Distintos colectivos y grupos recurren al fanzine como herramienta para que sus talleres, espectáculos y proyectos queden plasmados en algo imperecedero
VALÈNCIA. Fanzines sobre feminismo y desigualdad, sobre identidad y disidencia, sobre el fomento de la cultura joven. Estas publicaciones, creadas históricamente desde los márgenes, han tejido un mapa cultural sin el que no se podrían explicar muchos movimientos sociales, un formato que, lejos de desaparecer, se reinventa y, de hecho, es asumido también por las instituciones. Cada vez más, distintos colectivos recurren a este tipo de publicación a modo de resumen de su trabajo, de los proyectos que desempeñan. Es una manera de dar más visibilidad a lo que hacen, o bien una vía para poder financiarse entre tantas dificultades económicas.
Así lo han hecho tanto Orbis Vacui como Las Sin Rostro. El primero es un colectivo surgido hace pocos meses dedicado a la difusión sociocultural con mirada multidisciplinar. El segundo es un grupo de seis mujeres que combinan poesía y coreografía. Ambos ven en el fanzine una vía para plasmar su trabajo y, de alguna manera, hacerlo imperecedero. Las charlas, talleres, conciertos o espectáculos son efímeros. El fanzine permanece.
Culturplaza reúne tres nuevas publicaciones confeccionadas recientemente de forma muy casera. Elsa Moreno, integrante de Las Sin Rostro; y Juan de Dios Hernández, impulsor de Orbis Vacui, cuentan cómo ha sido la confección de sus fanzines y lo que hay detrás de ellos.
El pasado mes de abril se celebraron en la Universidad de Geografía e Historia una serie de talleres sobre violencias (con la presencia de Beatriz Hernández y Samuel Valentín) e identidades (con las artistas drag Pamxdemia y Ferrxn). Bajo el nombre Hackaton Igualxs, durante la cita se habló de protocolos sobre violencia de género y sobre la necesidad de concienciar acerca de la libertad sexual y de género.
Tras las charlas, Florencia Prone y Kal Antón Panchón -encargados del taller del fanzine- repartieron entre los asistentes distintos recortables, revistas y folios; y les instaron a que hicieran un dibujo y escribieran las ideas que más les habían llamado la atención del evento. La idea, según el miembro de Orbis Vacui Juan de Dios Hernández, era que “entre todos confeccionaran un fanzine a modo de resumen de los talleres”.
El resultado es una publicación muy casera, plagada de denuncias a la intolerancia, a la violencia de género y a la hipersexualización femenina. En el fanzine, además, se hace constante referencia al catedrático Ramón López Martín, investigado por acoso a distintas alumnas. Por otro lado, también se hacen críticas a los protocolos de igualdad de la UV. Juan de Dios Hernández indica que “la universidad tiene ideas, gestos e iniciativas, pero muchas carencias”. Pone un ejemplo: “El punto violeta de la universidad es, literalmente, un círculo violeta en el hall. Hay situaciones que se deberían plantear de forma más sencilla”.
El fanzine incluye gran cantidad de dibujos de Blancanieves y los 7 enanitos. Por medio de cierto humor, identifica a los siete enanitos como acosadores y a la princesa Disney como reflejo superficial de ese protocolo de igualdad de la universidad. El miembro de Orbis Vacui indica que estos personajes salieron de rebote: “La gente escogía de entre los recortables, eligieron a quien quisieron”.
Una de las conclusiones de todo aquello fue expresada por la propia artista drag Pamxdemia en una entrevista realizada a posteriori: “Una persona del público vino tras el taller y me dio las gracias por lo que habíamos hecho porque le había ayudado a dar el paso que le faltaba”. Juan de Dios Hernández indica que ya se puede acceder al fanzine de forma online en la web de Orbis Vacui. También tienen intención de publicarlo este mes en Trobes, la biblioteca virtual de la UV.
El grupo artístico de Las Sin Rostro, formado por Sara Olivas, María Andrés, Elena Casado, Blanca Férriz, Carmen Montesinos y Elsa Moreno, ha confeccionado un fanzine de su último espectáculo, del que este diario habló la semana pasada. Trata temas como la violencia sexual, la vulnerabilidad, la inseguridad, el miedo y la muerte; y lo hace desde una perspectiva que va de la vivencia personal a la catarsis colectiva de todas las mujeres. La publicación recoge todos los poemas que se recitaron en durante la jornada en el Sporting Club Russafa. También incluye una serie de códigos QR que redireccionan a los vídeos que proyectaron antes de cada parte del espectáculo.
