VALÈNCIA. La modernización digital de los pequeños negocios parece tarea obligada para aquellos que quieran sobrevivir en un entorno altamente competitivo. Pero para muchos empresarios pasar por el aro no solo implica tiempo, inversión y conocimiento —¿a quién le sobra?—, sino también disolver su personalidad, perder la cercanía con sus clientes y emplear herramientas muy invasivas. Si tú eres uno de ellos, es que aún no conoces unBlock, dispuesto a romper esas barreras.
Hará unos años, un famoso dúo cómico contaba en su espectáculo que les encantaba comprar en el pequeño comercio, pero no por sus frescos, su producto de calidad o la cercanía del establecimiento. No. Lo que verdaderamente les gustaba del pequeño comercio eran los nombres de los establecimientos: Casa Paco, Frutería Goyo o Hermanas Rubio. Y es que aunque en estos sitios te sirvan tu cafelito justo con leche fría —como a ti te gusta—, te den la mejor mesa —al lado de la ventana— y te atiendan rápido, lo que verdaderamente les gustaba era saber que si preguntaban por Paco, Goyo o las Rubias siempre podrían entablar conversación con ellos, mientras que si preguntaban por McDonald’s jamás saldría a tomar ese cafelito porque básicamente ni estaba en el local —ni existía—. Dicho sea de paso que el espectáculo tenía bastante más gracia que lo aquí relatado.
El trato cercano es esencial para conectar con los clientes pero esta atención debe lograse en el entorno físico y también en el digital
Pero en cualquier caso, la anécdota es ilustrativa y se traduce en una cosa: la clave está en la cercanía. La oferta de productos y servicios, el conocimiento que se tiene de estos para orientar al cliente en sus elecciones, así como una atención cercana y de calidad siguen siendo los ingredientes para que la receta no falle tanto para negocios de toda la vida, emprendimientos o franquicias, ¡ojo! Pero esta no solo no debe fallar sino que debe competir contra otras propuestas igual de sugerentes y cercanas en el trato, y hacerlo en el contexto físico y en el digital. Atención: omnicanalidad le dicen. ¡Vamos!, estar donde están los clientes que no es solo en la terraza de Casa Paco. “Mi nieta me decía que tenía que modernizarme porque de los desayunos y de los menús no iba a vivir siempre. Con la pandemia escuché mil veces eso de Te lo dije, pero a mi edad puedo cambiar lámparas por bombillas pelonas —como cuando te entregaban el piso y no tenías dinero para la lámpara— que dicen que es muy moderno, pero ¿para di-gi-ta-li-zar…?”, relata Paco con guasa, dueño de un restaurante de los de toda la vida.
Pero sabe que la cosa no está para bromas y que como él hay más Pacos. Por eso cuando recibió el folleto que leyó con su nieta, llamaron y lograron modernizar los servicios como la carta digital, las ofertas personalizadas o su presencia en internet en un santiamén. “No tuve que hacer nada y ahora tengo una carta digital por la que no tengo que pagar y lo que antes eran menús del día para la gente que trabaja cerca ahora son menús del día a domicilio porque tenemos muy buenas opiniones en la aplicación y nos encuentran fácilmente”. Paco, ¿cómo se llama eso que te ha cambiado la vida? unBlock.
A principios de 2020 un 86% de las empresas españolas no contaba con un plan para modernizarse digitalmente según fuentes oficiales. Lo que era un dato de grado de innovación se convirtió en un drama para muchas empresas que tuvieron que cerrar durante los primeros meses de la pandemia. Las que sobrevivieron intentaron reinventarse subiéndose al carro de cualquier tecnología y bien por las prisas ante un contexto de urgencia, bien por desconocimiento, externalizaron toda la modernización de su negocio. Pero ¿era eso lo que de verdad necesitaban?, ¿mejorar los servicios implica necesariamente tecnología?, ¿qué es lo que diferencia un negocio, oferta o servicio de otro?
“Yo estaba tan cansada de la situación que delegué en una empresa la creación de la web, anuncios, etc., y el resultado fue el perder el control de mi proyecto, el toque que yo le daba a todo, no saber qué querían de verdad mis clientes. En resumen: pasé a ser una más para ellos”, explica Grete, diseñadora gráfica y emprendedora de una tienda de productos veganos. “Cuando oí hablar de unBlock… ¡tenía que probarlo! Cero coste de inversión, me ayudaban a personalizar mi oferta, podía hablar con mis clientes de tú a tú sin acudir a los típicos anuncios promocioneros… Por ejemplo, con los QR de unBlock puedo recomendar a cada cliente un producto en función de sus gustos y eso sí marca la diferencia ”.
“Con los QR de unBlock puedo recomendar a cada cliente un producto en función de sus gustos y eso sí marca la diferencia”. Así es como Grete se ha adaptado a sus clientes sin perder la esencia
Lo mismo le pasaba a Maika con su cafetería en la que de vez en cuando montaba presentaciones de libros, sesiones de lectura, catas de productos artesanales, ofertas… Siempre venían los mismos clientes por la pura incapacidad de avisar a otros de novedades, promociones o eventos. “¿Cómo competir entre los whatsapps, los eMails, los anuncios de Instagram…? Estamos saturados y yo no quería alimentar algo que detesto… Hasta que descubrí unBlock, una plataforma con otra filosofía con la que puedo dar visibilidad a mi local destacando lo que yo quiera. Ahora sí viene mucha gente a preguntar y me ha dado cierta tranquilidad porque he estado muchos meses sin hacer caja”. Y es así como Maika empezó a comunicarse con sus clientes a su manera y solo con aquellos a los que puede interesarles un evento o una oferta porque unBlock te permite conocer los gustos y preferencias de personas con nombre propio. Maika lo tiene claro: la esencia de su negocio reside en que la gente se sienta como en casa. Personalización, sí, y cero mensajes invasivos. “Ahora entiendo qué es estar en el lado smart de la ciudad”.