“Y habrá que resucitar por la mañanita y habrá también que cantar”, Javier Krahe (1944-2015)
5/11/2016 -
VALENCIA. Cuando en 1928 el escritor Vicente Blasco Ibáñez contrajo la bronconeunomía que le provocó la muerte, se hallaba enfrascado en retratar la epopeya del descubrimiento de la conquista de América. Por su deseo expreso es inhumado en el cementerio de Menton, en la francesa Costa Azul, aunque su nicho en el Cementerio Civil de Valencia donde fueron trasladados sus restos cinco años después ostenta este lema: “quiero descansar en el más modesto de los cementerios valencianos”. El sarcófago en bronce dorado creado para él por Mariano Benlliure en 1935 sigue esperando un destino en una sala del Centre del Carmen de la calle Museo. Lleva dicho sarcófago un escudo de la ciudad con dos figuras que representan las Artes y las Letras, un globo terráqueo con la lacónica leyenda “Valencia a Blasco Ibáñez” y una procesión de dieciocho personajes de inspiración grecorromana leyendo sus libros. Alegorías son, y por tanto simbólicas, ya que nunca se han encontrado dieciocho personas juntas leyendo en Valencia a Blasco a no ser que fuera en una biblioteca pública y tuvieran un examen.
Lo bueno de morirse
Lo bueno de Valencia es que te mueres y nadie parece darle la debida importancia. Es una especie de trámite funcional que únicamente se tiene con el cuerpo físico (en algún sitio hay que ponerlo) porque en cuestiones del alma los valencianos somos unos maestros del escapismo. A pesar de la reciente doctrina “Ad resurgendum cum Christo” del papa Francisco que recuerda a los fieles lo de la resurrección de la carne, la bocanada del puerto de la Marina Real se ha convertido en uno de los lugares favoritos para el lanzamiento de cenizas fúnebres. La empresa Singlar Cruceros S.L. ofrece un servicio bajo el deportivo título “cenizas al mar” con el que puedes esparcir las cenizas de tu ser querido al mar Mediterráneo de forma intima y respetando el medio ambiente. Su tripulación está uniformada para realizar la ceremonia con la seriedad que requiere este momento y pelillos a la mar.
Transcendencia e intranscendencia
En otras sociedades menos acostumbradas a ver cómo arde un monumento que desaparece al día siguiente, la muerte tiene algo más de mística. Los deudos ofrecen al fallecido una última posibilidad, una especie de remordimiento moral que rescata ese vínculo del temor a lo desconocido y lo acerca al consuelo de lo eterno. En Galicia, lugar de ironías de la vida e ironías de la muerte, no es extraño despertarte una mañana y encontrarte frente a tu cama con tu tía Paca, recientemente fallecida, pidiéndote una misa que olvidó encargar en vida. Suena un poco raro, pero es algo más tierno que esperar que policía y prensa estén pendientes de un payaso diabólico haciendo el gilipollas en la calle Colón.
El paso de la vida a otra dimensión desconocida es un momento que ha desarrollado en el mundo una serie de ritos y tradiciones para venerarla, honrarla, ahuyentarla e incluso para burlarse de ella. México tiene en sus raíces prehispánicas, muy inclinadas al culto a la muerte, la festividad del día de muertos, dedicadas a la celebración de los niños, en el día de los todos los santos, y las vidas de parientes fallecidos, en el día de los fieles difuntos.
Niños difuntos
En Valencia, la Asociación Cuauhtémoc, dirigida por la potosina Rocío Ruíz y ayudada por Blanca Álvarez, celebró para los niños en el Mesón de Morella una fiesta en torno al típico altar de muertos que se realiza tradicionalmente con todo tipo de agasajos para que las almas pasen un día agradable. En esta ocasión estuvo dedicado a la memoria del cantante Juan Gabriel y el músico David Castro. Tuvieron de todo: regalos, dulces en forma de calavera, dibujos, comida casera, bebida, música, baile e incluso refrescos y bonitos pensamientos, animada por El Mariachi Norteño, conjunto musical afincado en nuestra ciudad.
¿Pa' qué me sirve la vida?
Al día siguiente, los fieles difuntos se celebraron con la inauguración de la exposición "México, el día de muertos" de la artista Adis Soriano, en el Colegio Mayor Rector Peset, a la que acudió lo mejor de la sociedad valenciana e internacional, acogidos por el director del centro, Carles X. López, Ana Bonmatí, a quien sustituyó en el cargo el pasado 1 de julio y actual directora de la gestión cultural de La Nau, y el Cónsul Honorario de México en Valencia, Pablo Romá.
