Las llamas calcinan más de 1.000 hectáreas en un incendio de difícil control por el terreno, con barrancos y rampas de entre el 30 y 40%
VALÈNCIA (EP). Diferentes medios aéreos y terrestres permanecen este martes trabajando en el incendio declarado el pasado domingo, a consecuencia de un rayo, en Venta del Moro, en Valencia, una zona en la que se presenta una previsión meteorológica adversa hacia mediodía, con posibilidad de tormentas sin agua y con viento de poniente.
El operativo se concentra en evitar que el fuego alcance el paraje natural protegido de las Hoces del Cabriel ya que, según ha afirmado el director de la Agencia Valenciana de Seguridad y Respuesta a las Emergencias, José María Ángel, "está en el umbral de que pueda afectar al parque de las Hoces del Cabriel y están concentrados todos los operativos para impedirlo".
Ángel ha hecho estas declaraciones en atención a los medios en el Puesto de Mando Avanzado del incendio, tras mantener una primera reunión de coordinación en esta jornada, en la que también ha estado presente la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé.
A primera hora, sobre el terreno, trabajaban cuatro unidades de bomberos forestales de la Generalitat; una autobomba; dos dotaciones y cuatro brigadas de Bomberos de Valencia; tres mandos y bomberos voluntarios y a primera hora comenzó la incorporación en la zona medios aéreos como dos aviones; dos helicópteros; y dos aviones y dos helicópteros más con brigadas helitransportadas de la Generalitat. Se han pedido dos Focas y dos Brif. En total, 14 medios aéreos más 200 operativos autonómicos, a los que se suman 237 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias.
Tras la primera reunión de coordinación de este martes, los técnicos han hecho un análisis de la evolución de una noche "muy complicada" en la que la misión era, por un lado, impedir el avance de las llamas hacia dos o tres lugares que "preocupaban mucho" y señalar los puntos "más calientes" para que, con la incorporación de los aéreos, fueran haciendo una selección de dónde debían hacer las descargas de agua o retardantes.
Ahora, todos los operativos se concentran en dos puntos que "preocupan mucho", el principal, el flanco izquierdo, la puerta hacia las Hoces del Cabriel, donde se va hacer un anclaje en algunos lugares de cortafuegos o de trabajos agrícolas. Asimismo, se usará maquinaria para facilitar el acceso de los efectivos porque son lugares de oreografía "muy complicada", con rampas del 30 y 40% que impide esa actuación de los medios y un perímetro difícil.
Ángel ha apuntado que hasta mediodía han tenido el viento "de amigo" pero cambiará con el poniente y la posible llegada de tormentas con viento "muy errático", que fluctúa, dificulta el trabajo y resulta peligroso para los efectivos que trabajan en la extinción.
Según ha detallado el responsables de AVRSE, "estamos trabajando en dos lugares zonas de cultivo que hay dos zonas de oportunidad para evitar el avance del incendio", aunque ha subrayado que hay una masa forestal "muy compleja", con pinos de gran altura y envergadura que dificultan el trabajo.
En todo caso, ha subrayado que las previsiones no son "halagüeñas" y si bien por la noche tampoco lo eran, pudieron trabajar en menores condiciones.
De momento, solo se ha desalojado a algunas viviendas pero que principalmente se dedicaban a almacenar maquinaria agrícola y tratan de que el fuego no afecte a una explotación ganadera de cerdos.
En esta línea, la delegada del Gobierno ha explicado que hay personas que voluntariamente decidieron este lunes salir de sus casas, pero ha subrayado que no ha habido necesidad de evacuar, excepto las tres fincas que estaban en el foco inicial y, principalmente, con maquinaria agrícola. Para el control de carreteras y núcleos poblaciones, hay 24 efectivos de Guardia Civil y 12 vehículos.