El fanzine se divide en tres partes: Identidad, Alumbramiento y Oscuridad. Elsa Moreno cuenta que “al estructurar los poemas -tres cada una- vieron que contaban una historia”. En Identidad empiezan “con la energía alta, cuestionándose a sí mismas en sus relaciones con otras personas. Tienen mucho de pasión y dosis de optimismo”. El Alumbramiento supone “el primer bajón, que parte del nacimiento como primer trauma de la vida, como presagio. En esta parte los poemas hablan de cómo se rompe con esa nube de fantasía para caer en la cuenta de que la vida está plagada de obstáculos. Te das cuenta de que hay mucha frustración. También esperanza y lucha de superación, pero desde la rabia”, expresa. Por último, en Oscuridad, los poemas retratan “cómo una acaba vendiéndose a la vulnerabilidad. La rabia y los impedimentos sociales provocan que nos cansemos de luchar. Seguimos como podemos, pero estamos cansadas y hartas. La violencia estructural no es culpa nuestra”, sentencia.
De esta manera, el fanzine de Las Sin Rostro relata “el recorrido de la búsqueda de la identidad y la frustración al encontrarse con obstáculos como mujer en la sociedad. También abraza el dolor, sin miedo a mostrarlo aunque evidencie la propia vulnerabilidad”, añade. “Con este fanzine conseguimos fijar en el tiempo nuestro espectáculo. Las artes vivas son totalmente efímeras. Tan solo existen cuando se representan, después tan solo quedan en la memoria. Con esta idea inmortalizamos el espectáculo. Se pierde la parte escénica, pero queda el recuerdo”, afirma.
La intención del grupo (que se encuentra en trámites de constituirse como una asociación de impulso de mujeres literatas) es vender su fanzine a través de Instagram, entregarlo a mano a compradores valencianos y enviarlo a quienes quieran adquirirlo desde fuera. Este es el número cero. De cada espectáculo que hagan a partir de ahora lanzarán su correspondiente fanzine.
Reactivar la cultura joven en época de pandemia. Ese ha sido el objetivo de Orbis Vacui en otro de sus talleres celebrados por concurso en la UV (e impulsado también gracias a Roberto Alvau a través de la convocatoria de ayudas a proyectos socioculturales). El fanzine Fora de classe recopila lo sucedido en la Facultad de Geografía e Historia el pasado 30 de abril. Se trata de una publicación más sobria que las dos anteriores, pero cuenta cómo va a ser la colaboración entre tres colectivos jóvenes -junto a Orbis Vacui- surgidos recientemente, en tiempos pandémicos: Réquiem por la norma, Parnaso y Poesía 90.
La intención del colectivo, tanto con los talleres como con el fanzine en cuestión, es “reunir a cuatro grupos culturales distintos para destacar su importancia e incitar a otras personas a moverse en el ámbito cultural; y demostrar que la cultura joven, pese a la pandemia, sigue activa”, comenta el miembro de Orbis Vacui Juan de Dios Hernández. De esta manera, la publicación ofrece información detallada sobre los cuatro colectivos culturales, y sirve de presentación de los mismos.
Orbis Vacui, en este sentido, surge para crear eventos en los que unir diferentes disciplinas artísticas. “La clave de lo que hacemos es que en un mismo evento te puedes encontrar un concierto, una charla y una obra de teatro”, comenta el miembro del colectivo. Una de sus características esenciales, de la cual queda constancia en el fanzine, es “el antigalerismo”. Hernández considera que “el panorama cultural valenciano es muy hermético. Es muy difícil crecer como artista, así que intentamos luchar contra todo eso. Buscamos que los artistas puedan tener experiencia profesional. Hay fotógrafos, por ejemplo, que empezaron con nosotros y que ya tienen un pequeño portfolio de sus trabajos”.
El fanzine tiene un apartado para cada colectivo. Por un lado, Réquiem por la norma “nace como una suerte de divertimento de tres amigos interesados por el mundo de la radio. Desde un punto de vista más periodístico y otro más creativo, y ligados a las Bellas Artes, se unieron para buscar un resultado con el que convivir de manera natural”.
Por su parte, la revista Parnaso nacía el pasado septiembre como “un espacio humanístico en el que fomentar todas las disciplinas relacionadas con la cultura y las artes. Sus fundadoras, Carla Juárez y Blanca Lirio, concibieron este proyecto sin ánimo de lucro como un lugar de encuentro en el que hacer resurgir las humanidades”.
Por último, Poesía 90 es un colectivo formado por estudiantes de la Universitat que “promueve una visión aperturista de la poesía y reivindica la voz de una generación, la de los 90, en una época de cambios, contradicciones y el advenimiento de la Era de la Información”. El fanzine Fora de classe, con información detallada del proyecto, será subido a la web de Orbis Vacui esta semana y a la biblioteca virtual Trobes en el mes de mayo.