VALÈNCIA. La Conselleria de Cultura, integrada en Educación, vive en estos días su tercer reseteo de la legislatura con el nombramiento de María del Carmen Ortí Ferre como consellera y el ascenso de Marta Alonso -hasta ahora directora general- como secretaria autonómica de Cultura, quien ha aprovechado para deslizar algunas de las ideas en torno a esta nueva etapa durante la presentación de la exposición Entre lo profundo y lo distante de Andrea Canepa en el Institut Valencià d'Art Modern (IVAM), uno de sus primeros actos públicos desde su nombramiento.
"Vamos a dejarnos la piel todo mi equipo. No solo las direcciones generales, también la propia consellera tiene una voluntad de estar presente en la cultura y el patrimonio", expresó durante su discurso. Preguntada, precisamente, por si Ortí Ferre estará más presente en la vida y gestión cultural con respecto a su antecesor, José Antonio Rovira, expresó: "Yo creo que sí, creo que ella tiene la voluntad de participar".
Cabe destacar que los cambios en el área todavía no han acabado pues, como mínimo, todavía hay que cubrir la plaza de dirección general de Patrimonio que ha quedado vacante con el ascenso de Alonso, algo que previsiblemente se resolverá en los próximos días. "Hay cambios, pero lo importante es que la esencia del equipo sigue, porque tiene que seguir. No podemos parar, estamos a cierre de ejercicio y tenemos que cuadrar todo para que todo se tramite. Grandes cambios no hay, pero hay ajustes que son normales”.
Así, la secretaria autonómica ha puesto en relieve la voluntad de la conselleria de trasladar "una imagen de que nos importa y preocupa el patrimonio, los museos, la cultura y que vamos a estar atendiendo y dialogando con la sociedad en dar lo mejor de nosotros como administración pero siempre asociados y en colaboración con toda la sociedad civil, con todos los responsables de la cultura de todas las instituciones".
“Máxima ambición”
Durante su discurso, hubo dos conceptos en los que incidió de manera especial: por un lado, en la "ambición" de esta nueva etapa; por otro, en un Código de Buenas Prácticas que en la conselleria, apuntó, "nos creemos". Sobre lo primero, subrayó la necesidad de situar los proyectos culturales valencianos en el plano nacional e internacional, a partir de los "referentes" ya existentes, tanto desde el punto de vista de los centros culturales como los bienes de carácter patrimonial: "Nos tenemos que creer nuestra cultura. Somos una gran tierra, una tierra de creadores".
Esto se materializará "haciendo reflexiones de lo que está funcionando" y "atendiendo" a los sectores, un análisis que, con todo, ha de hacerse teniendo en cuenta una realidad: que ya se ha superado la mitad de la legislatura. "Estamos a final de legislatura y podemos plantear anuncios o estrategias en el plazo que tenemos, que es corto, pero creo que tenemos margen para marcar una estrategia y luego ya a medio plazo, que también tenemos que asumirla”.
“Debemos poner la ética y la deontología en todo lo que hacemos”
La nueva secretaria autonómica de Cultura aprovechó para poner en valor el trabajo del equipo del IVAM y su colección, que ha custodiado "en los momentos buenos y malos", así como el trabajo de su directora, Blanca de la Torre, elegida el pasado mes de marzo. "Hemos tenido la suerte de que Blanca de la Torre eligiera el IVAM para presentar su candidatura y la suerte de que la comisión que la eligió lo hizo por unanimidad”, a lo que añadió: "Sí que nos creemos el Código de Buenas Prácticas. Así tenemos que trabajar, que todo lo que se haga sea siguiendo los Códigos de Buenas Prácticas, como no puede ser de otra manera, siguiendo lo que marcan las grandes instituciones”.
Sus palabras, tal y como matizó más adelante, hacían referencia al proceso de selección del IVAM y posterior cambio de ley del museo, por el que se eliminó toda referencia al Código de Buenas Prácticas en la norma, no tanto a que se vayan a realizar cambios en procesos existentes o en las instituciones museísticas dependientes de la Generalitat, como pudiera ser el Consorci de Museus o el Museu de Belles Arts. "No es que a partir de ahora reivindico eso, es que hace muchos años lo he reivindicado y me han apoyado los que han sido mis jefes y seguiremos en esa línea […] Debemos poner la ética y la deontología en todo lo que hacemos. Es una convicción mía personal”.