A la sala ambientada por la presencia de las dos “catrinas” Abeba Duprat e Isabel Puente, asistieron como invitados Ernesto Bonet, consul honorario de Guatemala; Annick Thébia Melsan, Presidenta de la Internacional Unesco Silk Road Platform; Alejandro Noguera, director del Museo L´Iber; Montse Salamanca, store manager de Loewe; el mejor ex-alcalde contemporáneo que abrió puertas a la entonces Valencia moderna, Ricardo Pérez-Casado; Eduardo Puertes, cofrade mayor de San Jerónimo; Marta Templado, directora de Turiart; el artista Pepe March; Mayte Purriños, experta en Protocolo; María Colomer, Directora Escuela Internacional de Protocolo; la creadora Inma Isedas de Valencia; Amparo Lurbe, administradora ejecutiva industrial; Carla Cristina, famosa bloguera lisboeta de In-Out Style, afincada en Valencia; Erika Cerdá Garrido, mental trainer deportiva; mi debilidad social de El Mundo, Begoña Clérigues, de la Cámara de Comercio de Valencia; el gestor embrionario de la Generalitat Valenciana, Josep Lluís Albiñana, con su envidiable rectitud de juez jubilado pero sin Lydia Arenós; Lalon Narbona, músico contemporáneo; las recordadas profesoras del Liceo Francés de Valencia Mme Colina, Mme Iborra y Anick Valedecabres, Consejera Consular de Francia; Pablo Noguera con su esposa Isabel Rubio y su hijo León; Marc Insanally, del café Las Horas; Gerard Teulière, director del Institut Français de Valencia; Catalina Leonarte, la guapísima hija de Trini Hernández de la Galería Palau; el gestor cultural y de comunicación, Vicente Navarro; el artista de afro-latin-reggae Kuami Mensah Gnonnas; el catedrático de Historia del Arte de la Universitat de València, Javier Pérez Rojas, el mayor experto en la obra de Pinazo; Vicente Enguídanos Grancha y su hija Alicia; Salvador Silvestre y Angelines; Mónica García y Mª del Carmen, de Por Amor al Arte; Cefa Ferrer y Arantxa; Amparo Lourdes, de Avant y Ximo Ros, Group Manager en Banco Mediolanum..
Cantó a la vida y a la muerte, con temas de Lucha Vila, la artista tapatía (de Guadalajara, Jalisco) Marisela Guillén López, expresamente venida de América para esta celebración, que hizo cantar y bailar a los asistentes con su voz y su contagiosa simpatía.
Cemetry Gates
Me acerqué al Cementerio General -siempre me ha hecho gracia esto de “general”- de Valencia silbando esa cancion de Morrissey que dice tener a Oscar Wilde de su lado. Fui para ver las ofrendas en recuerdo de nuestra sociedad y saludarles a todos, ilustres o no, en el nombre de mis lectores. El día 2 de noviembre siempre es mejor día para hacer una visita a nuestros parientes que el día uno: es más oportuna porque es día de difuntos y no de santos, el lugar está tranquilo, no hay atascos ni empujones, suele hacer más sol y las flores no valen el doble, por lo que no tienes la tentación de comprarlas en un chino, cosas todas muy desagradables cuando estás sumido en pensamientos fúnebres y metafísicos.
En los pasillos lúgubres
Así que me metí el Eros donde pude y saqué a relucir mi Thanatos en una visita a nuestro cementerio, porque soy muy de instintos básicos y últimamente muy inclinado a las ideas suicidas. No me culpen por ello: también estamos matando a la Cultura entre todos, como dice Rafa Rodríguez Gimeno en la revista Verlanga y para ayudar con un empujoncito de nada ya hemos matado lugares singulares, como el mercado de Colón para convertirlo en una cafetería pija gigante o el balneario Las Arenas. De los artistas valencianos caídos en combate, desde Sorolla que lo hizo en su chalet de Cercedilla, a Concha Piquer, pasando por los muertos vivientes de todas condiciones, estacionarios entre los pliegues de la administración o en el exilio moral o físico más o menos involuntario, mejor pasar rápido por encima para no desmoralizarnos.
El cementerio exuda, bajo este sol de San Martín heredero del de San Miguel, aromas de enebro, ciprés, jazmines y rosas. Hay parejas que caminan con su kit de adecentamiento de lápidas y algunas personas solitarias, con ese aire encantador de los que han sufrido las hostias de la vida con la cabeza dando vueltas en molinete, que reciben en compensación la compañía de la evocación de sus seres queridos. La Justicia está muy por encima.
Visitas de otoño
Visita merecida en estos días, tienen el soldado Aarón Vidal López, muerto en Irak sin que Rajoy sepa aún explicar por qué, el periodista Félix Azzati, el lingüista Manuel Sanchis Guarner, Rafael Conde “El Titi”, Dolores Vargas “La Terremoto” o el político de los años treinta Luis Lucia. Lo demás lo pueden hacer online o pedir una visita guiada.
Y si están más por el Eros, no se pierdan la fiesta del Mercado Central de mañana domingo, con actividades desde las diez de la mañana, mascletá y nuestras adoradas paellas gigantes a las 14H30, la feria Fiesta y Boda con sus 167 expositores para organizar tu futuro en pareja que pueden visitar hoy y mañana en Feria Valencia junto a la feria inmobiliaria; la gran fiesta de Bonaire del día 10 con su inauguración de terrazas y Carlos Baute vivo y en vivo con showcoockings; la degustación de churros gratis en Mister Churro por su aniversario en la calle de la Sangre; el Dancing with frogs del Teatre El Musical con Sol Picó si llegan a cruzar el portal temporal; las convocatorias de arte contemporáneo del Consorci de Museus o la primera jornada de Fibromialgia y Fatiga Crónica del 9 de noviembre en el Aula Magna de la Facultad de Medicina en Blasco Ibáñez 15. Lo de la Facultad de Medicina tendremos que verlo con detenimiento porque estamos los valencianos tan en la estética y el blanqueamiento dental y anal que algún día habrá que dedicar esta sección de sociedad a Luis Beltrán y Besante, Joaquín Casañ y Rigla, Juan Bautista Peset y Vidal o Francisco Navarro Rodrigo, que cada vez que ven que alguien se opera de miopía, que no es una enfermedad, debe darles la risa desde el más allá, que algunos sí estamos capacitados para escucharla con nuestro detector de tragi-comicidad ultra-terrena.