Detrás de Destino están Anabel y Álex, dos entusiastas de la cerveza artesanal, de sus sabores, texturas y tradiciones. A su pasión por la cerveza le suman el interés por la Historia. Según cuentan, hace algún tiempo «nos dimos cuenta de que la cerveza artesanal va más allá de ser una simple bebida fermentada; es una experiencia, un viaje que une personas, momentos y emociones». De esa iluminación en 2024 nació Destino, un proyecto «para compartir nuestro entusiasmo, trayendo un pedacito de nuestra pasión en cada botella, inspirándonos en la historia y en las recetas e ingredientes tradicionales».
Según explican, en Destino investigan «meticulosamente la historia y los ingredientes para garantizar que cada sorbo sea un viaje. Queremos ofrecer la autenticidad de las primeras recetas de cerveza artesanal». En su proceso de búsqueda y arqueología por la historia de una de las bebidas más consumidas en el mundo se dieron cuenta del papel fundamental que han tenido las mujeres en su elaboración. «Por eso queremos homenajearlas con cada estilo de cerveza». De este modo, investigaron, probaron y finalmente, dieron con tres recetas que conectan grandes figuras femeninas de distintas épocas con los estilos de cerveza más famosos.
En su catálogo no podía faltar la referencia a Hildegarda de Bingen, a quien consideran la madre del lúpulo. «Hildegarda no solo fue monja. Fue botánica, sanadora, escritora y compositora. En el siglo XII ella estudió las propiedades del lúpulo y lo introdujo por primera vez en la cerveza. Porque estudió —con ciencia y corazón— que esa flor podía conservar, proteger y transformar la cerveza. Con ello revolucionó la historia de la cerveza. Hoy, más de 900 años después, sus estudios siguen vivos en cada cerveza».

Hildegarda de Bingen (también conocida como Hildegarde von Bingen, 1098-1179 d.C.) fue una mística cristiana, abadesa benedictina y polímata experta en filosofía y otras tantas artes. Tras unos ocho años de silencio historiográfico, debido en gran medida a su actitud desafiante respecto a los límites marcados para las mujeres por la jerarquía patriarcal de la Iglesia, ha sido reivindicada por su enfoque protofeminista y el valioso legado en las artes y las ciencias que dejó. En 2012 fue proclamada santa por el Papa Benedicto XVI.
«En Cerveza Destino homenajeamos a Hildegarda con una Hopfenweisse, o lo que es lo mismo, una cerveza de trigo lupulada. Inspirándonos en las tradicionales cervezas de trigo alemanas pero más lupuladas. En nariz, su aroma es un jardín: plátano maduro, flores blancas, clavo y lúpulo fresco. En boca, es una danza elegante entre el dulzor del trigo y un amargor sutil que limpia y refresca. Ideal para días calurosos. Es una cerveza compleja, pero accesible. Equilibrada. Contemplativa. Como una buena conversación bajo un naranjo en flor».
En el periplo de Destino por la historia cervecera aparece la mitología vikinga. «Los vikingos celebraban sus victorias con el Aul, una cerveza elaborada exclusivamente por mujeres, quienes eran consideradas sacerdotisas y guardianas de esta rica tradición cervecera. Cuando los nórdicos fundaron la ciudad de Dublín (Dubh Linn), dejaron huella en la cultura cervecera europea. Con el paso del tiempo, los irlandeses tomaron estas recetas ancestrales y las perfeccionaron, dando lugar al estilo Red Ale que hoy conocemos y amamos». De este episodio nació Sigrun, una cerveza que reúne la ciencia de las Red Ale y que tiene como resultado una cerveza con notas de caramelo ligeramente lupuladas. «Sigrun es una cerveza con cuerpo, con un ligero dulzor, matices suaves de frutos rojos y un final de enebro. Presenta una espuma cremosa y carbonatación moderada. Con Sigrun, capturamos la intensidad: sabores profundos, notas de malta, toques herbáceos y una suavidad tostada que transporta directamente a las grandes celebraciones vikingas. Cada sorbo es un tributo a las conquistas, las ceremonias y el espíritu de aventura de aquellos tiempos».

Las IPAs también tienen espacio en la carta de Destino. «De la mano de Elizabeth te viajamos a la época de la revolución industrial y a los largos viajes a la India desde Londres, que dieron lugar al origen de esta receta. Elizabeth es una IPA suave y refrescante. Ligera en trago, de aroma maltoso y especiado, con toques finales cítricos y florales. En boca, predominando el lúpulo de fuerte amargor. Experimentando así la misma sensación de aquellos que probaron una IPA por primera vez».

Con solo cuatro ingredientes realizan esta cerveza de «cuerpo medio, ni demasiado ligero ni demasiado pesado. Se siente suave y bien estructurada en boca, con una carbonatación adecuada que realza los sabores. Su textura es sedosa y refrescante, con una sensación ligeramente resinosa en el paladar. Deja una agradable sensación seca al finalizar cada sorbo». Para la creación de esta cerveza imaginaron a Elizabeth, «hija única de un conocido empresario cervecero, que exportaba cerveza a las colonias inglesas, George Hodgson de la Bow Brewery». Hodgson está considerado el padre de la Indian Pale Ale. «Elizabeth, conocedora de las técnicas de elaboración de cerveza, propone una idea muy novedosa para la época. Añadir más lúpulo, el único conservante natural del momento, a la receta londinense tradicional Pale Ale». El brebaje, de color ámbar dorado brillante, destaca por su amargor equilibrado y ligero dulzor maltoso que lo contrarresta.