El divertimento de Junior Franco a escasos metros del Mercado Central sólo nos da que alegrías, cumbias y sabrosura. ¡Y aún no había sido nuestro restorán de la semana!
VALÈNCIA. Paso a la razón de cuatro veces al día por la puerta de Paraíso Travel. Si estoy desfallecida, cambio de acera -si es que se le puede llamar acera al decadente margen impar de la calle Cardá- para no salivar en exceso por los aromáticos olores de salsas, fondos y demás jugarretas. Si quiero chusmear, transito bien pegada a la ventana que hace de barra callejera y que desvela el movimiento de la cocina de Junior Franco y su equipo.
Paraíso Travel es la vida de un colombiano -Junior- que vino a València a hacer que nos divirtiéramos con su cocina cítrica, frutal, salina y sabrosa. La esencia de nuestros hermanos del otro lado del charco, de los parces de latitudes cálidas, concentrada en un pequeño restaurante del barrio del Carmen -ese Carmen que resiste con orgullo al TGB invasor-.
En la carta, un sancocho de merluza con ensalada de aguacate con el que reencontrarse con la vida y superar el cierre de una librería; ceviche cartagenero sobre un patacón pisao de plátano macho frito; la versión ‘valencianota’ del mismo plato de pescado pero con sardina ahumada y tomate o el escándalo del erizo, que es todo lujuria, todo torridez.
En la sala, que es a la vez cocina, Paco Guillén te explica los platos con frenesí, algarabía y retórica. A ver quién dice que no a un par de ostras más y otra botella.
Qué rumba tan bacana.