MADRID (EFE). En las últimas semanas, el Banco de España y buena parte del sector financiero han reconocido que la rentabilidad y la eficiencia son dos de los grandes retos a los que se enfrentan las entidades en el corto plazo, lo que hace pensar en que se avecina una nueva oleada de fusiones.
Sin embargo, conviene analizar los datos para ver que no todas las entidades se encuentran en la misma situación y de hecho existen grandes diferencias entre ellas, especialmente en cuanto a rentabilidad y eficiencia se refiere.
Bankia, por ejemplo, ha conseguido posicionarse como la entidad más rentable y eficiente entre los grandes bancos, con una rentabilidad sobre fondos propios del 9,9% y una eficiencia del 45,1 %, excluyendo resultados de operaciones financieras y diferencias de cambio.
Al grupo presidido por José Ignacio Goirigolzarri le siguen de lejos BBVA y Santander, cuya rentabilidad se sitúa en el 7,6% y el 7,5%, respectivamente, por encima del 6% del Banco Sabadell tras la compra del británico TSB.
En el resto de la gran banca y teniendo en cuenta los datos consultados por Efe de cierre del tercer trimestre, las entidades españolas menos rentables serían el Banco Popular, con un 2,9%, y CaixaBank, con un 4,1%.
En el lado de la eficiencia, después de Bankia aparece el negocio en España de BBVA, con una ratio del 54,5%, mejor que la del 55,1% de CaixaBank; el 57,9% de Popular; el 58,3% de Sabadell; y el 64,8% de Santander España.
La agencia de calificación crediticia Fitch da por descontado que en un entorno competitivo y de bajos tipos de interés, en el que la rentabilidad y la eficiencia son los principales retos de las entidades, habrá nuevas fusiones bancarias en España.
Sin embargo, considera que estas operaciones se darán a finales de 2016 y en un informe publicado recientemente pone el foco en las las entidades medianas como las más llamadas a participar en una nueva ronda de consolidación.
En este sentido, sostiene que la banca mediana podrá aguantar la presión a corto plazo, pero al final, lo más probable, es que sean absorbidas por los grandes bancos españoles, más que por competidores extranjeros.
La agencia sostiene que durante buena parte de 2016 las entidades medianas -Unicaja, Ibercaja, Kutxabank, Abanca, BMN y Liberbank- centrarán sus esfuerzos en fortalecer su viabilidad de forma independiente, por ejemplo, con la venta de activos problemáticos, el ahorro de costes o las emisiones.