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En el interior de las cosas / OPINIÓN

Partir de la nada es reparar el alma herida de las personas

2/12/2024 - 

Ayer no madrugamos, paseamos por un parque Ribalta rebosante de vecinos perrunos, de perros sueltos, -que no deben-, que atormentaron a Pancho. Mi viejito, y su paciencia a cuestas, siguió su ruta de los olores y sabores que ofrece este remanso verde de la ciudad. Buscamos la sombra, en un mes de diciembre que parece una eterna primavera. Pancho saltó al banco de cerámica  y se acurrucó junto a mi, sin detener la alegría del movimiento de su cola. Su mirada, últimamente, muestra un velo de tristeza y sigue mirándome con esos ojos de enamorado, los mismos del gran Barrabás cuando miraba a la niña Clara del Valle, en la Casa de los Espíritus, de Isabel Allende.

Pasear a los perros sueltos es una práctica prohibida y en el Parque Ribalta de Castelló se desata. Los espacios verdes delimitados se llenan de perros sueltos. Mucha gente se pasa por el forro las normas básicas de convivencia y, además, no consienten pura crítica, ni siquiera cuando adviertes del depósito de excrementos sin recoger por todo el parque. Sostienes que hay que reprochar estas conductas pero no sirve de nada, incluso puede iniciarse una discusión tan agria como innecesaria. Somos una ciudad libre, me dijo el propietario de un perro enorme y descontrolado, y lo dijo con esa chulería insoportable que arrojan los machos bien machos. No hay remedio para estos personajes que ocupan nuestras vidas sin permiso.

Umberto Verdoliva.

Castelló se concentró en la Plaza Mayor el pasado viernes para pedir la dimisión del actual President Carlos Mazón, tras cumplirse un mes de la tragedia que se llevó 222 vidas. Y, el sábado se escuchaba el eco de las decenas de miles de personas que volvieron a llenar el centro de València con gritos de Mazón Dimisión o El President, a Picassent. En esta multitudinaria manifestación, promovida por movimientos sociales, se sumaron también muchos castellonenses que viajaron a València. Viendo las fotografías de la tarde del sábado la piel se eriza con tantas emociones y sentimientos. Ha pasado un mes pero el espanto sigue presente en nuestras vidas, en nuestra mirada. 

Van a pasar demasiados meses y años hasta que regrese una cierta normalidad. El impacto emocional y psicológico, el duelo, las ausencias, el cansancio, las pérdidas, la derrota… son sentimientos de largo recorrido. En el caso de la Pantanada de Tous  tuvieron que pasar varios años y la construcción de pueblos nuevos para superar aquella catástrofe. La Ribera Alta sigue hoy rememorando aquellas horas malditas, poniéndose en la piel de las decenas de miles de personas que hoy, como les pasara en 1982 a estas poblaciones, lo perdieron todo. Y hay que partir de la nada en muchos casos, demasiados. Partir de la nada es renacer, reconstruir y refundar las vidas y los pueblos. Partir de la nada es reparar el alma herida de las personas. 

 René Magritte.

Mientras avanzan, lentamente, las ayudas y prosiguen las tareas de limpieza, retirada de coches, escombros y enseres, limpieza de barrancos y alcantarillado, la Generalitat Valenciana crece en desconfianza. La indignación ciudadana es cada vez mayor. Mazón ya no transmite nada, solo rechazo. Sus últimas decisiones son repulsivas, abrir la veda a la subida de sueldos del Consell, sobre todo del nuevo y flamante vicepresidente Gan Pampols, es indecente. En momentos donde las personas lo han perdido todo, en momentos en los que recuperarse es tan doliente, resulta inmunda una subida de sueldos. Sin ética no puede reconstruirse nada.

Mi vecina Carmen está muy indignada. Cada día que pasa Mazón sigue tomando decisiones erróneas e ignominiosas, y sigue mintiendo. La mentira atormenta a Carmen, no puede sostener la mirada frente al Mazón televisivo, repelente, osado, descarado… Mi vecina suelta todos los adjetivos negativos que le vienen a la cabeza, destacando que el President de la Generalitat no es una persona normal. ‘Mira las burradas que dice, y no para, y no se inmuta’.  

Elizabeth Gadd.

Ayer comimos arroz al horno, con los restos de un puchero de la pasada semana, añadiendo costilla de cerdo, butifarra, garbanzos, restos de nabo, puerro, napicol, chirivía… y todo cubierto con rodajas de patata y tomate, además de una cabeza de ajos entera en el centro de la cazuela de barro. Delicioso. De entrada cociné una sepia hervida y pasada por la plancha para comerla con mayonesa casera, tal como hacía mi abuela Pepica. Acabamos la comida con naranjas del almacén de Gavarda, las mejores del mundo, que traje de mi último viaje. 

Brindamos con dos copitas de la botella de absenta de Segarra, de Xert y sentimos de lleno el dolor de la gente que sufre, la brutalidad de la catástrofe que sobrevino el 29 de octubre y la rabia por la incapacidad de los gobernantes valencianos. Brindamos porque se luche con firmeza contra el cambio climático y el negacionismo, así como contra el urbanismo depredador. Nunca olvidaremos en esta tierra los poderes terribles del agua y su furia.

Buena semana. Buena suerte.

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