmarcan de la función de las casas de empeño o de los negocios de compraventa de joyas, ya que el 95 % de las garantías o prendas entregadas por los clientes son recuperadas tras acabar de pagar el préstamo. Según los datos de la CECA, a cierre de 2014, casi el 67 % de los préstamos concedidos por los Montes de Piedad no superan los 600 euros y menos del 1 % están por encima de 3.000 euros.
En 2014, los últimos datos de un ejercicio completo, los Montes de Piedad concedieron más de 340.000 préstamos, con un perfil de cliente "variado", ya que en los últimos años se han incrementado los autónomos, estudiantes, familias y pequeños empresarios que acuden a estas entidades por su inmediatez, y facilidad para dar solución a sus problemas puntuales de liquidez.
El 67 % de los usuarios son mujeres frente al 33 % de hombres, mientras que por edad, el tramo en el que se concentra el mayor número de clientes es el de 51 a 65 años, seguidos por los de entre 35 a 50 años.
Más de cuatro décadas lleva en la única caja de ahorros con vida en la Comunitat Valenciana y una de las dos que siguen en pie junto a la mallorquina Colonya Caixa Pollença