VALÈNCIA (EFE). Un ordenador que su dueño ha tirado a la basura al ver que estaba inservible y unas raquetas con la empuñadura indemne son algunos de los efectos que los bomberos han podido recuperar de las viviendas del edificio de Campanar y que siguen entregando a los vecinos una semana después del incendio que destruyó "una vida pasada".
Este jueves los vecinos siguen recibiendo metido en bolsas lo poco que se ha salvado del fuego, todo quemado y ahumado, como una maleta "superimportante", cerrada, de la que solo ha salvado la mitad.
A Vicente los bomberos le han entregado un ordenador que ha tirado al contenedor después de comprobar que no valía, y algo de ropa. Según asegura este vecino, ha rehusado la vivienda del bloque que ha ofrecido el Ayuntamiento y buscará un piso de alquiler por la zona de Campanar "cuando pueda".
Una mujer chilena llamada Carla lamenta que llevaba cuatro días en España cuando ocurrió el incendio y no ha podido rescatar nada, ni su pasaporte ni el seguro médico, ni las joyas. "Perdí 10.000 euros", afirma a EFETV, aunque ella esperaba poder recuperar "una joyita, algo pequeño, algún bolsito" siendo consciente de que "tremendo incendio" no deja nada sin arder.
Había acudido a las inmediaciones del edificio con la esperanza de rescatar algo pero, según dice, "todo está hecho polvo, polvo por todas partes".
Alexandra, otras de las residentes del edificio incendiado, apunta que los bomberos han recuperado algo de su dormitorio y del salón pero nada de la habitación de los niños, y llora al describir cómo ha quedado su casa: "No hay nada, ni el cuerpo de nuestro perro".
Señala que son una familia bielorrusa y que han perdido sus documentos y, aunque el Ayuntamiento ha dispuesto de viviendas para las familias afectadas, nadie les puede devolver su "vida pasada".
Los miembros de esta familia, una pareja con dos hijos, no se encontraban en la vivienda en el momento del incendio pero ella llegó a las seis menos cinco minutos y ya no la dejaron subir.
"Es culpa del edificio, no culpa de los bomberos, ellos no podían hacer nada", ha manifestado.
Durante la mañana de este jueves se está produciendo un goteo de vecinos que acuden a por lo que quede de sus enseres, mientras los bomberos y la Policía Local entra y sale del edificio para seguir con sus labores.
En la zona se ha recuperado el tráfico de las vías más grandes y tanto Maestro Rodrigo como General Avilés ya están abiertas al tráfico.