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ELECTRÓNICA AVANZADA EN VALÈNCIA 

Oven cumple seis años estrenando discográfica y con una clara vocación internacional

El club ha pasado de ser una fiesta en La3 a tener su propio local

28/11/2018 - 

VALÈNCIA. Oven está de de aniversario. Seis años de música electrónica avanzada en la ciudad de València, formando parte de una escena que ha demostrado su poder de convocatoria y que ha crecido mucho con iniciativas hermanas como theBasement, Fayer, Hotel 82 o Mini Club. La iniciativa ya no es lo que era cuando empezó, sino algo mucho más grande. David Pinup, director de Oven hace balance para Cultur Plaza y de paso señala su posición en algunos temas que implican a la escena local en particular y al ocio nocturno en general.

Oven empezó como una submarca de La3, un club pequeño llamado a ser la voz de la electrónica underground en una ciudad que tuvo una de las escenas más importante de Europa hace décadas. Ahora el nombre de València se había difuminado (en vez de ponerse en el mapa, utilizando una analogía política). La falta de pretensiones, el poquet a poquet y el cuidado a la hora de hacer las cosas han sido algunas de las claves del desarrollo del proyecto.

Fue hace cuatro años y medio cuando David Pinup se hizo cargo del proyecto, tras pasar por Koh Tao. “Era una oportunidad para hacer algo más underground y era más mi sitio”, cuenta. El proyecto no las tenía todas consigo, en la ciudad ya existían proyectos como Gordo, Caravaca o Excuse Me. Oven tenía que arrastrar a la gente a un distrito mucho menos céntrico como es Poblats Marítims. Pero las expectativas se cumplieron y poco a poco, el club se fue haciendo pequeño. “Creamos una escena importante y se creó un público muy fiel, en La3 siempre nos fue muy bien”, cuenta Pinup.

En los últimos años, Oven se ha transformado en dos direcciones: primero, se creó una fiesta mensual de grandes nombres internacionales de techno llamado Wax, que ha traído a la sala principal de La3 a DJs de renombre como Jeff Mills, Maya Jane Coles o Laurent Garnier. El segundo gran cambio se materializó el pasado junio y fue ocupar el local de Nylon para tener una identidad propia como un club de dos plantas, independizándose así del organigrama de La3. Pasaron de ser una submarca a ser un sitio, de la perifería al centro, de una pequeña sala a tener dos plantas.

A este salto se le suma la puesta en marcha de su propio sello discográfico. Discos Malvarrosa, que ha editado ya unas pocas referencias pero con el que tienen planes de editar a artistas locales e internacionales con el objetivo de llevar más allá de las paredes del club el sonido que quieren representar. Este movimiento forma parte de una estrategia que busca internacionalizar el club y ponerlo al lado de nombres de las grandes escenas como son Berlín, Amsterdam o Londres. Ese empeño es un hecho que llevan poniendo en práctica desde hace mucho, programando artistas que no están en la primera línea de los festivales pero que son de sobra conocidos por los clubbers europeos. Esta línea ha dado sus frutos y desde Oven señalan que aproximadamente “el 50% del público del club es extranjero. No tanto turistas -que también- sino gente joven, Erasmus o personas que se han instalado en València y que buscan el ambiente de los clubs europeos”.

Aunque Oven lleva poco recorrido en esta segunda vida que les está dando la sala, y aunque afirman “vivir el día a día”, apuntan a un futuro suena prometedor y ponen como ejemplo que tienen cerrada la programación de aquí a los próximos cinco meses. Una programación en la que hay nombres por iniciativa de los propios promotores, pero en la que también ha habido que responder a peticiones de artistas internacionales que quieren pinchar expresamente en el club: “el boca-oreja entre los artistas ha hecho que se difunda que este es un buen sitio en el que actuar, y aunque somos un club pequeño y no podemos manejar los presupuestos de uno grande, algunos DJs se han interesando por venir”, cuenta David Pinup.

Sobre València, la escena y el ocio

Más allá de la efemérides, la voz de Oven también resulta interesante de conocer como club que participa en una escena musical creciente y cuya fuerza e influencia se hace difícil negar. También como un local que se relaciona (obligatoriamente) en la ciudad, más aún ahora que se sitúa en el centro urbano, y por tanto, también en el ojo de ciertos debates vecinales.

Sobre lo primero, cabe preguntarse si esta buena respuesta a las diferentes propuestas de electrónica avanzada en València se augura dure o no, y también si la ciudad puede volver a adquirir esa imagen de vanguardia musical que se ganó a capa y espada en la década de los 80 y 90. David Pinup lo tiene claro: "afortunadamente, hay público (y joven) para todo lo que se está haciendo, y no solo esto, sino que a largo plazo, València puede ser un pequeño Berlín, Amsterdam o Londres. El talento y las ganas están, solo hace falta tiempo".

Sobre el debate vecinal del equilibrio descanso-ocio, el mismo cree que Oven no tiene esa problemática "porque el local no es tanto Russafa como Gran Vía y los vecinos de la calle están acostumbrados desde siempre a cierto ruido". Aún así, añade: "nosotros estamos muy de acuerdo en que se regularice y se cumplan ciertas normas de convivencia"

En este debate, y en otros conflictos como el botellón o problemas que ocurren dentro del local, "tendría un gran papel" la figura del Alcalde de Noche pedida por la Federación Empresarial de Hostelería y proyectada por el Ayuntamiento de València, según cuenta Pinup. 

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