VALÈNCIA. Un nacimiento siempre es una alegría y ésta es doble cuando, además, supone un motivo de optimismo para la biodiversidad del planeta. El equipo técnico de Bioparc seguía de cerca la evolución de las hembras del grupo de driles y, a primera hora de uno de estos últimos días del temporal de frío, llegó la satisfactoria noticia. Al tratarse de una de las especies de primates en mayor peligro de extinción de África, los cuidadores no podían esconder su felicidad, pues el nacimiento de este macho se produce dentro del programa internacional de conservación (EEP) en el que el parque valenciano tiene un papel destacado. Tras comprobar que la crianza de la madre se desarrollaba con total normalidad y dado que el grupo está muy cohesionado, ya puede contemplarse en la zona que recrea los bosques de ribera de la zona de África Ecuatorial, en el recinto "multiespecie” donde conviven con sitatungas, hipopótamos pigmeos, talapoines y gansos del Nilo.
Los driles (Mandrillus leucophaeus) están incluidos en la lista roja de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) como “endangered”, el paso previo a considerarse “crítica” su situación. El grupo reproductor valenciano está formado por el imponente macho Rafiki, las hembras adultas Abuja y Kianja, madre del recién nacido, y la prole de las últimas seis crías. Se trata de una especie poco conocida en comparación con otros primates como los mandriles y el éxito en la conservación ex situ es vital para garantizar su supervivencia. De esta forma, al llegar a la edad adulta, Bioparc ya ha trasladado a otras instituciones zoológicas varias de las crías nacidas en Valencia, favoreciendo la creación de otros grupos para lograr la máxima variabilidad genética posible.
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